Greenpeace en Chile celebra 29 años de independencia política y económica

Este 5 de octubre celebramos un nuevo año en nuestra historia. En esta oportunidad queremos puedan ver reflejados nuestros valores mediante estas imágenes históricas que son solo una pequeña muestra de las diferentes luchas que Greenpeace, junto a activistas, celebridades, socios y socias, comunidades y voluntarios, ha enfrentado en los últimos 29 años en Chile.  

Nuestra misión por proteger el medioambiente inspira y motiva a las miles de personas que han sido testigos de la labor que realizamos en nuestro país. 

“Con mucho orgullo, celebramos un año más de Greenpeace en nuestro país. Somos una organización independiente económica y políticamente que  utiliza la confrontación pacífica y creativa para exponer los problemas ambientales.  Desde sus inicios y a lo largo de estos años, nuestra alma y motor  han sido las personas que, con voluntad y convicción dedican parte de su tiempo a proteger nuestro planeta” declaró Matías Asun, Director de Greenpeace en Chile.

Nuestros valores son:

INDEPENDENCIA: GREENPEACE NO DEPENDE DE EMPRESAS NI GOBIERNOS 

Somos independientes política y económicamente, es decir, no aceptamos dinero de empresas ni de gobiernos, ni respondemos a intereses particulares. Nos financiamos solo con las donaciones de personas naturales, supporters,  las que constituyen el pilar de nuestra organización y representan el soporte de Greenpeace.

Gracias a ellos, además, es que podemos enfrentar con libertad cualquier amenaza ambiental.

TRANSPARENCIA: GREENPEACE PROMUEVE EL DEBATE ABIERTO 

En nuestra constante lucha por visibilizar las amenazas que acechan al medio ambiente y en nuestra búsqueda de soluciones, no tenemos adversarios ni aliados permanentes justamente para garantizar la independencia en el cuidado del ambiente.

Si una empresa o gobierno está dispuesto a escuchar nuestras demandas y hacer reformas, trabajaremos con ellos para alcanzar nuestros objetivos, pero si cambian en sus propuestas, nosotros también cambiaremos. Lo que nos importa son los hechos y no las palabras, y nuestra prioridad es una sola: la protección del medioambiente.  

AUDACIA: GREENPEACE SE HACE CARGO DE SUS ACCIONES HASTA EL FINAL

Desde que comenzamos a defender el medioambiente en el año 1971, hasta hoy,  los activistas y voluntarios de Greenpeace alrededor del mundo seguimos uno de nuestros valores primordiales: la no violencia.

Ya sea cuando nos colgamos de un edificio, hasta cuando reciclamos, sabemos que estamos marcando una diferencia. Lo que hacemos es dejar que nuestras acciones hablen por nosotros y no imponernos mediante la fuerza.

PACIFISMO: GREENPEACE BUSCA UN MUNDO JUSTO Y SOLIDARIO

Buscamos garantizar la capacidad de la Tierra para nutrir la vida en toda su diversidad.

Queremos un mundo justo, pacífico, digno, sano, solidario y equitativo, donde las personas ejercen su poder, actúan y deciden vivir en armonía con el medio ambiente y la biodiversidad.

Tal como indica nuestro nombre, siempre sustentados en el valor que nos define hace 53 años: la Paz. 

DIVERSIDAD: GREENPEACE ACTÚA JUNTO A LA GENTE

Tenemos la convicción de que una organización que fomenta la diversidad e integración de distintas personas es esencial para proteger el lugar en que vivimos.

Por eso, para cumplir nuestros objetivos de cuidado del planeta, trabajamos junto a comunidades locales, celebridades, seguidores, supporters activist@s y ciberactvist@s y todos quienes, voluntariamente, quieran formar parte de nuestra organización. 

En Greenpeace creemos firmemente en el poder de las personas para salvar el medioambiente. 

CREATIVIDAD: GREENPEACE NO DEJA INDIFERENTE

La creatividad y el uso de medios no convencionales son nuestra herramienta para promover nuestros ideales, realizar denuncias sociales y transmitir los valores de nuestra organización. Buscamos generar contenido con ingenio y de esta manera dar a conocer nuestros mensajes.

No queremos dejar indiferente a nadie a la hora de formar conciencia pública en los ciudadanos y ser insistentes respecto a la importancia de cuidar el medioambiente. 

Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de personas que defienden el medio ambiente y están dispuestas a movilizarse y alzar la voz, son quienes nos permiten seguir creciendo. Celebra con nosostros un nuevo año de Greenpeace en Chile y ¡Gracias!

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Author: Editor

¡Buenas noticias! Conoce 9 victorias ambientales que inspiran y renuevan la esperanza

Llegó el momento de repasar 9 buenas noticias sobre logros en la justicia ambiental y climática que sucedieron en estos últimos meses. Cada una nos hace avanzar muchos casilleros en la lucha por un mundo más justo y sustentable para todos. 

1. Colombia. Comunidades indígenas ganaron demanda por acuerdo de créditos de carbono

La Justicia se expidió a favor de seis tribus locales que exigían la invalidez de un convenio para canjear créditos de carbono en la Amazonía, basándose en que tal acuerdo se había firmado sin su consentimiento. Su reclamo fue escuchado y, gracias a ello, la Corte Constitucional del país anuló el documento, lo que constituyó un fallo histórico en defensa de los derechos indígenas.

2. Brasil. Taladores ilegales y usurpadores de tierras fueron expulsados de la Tierra Indígena Karipuna

Deforestación e incendios forestales en las tierras Karipuna. © Christian Braga / Greenpeace

El pueblo Karipuna logró establecer un sistema para monitorear y denunciar actividades de deforestación dentro de sus territorios, y frenar así los diferentes tipos de saqueos y abusos de sus recursos que han sufrido a través de la historia. 

En los últimos días de julio, y trabajando con el apoyo de grupos de la sociedad civil como Greenpeace Brasil y el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), su lucha dio un gran paso adelante. Gracias a la información que pudieron ir recabando y enviando a las autoridades, las fuerzas del orden expulsaran a quienes realizaban actividades criminales en la zona, lo que condujo a una fuerte disminución de la deforestación. 

Esta gran victoria es clave para la supervivencia del pueblo Karipuna.

3. Reino Unido. La Corte Suprema favoreció una victoria por la acción climática

Otro fallo histórico, esta vez en Reino Unido donde el Tribunal Supremo dictaminó que el impacto climático de la quema de carbón, petróleo y gas debe ser tenido en cuenta al evaluar y proponer futuros proyectos de extracción de combustibles fósiles. 

© Alex McBride / Greenpeace

El veredicto se dio en la causa llevada adelante por Sarah Finch y el Grupo Acción Weald, y apoyada por Greenpeace Reino Unido, que denunciaba los planes de nuevas perforaciones en el condado de Surrey. Con esta sentencia no solo se frena cualquier perforación en Surrey, sino que alcanza a posibles aprobaciones que puedan darse en el futuro en el país y, por eso, es una victoria para celebrar.

4. Hungría – Avances en la preservación de áreas naturales

El tribunal supremo del país falló a favor de Greenpeace en una demanda que buscó preservar el lago Fert?/Neusiedler See. De esta manera, se logró proteger un hábitat natural que estaba en la mira de un proyecto de construcción turística de gran envergadura, que era incluso respaldado por el propio gobierno.

5. Canadá – Montreal prohibió el gas natural en edificios nuevos

Es una realidad: entre octubre y abril del próximo año se dejarán de instalar sistemas y aparatos de calefacción alimentados con combustibles fósiles en los edificios pequeños nuevos en la Comunidad Metropolitana de Montreal (CMM).

© Jackie Hutchinson / Unsplash. Vista de la ciudad desde Mont-Royal, Montréal, QC.

Esta medida alcanzará a la mitad de la población de Québec y evitará el equivalente a la contaminación generada por más de 100 mil vehículos de motor, según explicó Patrick Bonin, responsable de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Canadá.

Esta es una noticia para celebrar porque desde la organización llevaban años trabajando con el fin de retirar el gas de los edificios, en una acción conjunta como parte de la coalición “Saquemos el gas”.

Además, la medida se alinea con el plan climático de Montreal, que apunta a tener edificios con cero emisiones en 2040, así como con el objetivo de Québec de neutralidad de carbono para 2050.

6. Sudáfrica. TotalEnergies dajará de explorar por nuevo gas

 © Natanya Harrington / Greenpeace

La empresa ha decidido dejar sus actividades de exploración en las plataformas offshore del país. Esto marca una victoria significativa en la pelea contra la extracción de combustibles fósiles que tanto dañan a nuestro planeta.

7. Taiwán – Se aprobó la Ley de Conservación Marina

Una investigación costera con científicos ciudadanos en Xiao Liu-Qiu para mostrar las condiciones oceánicas y el estado de la biodiversidad en este popular destino turístico en Taiwán. © Greenpeace

Después de cuatro años de campaña por parte de Greenpeace Sudeste Asiático, se aprobó la Ley de Conservación Marina con el objetivo de establecer áreas protegidas para resguardar los ecosistemas acuáticos. 

La normativa prevé la creación de un comité compuesto por organizaciones de la comunidad civil que estará a cargo de planificar, establecer y gestionar las áreas designadas.

8. Canadá y Sudáfrica – Freno al greenwashing

Dos países que tuvieron más victorias ambientales, en este caso relacionadas al greenwashing (es decir, la utilización del marketing para crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica).

Greenpeace Canadá se anotó un triunfo contra Pathways Alliance, un grupo de presión formado por las mayores empresas de combustibles fósiles del país, a quien había denunciado en 2023 por hacer una campaña publicitaria engañosa. 

Protesta contra greenwashing en Venecia © Greenpeace

Gracias a los esfuerzos de muchos, incluido el propio Buró de Competencia (el regulador de la competencia en Canadá), en junio de este año se aprobó una nueva ley que fortalece las normativas contra el greenwashing. En respuesta, Pathways Alliance eliminó por completo su sitio web.

Mientras tanto, en Sudáfrica, un regulador publicitario determinó que TotalEnergies había hecho una afirmación “engañosa” sobre su compromiso con el desarrollo sostenible. Este es un precedente crucial para la nación, demostrando que las empresas no pueden ocultar sus prácticas dañinas con afirmaciones falsas.

9. República Democrática del Congo – El pueblo Batwa People fue reconocido como guardián vital de la biodiversidad

Tras una batalla legal de décadas, la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos falló a favor del pueblo Batwa en un caso de desalojo forzoso de un parque en la República Democrática del Congo. Con este veredicto histórico se reafirmó que expulsar a las comunidades indígenas no es la solución a la crisis climática.

© Thomas Einberger / argum / Greenpeace

Esperamos que conocer estos triunfos te ayude a reponer tu dosis de motivación y esperanza para seguir creando juntos el futuro que soñamos.

Esta nota fue publicada en Greenpeace International.

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Author: Meri Castro

Triple crisis planetaria: ¿qué es y por qué nos tiene que importar?  

Cada vez se escucha más el término “triple crisis planetaria” pero ¿sabes con exactitud qué significa? 

La triple crisis climática señala al cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad como los tres problemas ambientales más graves a los que nos enfrentamos como humanidad. En la definición, especifica que los tres están relacionados entre sí.

De esta manera se puede nombrar con precisión el hecho de que estamos frente a problemáticas que repercuten en el equilibrio natural y conllevan grandes riesgos para la vida misma. Por eso mismo, demandan nuestra atención urgente.

La definición oficial surgió de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC, comúnmente conocida como ONU Cambio Climático), uno de los tres tratados que se adoptaron en la Cumbre para la Tierra de Río (1992).

Ahora bien, adentrémonos para saber más detalles de cada una de las causas detrás de la crisis climática que atravesamos. 

Cuando hablamos de cambio climático nos referimos a las modificaciones a largo plazo en las temperaturas y patrones climáticos, como explica la ONU. Si bien estos cambios pueden tener causas naturales, lo cierto es que desde el siglo XIX no ocurrió eso sino que fuimos las personas -con las actividades que desplegamos- las responsables del calentamiento global

En particular, la quema de gas, carbón y petróleo en la industria y el transporte pero también la construcción y la agricultura,  generan gases de efecto invernadero que elevan la temperatura del planeta al ritmo más rápido de los últimos 2000 años.

Un planeta más caliente que trastoca los patrones climáticos desencadena eventos más extremos que se repiten con más frecuencia. Así se explica que haya sequías más intensas, escasez de agua, incendios que se propagan con más voracidad, inundaciones que se repiten más seguido, deshielo de los polos y aumento del nivel del mar, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad.

La contaminación muestra muchas caras posibles. Una de las más conocidas es la que deriva de los residuos plásticos que quedan en mares y otros sistemas naturales, descomponiéndose a través del tiempo en partículas más y más pequeñas (los microplásticos) que se depositan en la tierra, flotan en las aguas y hasta quedan suspendidos en el aire. Estas partículas plásticas hacen un recorrido que termina en los cuerpos de personas y animales, complicando la salud de todos.

Otro de los tipos más conocidos (y peligrosos) es la contaminación del aire que respiramos y cuyas fuentes son variadas: el tráfico vehicular, las fábricas, los incendios forestales, los volcanes y el uso de combustibles y tecnologías contaminantes en los hogares (por formas de calefaccionar o cocinar).

Esta polución es la principal causa de enfermedades y muertes prematuras a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada diez personas respiran aire con niveles de contaminantes que superan las directrices recomendadas.

Esta segunda problemática ambiental está relacionada con el cambio climático, puesto que muchas de las emisiones que contaminan el aire son también las que quedan en la atmósfera y derivan en calentamiento global y cambio climático.

La tercera pata de la crisis planetaria es la disminución en la diversidad de todo tipo de formas de vida. Esto incluye extinciones locales o globales de especies de animales, de plantas, de hongos, de microorganismos y también a la variedad de genes y ecosistemas. 

Este daño -muchas veces irreparable– es producto de los cambios en el uso de la tierra, entre ellos el avance de la frontera agropecuaria y de los intereses inmobiliarios que desmonta y deforesta sin piedad, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático.

Para ejemplificar cómo un clima cambiante afecta la biodiversidad basta decir que cuando las aguas de los mares están más calientes, se vuelven más ácidas y llevan a la muerte a los corales. Otro caso que se vio recientemente en distintos países, entre ellos México, donde tras varios días de temperaturas extremas distintos animales silvestres, como los monos, se desvanecieron del calor.

“Coral blanqueado
causado por el carbón y el gas.”

Este enorme problema no sólo implica que se pierdan formas de vida únicas y valiosas, sino que también impacta directamente en la disponibilidad de alimentos y agua potable, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y los recursos hídricos necesarios para la vida humana. Además, esta pérdida pone en jaque la resiliencia de los ecosistemas, lo que afecta la capacidad para enfrentar desafíos ambientales futuros.

Tu apoyo es el motor de nuestras campañas.
¡Ayúdanos a seguir protegiendo el medio ambiente!



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Author: Meri Castro

Agroquímicos: ¿por qué la agricultura se volvió dependiente a ellos y qué consecuencias trae? 

“Hay un discurso dominante, que es que son las corporaciones las que nos dan alimento. ¡Pero hace 100 años no existían y comíamos! La primera cuestión es: ¿qué es la comida? Lo que nutre nuestro cuerpo. ¿Quién la proporciona? En primer lugar, la tierra, porque la industria se concentra en los productos químicos y en los ‘inputs’, pero se han olvidado del suelo y las plantas. Un complejo de 10.000 plantas diferentes es lo que produce la comida. La naturaleza. Las mujeres también nos alimentan. Los agricultores nos alimentan”.

Vandana Shiva, física, filósofa y escritora india. Activista en favor del ecofeminismo (en El Confidencial).

Es indiscutible que la producción de alimentos es una de las actividades centrales en toda sociedad. En base a ella no sólo se sostiene la vida sino que se transmiten saberes de generación en generación sobre cómo y cuándo cultivar, cómo cuidar las semillas y el suelo -tesoros invaluables de la humanidad-, etc. Además, es con esas cosechas que se cimenta la salud misma de las personas.

A lo largo de la historia, esta labor estuvo a cargo de los pequeños agricultores quienes producían en pequeñas y medianas parcelas. Hasta que, en un pasado muy reciente, los grandes poderes económicos comenzaron a ver con buenos ojos a esta área productiva porque entendieron que, si tomaban el control, podrían ampliar sus ganancias aún más. 

Así fue que, con la excusa de abastecer a una población mundial en crecimiento y pregonando que ponían a la ciencia al servicio de esta misión, comenzaron a vender su “revolución verde” al campo.

Herbicidas para combatir “malezas”; insecticidas para extinguir plagas y fungicidas para hacer lo propio con los hongos fueron promocionados como los mejores aliados para facilitar el cultivo y ampliar el rendimiento por hectárea (“rinde”). 

De a poco, el paquete tecnológico de agroquímicos y semillas transgénicas se impuso como la forma dominante de hacer agricultura desplazando a la forma tradicional. Sin embargo, lejos de ser la panacea que prometía, lo que trajo fue un costo ambiental muy alto que estamos pagando desde entonces. 

Activistas de Greenpeace en una protesta contra el uso de pesticidas, “Los pesticidas no son para la vida”, 1989.

Agroquímicos: un modelo que sólo beneficia a unos pocos

La primera sospecha de que los agroquímicos no son tan buenos como dicen debería haberse levantado al saber que está prohibido su uso en la mayoría de las naciones donde las compañías que los comercializan tienen su casa matriz.

Es decir, en los países desarrollados no está permitido su uso agrícola pero todavía se utilizan en los países en desarrollo, según reconoce la Organización Mundial de la Salud.

Por caso, en Sudamérica persisten las aplicaciones en cualquier momento del día y bajo cualquier condición climática, sin importar el uso de recursos hídricos ni las distancias mínimas con hogares y escuelas.

Sólo por tomar un ejemplo, cuatro de los diez productos más usados en Brasil no pueden comercializarse en el continente europeo. 

Por eso no extraña saber que mientras en Europa se usaron 468 mil toneladas de productos sintéticos en 2020 (una reducción del 0,2% respecto a 1999), en nuestra región fueron 770 mil, un incremento del 119%. (Datos Dialogue Earth)

El hecho de que no estén permitidos tiene que ver con que la mayoría de estos agroquímicos “deterioran la salud humana, la biodiversidad, el agua y el suelo”, según denuncia el Atlas de Pesticidas de 2022 publicado por Amigos de la Tierra de las sedes Europa y Alemania.

Greenpeace Brasil y Greenpeace Alemania llevaron a cabo una expedición a Chapada do Apodi, en el Valle de Jaguaribe, Ceará, Brasil, para retratar los impactos de la agroindustria y resaltar la lucha de la población local.

A esto hay que sumar que el avance de este tipo de agricultura extensiva lleva a que en los campos haya cada vez menos diversidad, menos vida, menos agricultores, menos tierras cultivables y menos familias.

Cuáles son los agroquímicos más vendidos y cuáles son sus efectos en la salud

Entre los agroquímicos más vendidos podemos mencionar:

Glifosato

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió  en 2015 que podría causar cáncer. Incluso, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo categorizó dentro del Grupo 2A- Probablemente cancerígeno para los seres humanos.

Paraquat

Altamente tóxico en humanos.

Atrazina

Disruptor hormonal.

Neonicotinoides

Tóxicos para las abejas.

Su uso no es inocuo, como se suele decir. Muy por el contrario, los primeros afectados son quienes trabajan con estos pesticidas y quienes habitan en la cercanía de los campos donde se los aplica. 

La cifra es enorme: 385 millones de personas del área de la agricultura enferman cada año de intoxicación aguda por pesticidas, según un reciente estudio científico publicado en la revista Public Health. 

Esto se siente más en Asia, África y en América Latina (donde los casos ascienden a 12,3 millones aprox). En Europa, un número significativamente menor de personas sufre intoxicación aguda por plaguicidas en la agricultura (1,6 millones en Europa occidental y meridional).

Si una persona queda expuesto a estas sustancias, los síntomas más leves son erupciones y ardor en los ojos, fatiga, dolores de cabeza y corporales, según datos de Dialogue Earth

“Cuando una persona entra en contacto con grandes cantidades de plaguicidas, el resultado puede ser una intoxicación aguda o efectos a largo plazo en la salud que pueden incluir cáncer y efectos adversos sobre la reproducción”, admite la propia OMS.

Los humanos no son los únicos perjudicados porque los ingredientes activos suelen derramarse en el suelo, el agua (algunos de los plaguicidas más antiguos y menos costosos pueden permanecer durante años) y trasladarse por el aire, también llegan a las comidas.

Por último, hay que entender que los desequilibrios en el avance de los monocultivos y de esta forma de producir dependiente de los agroquímicos también lleva a que surjan nuevas complicaciones, como pestes e insectos resistentes a herbicidas, lo que a su vez genera la necesidad de nuevas generaciones de semillas y un uso más intensivo de pesticidas. En conclusión, es un círculo vicioso en el que cada vez se usa más veneno. 

Al mismo tiempo, aves, anfibios, mariposas, abejas y otros polinizadores cruciales de los ecosistemas sufren las consecuencias de esta realidad.

Abejas muertas por pesticidas.

Ante esto, no se trata de eliminar por completo la producción a gran escala sino de limitar la capacidad de daño de los pesticidas, reforzando acciones de vigilancia y control, es solo una parte de la solución. Por otro lado, es tiempo de apostar por un modelo más sostenible, entre los que la agroecología asoma como una opción prometedora. 



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Author: Meri Castro

Contaminación por microplásticos: 3 cosas que tienes que saber 

Los microplásticos no dejan de ser noticia. Las pruebas de que son un verdadero problema para la salud de las personas, los animales y el ambiente son contundentes, lo cual es lógico cuando consideramos que vivimos en un mundo donde la contaminación por este material sintético es la regla y no la excepción. 

En conmemoración del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, Greenpeace insta a todos los colombianos a unirse en la lucha contra la contaminación plástica, adoptando alternativas sostenibles y comprendiendo la importancia de la nueva ley de plásticos que entró en vigor el 1 de julio de este año.

En este video Celeste Giardinelli muestra con claridad cómo se ve el flagelo de los microplásticos en un lugar tan delicado y lleno de vida silvestre como es la Isla de Pascua. 

Esta es una de las problemáticas más urgentes a las que nos enfrentamos como sociedad. Por suerte, siempre hay algo que podemos hacer para mejorar la situación. 

Hoy en particular te compartimos algunas ideas que ayudan a reducir la exposición a estos contaminantes ínfimos pero poderosos, que nos acechan en el agua, el aire y hasta en la comida.

¿Qué son los microplásticos?

Primero, convengamos que cuando hablamos de microplásticos nos referimos a diminutos fragmentos de plástico (de menos de 5 mm de diámetro) que se originan al degradarse productos más grandes, como botellas, bolsas, esponjas de melamina, etc.

Microplásticos vistos desde un microscopio, a partir de muestras de agua tomadas por Greenpeace en el río Rin.

Estos materiales, al ser descartados y quedar expuestos a la intemperie, se descomponen en partículas más pequeñas que se depositan en el suelo, viajan a ríos y mares y hasta son transportadas por el aire.

Millones de perdigones, pequeñas bolas de plástico de color blanco, han estado inundando las costas gallegas.

Es importante saber que los microplásticos no sólo se generan al terminar la vida útil de un objeto. El ejemplo más claro es el de las esponjas plásticas que se usan para lavar platos que, cada vez que se friccionan, liberan billones de partículas tóxicas que viajan cañerías abajo contaminando todo a su paso.

¿Cómo llegan a nosotros los microplásticos?

Los microplásticos también llegan a partir de los mismos recipientes que utilizamos a diario para transportar alimentos, que a diario desprenden fragmentos microscópicos que ingerimos sin darnos cuenta. 

Al mismo tiempo, diversos estudios científicos han encontrado que el agua embotellada contiene niveles significativamente más altos de microplásticos en comparación con el agua del grifo.

Es decir que todo el tiempo estamos en contacto con microplásticos que terminan ingresando en nuestro sistemas.

En esta nota puedes leer más detalles:

¿Cómo disminuir la exposición a los microplásticos? 

Es momento de poner acción estas ideas para reducir la exposición a este tipo de contaminación:

Sofía Gómez con un cartel que dice “Tratado Global de Plásticos ahora”.

En un plano más general, no olvidemos que podemos frenar esta marea si se crean y fomentan medidas que abarquen desde la producción hasta el consumo. Por eso, conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos continúa siendo la mejor estrategia. Seguiremos luchando para que se haga realidad ??.


Un grupo de activistas de Greenpeace se presentó en la Maratón de Santiago de Chile para denunciar el avance de la industria salmonera en la Reserva Nacional Kawésqar en la Patagonia chilena.

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Author: Meri Castro