Hace medio siglo, el primer grupo de activistas de Greenpeace sembró las semillas de un movimiento global por la paz y la ecología. Actualmente, somos una organización política y económicamente independiente que trabaja en más de 50 países.
Buscamos soluciones y generamos cambios. Investigamos, denunciamos, y nos involucramos. Cada día, el apoyo de millones de personas nos impulsa a actuar para lograr un futuro verde y pacífico.
Hoy recordamos algunas de nuestras victorias más recientes. Si estamos juntos, podremos seguir haciendo historia.
2010: Greenpeace presiona a Nestlé para que deje de destruir las selvas tropicales
Activistas vestidos como orangutanes sostienen carteles con la frase “Dale un descanso a los orangutanes” durante una acción frente a una sede del gigante alimentario Nestlé.
Greenpeace descubrió que el aceite de palma que se utilizaba para fabricar KitKat, el famoso chocolate de Nestlé, era suministrado por el grupo Sinar Mas, el conglomerado responsable de la destrucción de las selvas tropicales de Indonesia.
Los consumidores presionaron a Nestlé durante ochos semanas, a través de las redes sociales, para que dejara de comprar aceite de palma a productores que arrasaban el hábitat del orangután. Por su parte, Greenpeace realizó acciones directas no violentas en contra de la marca KitKat.
Finalmente, Nestlé acordó suspender la compra de aceite de palma proveniente de fuentes que destruyan las selvas tropicales de Indonesia.
2015: Shell abandona la perforación petrolera en el Ártico
Los activistas de Greenpeace sostienen un cartel con la frase “La gente contra Shell” mientras escalan la plataforma petrolera Polar Pioneer de Shell en el océano Pacífico.
La empresa Shell anunció que abandonaría su programa de perforaciones en busca de petróleo en el Ártico, por “los pobres resultados de sus exploraciones, los costos elevados y la incertidumbre legal”.
Las condiciones extremas del Ártico, que incluyen tormentas e icebergs a la deriva, hacen que la perforación en alta mar sea una actividad de alto riesgo. El propio gobierno de Estados Unidos había calculado en un 75% la probabilidad de vertidos durante la vida útil de los pozos que Shell pudiese abrir en la zona. Los expertos indican que un vertido allí sería casi imposible de limpiar de forma adecuada, lo que dañaría la biodiversidad única del lugar.
Después de tres años de acciones de Greenpeace, el reclamo de 7 millones de personas en todo el mundo que se sumaron a la campaña Salva el Ártico, y miles de voluntarios y activistas enfrentándose a la petrolera, se logró el objetivo.
2016: El mar de Ross, la mayor área marina protegida en el mundo.
Capa de hielo del Mar de Ross, Antártica.
El mar de Ross, frente a las costas de la Antártica, se convirtió en el área marina protegida más grande del mundo luego de años de campaña de Greenpeace en la CCAMLR (Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Antárticos).
Cada año, Greenpeace, la Alianza del Océano Antártico (coalición de organizaciones ambientales y de conservación) y millones de personas en el mundo le pedían a los gobiernos que tomasen esta decisión, pero el proceso siempre se bloqueaba.
Finalmente, los miembros de CCAMLR acordaron transformar el mar de Ross en un santuario de 1.550.000 km2. Alrededor de tres cuartas partes de esta superficie estará protegida de cualquier actividad, con una vigencia prorrogable de 35 años.
Este es uno de los últimos ecosistemas marinos intactos del mundo, hogar de pingüinos, focas de Weddell, merluzas negras y petreles, entre otras especies. La región es fundamental para la investigación científica, permite estudiar cómo funcionan los ecosistemas marinos y comprender los impactos del cambio climático en el océano.
2021:Groenlandia prohíbe la exploración petrolera y de gas para frenar el cambio climático.
Activistas de Greenpeace suben a la plataforma petrolera Leiv Eiriksson de Cairn Energy, en Groenlandia.
El gobierno de Groenlandia decidió poner fin a todas las nuevas licencias de exploración de petróleo y gas debido a la emergencia climática. Este logro es el resultado de una lucha sin descanso de organizaciones y comunidades.
Greenpeace trabajó durante años y realizó diferentes acciones contra las perforaciones petroleras en alta mar en el Ártico:
En2010 y 2011, los activistas a bordo del barco Esperanza protestaron por las perforaciones de exploración de la empresa Cairn Energy frente a la costa oeste de Groenlandia.
En 2013, el cantante Alejandro Sanz viajó a la isla junto a Greenpeace, donde comprobó en primera persona los efectos del cambio climático en el Ártico y convivió con las comunidades inuits.
En 2015, Greenpeace documentó una flota de pruebas sísmicas y realizó protestas por las explosiones sísmicas en el noreste de Groenlandia.
2021: Una decisión judicial histórica contra Shell.
Acción contra Shell en Argentina
El tribunal de La Haya dictaminó que Shell debe reducir sus emisiones de CO2 (dióxido de carbono) en un 45% neto para 2030 en comparación con 2019.
Esta es la primera vez que se responsabiliza a una multinacional por su contribución al cambio climático y se la condena a disminuir de manera drástica las emisiones de CO2 a lo largo de toda la cadena de suministro. Es un fallo histórico y una victoria para todos los afectados por la crisis climática.
El caso fue iniciado por la organización Friends of the Earth Netherlands (Amigos de la Tierra Holanda) (Milieudefensie ), junto con Greenpeace Netherlands (Países Bajos), otras ONGs y más de 17 mil co-demandantes individuales.
Desde hace 50 años, nuestros valores continúan siendo los mismos: la independencia, la no violencia y la confrontación pacífica. Durante medio siglo trabajamos para transformar la esperanza en acción, pero sabemos que aún hay desafíos por delante.
Contigo podremos lograr el futuro que queremos. Acompáñanos, unidos somos más fuertes.
Desde nuestros inicios en 1971 celebramos victorias y grandes avances. Impulsamos cambios, leyes ambientales y tratados internacionales.
Y siempre lo hicimos de manera independiente, política y económicamente, junto a las miles de personas que nos acompañan.
Hoy te presentamos algunos de los hitos que logramos gracias al poder de la gente.
1991:Greenpeace y su base en la Antártica
Base World Park en la Antártica
En 1987 Greenpeace estableció la base de investigación World Park en el cabo Evans, en la isla Ross, Antártica. El fin era asegurarse un lugar en la mesa de negociaciones entre los estados miembros del Tratado Antártico.
La estación se cerró en 1991 cuando los 39 firmantes del Tratado Antártico acordaron adoptar un nuevo Protocolo de Protección Ambiental. Se incluyó la prohibición de explotar minerales durante al menos 50 años con el objetivo de preservar el continente para fines pacíficos y científicos.
1993:Fin al vertido de residuos radiactivos en el mar
Greenpeace documenta que el barco ruso TNT27 arroja desechos nucleares en el Mar de Japón. 18 de octubre de 1993
El Convenio de Londres (Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias) prohibió la eliminación de desechos radiactivos de baja actividad y el vertido y la incineración de desechos industriales en el mar.
Este resultado se consiguió después de una campaña de 15 años, realizada por Greenpeace y sus aliados, que incluyó una serie de acciones en alta mar, la presentación de solicitudes y el apoyo público.
1995: Una gran victoria en la lucha contra los vertidos en el mar
Acción en la plataforma petrolera Brent Spar
Una de las acciones más famosas de Greenpeace, la ocupación de la plataforma petrolera Brent Spar, tuvo lugar en el Mar del Norte en junio de 1995.
Ese mismo año Shell había decidido que ya no quería utilizar su plataforma Brent Spar y obtuvo el permiso del Reino Unido para hundir sus 14.500 toneladas en el océano Atlántico.
Greenpeace, que tenía una campaña contra la eliminación de instalaciones en los océanos, pasó a la acción. Los activistas ocuparon la plataforma durante más de tres semanas y sus imágenes enfrentándose a cañones de agua despertaron una gran cantidad de protestas espontáneas contra Shell en toda Europa.
A pesar de la negativa del Reino Unido de dar marcha atrás con la autorización para hundir la instalación, la presión pública hizo que Shell finalmente decidiera desmantelar y reciclar la plataforma Brent Spar en tierra.
Una semana después de que Shell abandonara su plan de hundir la plataforma, OSPAR (La Convención para la Protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del Nordeste) votó una moratoria sobre la eliminación en el mar de instalaciones de petróleo y gas.
1995: Un freno a las pruebas nucleares
Comandos de Francia en el Rainbow Warrior II, durante la protesta contra los ensayos nucleares franceses.
En junio de 1995, el gobierno de Francia anunció que continuaría con ocho pruebas nucleares subterráneas en el atolón de Mururoa, en la Polinesia Francesa.
Greenpeace respondió y una tripulación a bordo del Rainbow Warrior II se dirigió a Mururoa para cumplir la misma que misión en 1973: protestar y exponer las pruebas públicas y, si es posible, interrumpirlas.
El Rainbow Warrior II y los barcos Vega y MV Greenpeace se acercaron a la zona de exclusión francesa el 1 de septiembre. Desde el buque de guerra francés Prairial se les ordenó a las naves que regresaran, pero la respuesta fue “Mensaje recibido, sin comentarios”.
Luego, los comandos franceses asaltaron los barcos con ganchos y gases lacrimógenos y arrestaron a toda la tripulación. La vocera de la campaña, Stephanie Millis, estaba encerrada en una cabina dando una entrevista a los medios con una radio cuando de repente se rompió un vaso y se arrojó gas lacrimógeno. Desde la cabina se oían gritos y toses.
Un video del ataque y una grabación de audio de los gritos de los manifestantes pacíficos viajaron por el mundo y provocaron una ola de resistencia a las pruebas. Así, en enero de 1996, el presidente francés anunció la “suspensión definitiva” del programa.
Más de 7 millones de personas se sumaron a peticiones para frenar los ensayos nucleares. Además de Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y China se comprometieron a firmar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
1997: Greenpeace crea Greenfreeze
Producción del refrigerador “Greenfreeze” en la fábrica Kelon, en Shunde, China
Greenpeace revolucionó el mercado de los refrigeradores con la invención de Greenfreeze. Este sistema de refrigeración está libre de emisiones de HFCs (hidrofluorocarburos) y otros químicos dañinos para la capa de ozono.
La organización recibió el Premio Ozono que otorga PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) por el desarrollo de la tecnología Greenfreeze.
2003:Demarcación de la tierra del pueblo indígena Deni en el Amazonas
Greenpeace ayudó al pueblo indígena Deni a demarcar las áreas que oficialmente les pertenecen.
En una investigación sobre la tala ilegal en el Amazonas, Greenpeace descubrió que el gigante maderero malayo WTK había comprado 313 mil hectáreas de bosque, pero casi el 50% del área eran tierras que pertenecían al pueblo indígena Deni.
Con el apoyo de Greenpeace, el pueblo comenzó en 2001 a demarcar el área por su cuenta. Después de mucha presión pública y exposición de la prensa, llegó la recompensa: la demarcación oficial del territorio se realizó en agosto de 2003. Se instalaron hitos y placas que identifican el área con el sello del gobierno federal.
Gracias por acompañarnos y ser parte de nuestros primeros 50 años de historia. Seguiremos luchando por lo que nos importa.
Celebramos 50 años de lucha en la protección del medio ambiente y es hora de mirar al futuro recordando los logros pasados.
Tenemos mucho por delante y nos acompaña la experiencia de un gran camino recorrido.
Hoy queremos compartir con vos la historia que construimos juntos. ¿Empezamos?
1971: el viaje que lo inició todo
La tripulación a bordo del pesquero Phyllis Cormack.
El primer viaje de Greenpeace comenzó el 15 de septiembre de 1971. La tripulación partió desde Vancouver, Canadá, a bordo del pesquero Phyllis Cormack (también conocido como “Greenpeace”) hacia la Amchitka, una pequeña isla volcánica frente al oeste de Alaska.
El objetivo del grupo era detener las pruebas nucleares en la isla ingresando al área protegida. Irving Stowe, cofundador de Greenpeace, describió su plan como un “viaje por la vida y por la paz”. Nadie en el pequeño equipo de 12 personas tenía idea de que su viaje crearía una organización global y cambiaría el mundo.
De hecho, el barco y la tripulación nunca llegaron a la isla: la Guardia Costera de Estados Unidos los interceptó. La misión fue declarada infructuosa hasta que regresaron a casa, donde cientos de personas les dieron la bienvenida en el puerto de Vancouver.
Aunque no pudieron arribar a su destino, la primera acción de Greenpeace generó tanta presión en el gobierno de Estados Unidos que las pruebas nucleares en Amchitka finalizaron ese mismo año. La isla sigue siendo una reserva natural hasta el día de hoy.
1974: Francia pone fin a las pruebas nucleares en el Pacífico Sur
El 15 de agosto de 1973 el barco Vega es abordado por un comando de la marina francesa.
Las pruebas nucleares habían comenzado en la década de 1960 sin considerar la mayoría de las consecuencias para los seres humanos y el medio ambiente.
En Nueva Zelanda, el ambientalista canadiense David McTaggart respondió a un anuncio en un periódico y ofreció su barco Vega para protestar contra los ensayos.
En 1972, una tripulación de cinco miembros liderada por McTaggart zarpó desde Nueva Zelanda a bordo de la embarcación rebautizada como Greenpeace-III. Viajaron hacia la a la zona de exclusión francesa alrededor del atolón de Mururoa con el fin de lograr la suspensión de las pruebas.
En agosto de 1973, el grupo a bordo el Greenpeace-III navegó nuevamente hacia el atolón de Mururoa para detener los ensayos de armas nucleares, esta vez acompañado por varios otros barcos.
El Greenpeace-III se dirigió a un área que el gobierno francés había declarado zona restringida. Allí lo abordó un comando de la marina de Francia y David McTaggart y Neil Ingram, activista, fueron brutalmente golpeados.
En el barco se encontraban Ann-Marie Horne y Mary Lornie, quienes pudieron sacar fotos y filmar el ataque. Los franceses confiscaron la cámara de video, pero Ann-Marie logró pasar sus imágenes de contrabando con éxito más allá de la seguridad.
Este incidente causó indignación en todo el mundo, y en 1974 Francia anunció que suspendería su programa de pruebas de armas nucleares atmosféricas.
1982: Moratoria sobre la caza de ballenas
Greenpeace protesta contra los balleneros en aguas peruanas.
Se estima que en 1970 el número total de ballenas azules se redujo a menos de 6 mil. La ballena jorobada también sufrió una disminución de población similar, mientras que solo quedó la mitad de las poblaciones de ballena gris del Pacífico y ballena Rudolph.
Las escenas de activistas de Greenpeace que se oponían a las flotas de balleneros en alta mar y se interponían en el camino de sus arpones llamaron la atención sobre el problema. Las fotografías de ballenas muertas circulaban por todo el mundo y la opinión pública comenzó a estar en contra de los balleneros.
En 1979, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) estableció el Santuario de Ballenas del Océano Índico como una medida práctica de conservación.
Greenpeace continuó ejerciendo presión hasta que en 1982 la CBI finalmente introdujo una moratoria sobre la caza comercial de ballenas. Después de décadas de acción, las poblaciones de ballenas en peligro de extinción han tenido la oportunidad de recuperarse.
1985: El bombardeo al barco Rainbow Warrior por parte del gobierno francés
El Rainbow Warrior en el puerto de Auckland, Nueva Zelanda, después del bombardeo producido por agentes del servicio secreto francés.
El 10 de julio de 1985, el barco Rainbow Warrior de Greenpeace estaba anclado en Auckland, Nueva Zelanda, listo para enfrentar las pruebas nucleares en el atolón de Mururoa, cuando agentes del servicio secreto francés colocaron dos bombas en su casco. La explosión hundió la embarcación y mató al fotógrafo portugués de Greenpeace, Fernando Pereira, de 35 años.
Al principio, el gobierno francés negó tener conocimiento de la operación, pero pronto se hizo evidente su participación. Finalmente, el primer ministro Laurent Fabius afirmó por televisión que los agentes de la DGSE (servicio secreto) habían hundido la nave y seguido órdenes.
La decisión del gobierno extranjero de responder a la protesta pacífica con fuerza letal causó conmoción e ira en el mundo.
1985: Greenpeace lidera la “Operación Éxodo”: la evacuación de los isleños en Rongelap
La tripulación del Rainbow Warrior llevó a adultos, niños y 100 toneladas de materiales de construcción a la isla de Mejato, desde Rongelap.
La isla Rongelap, en el océano Pacífico, sufrió los efectos de la lluvia radiactiva causada en 1954 por las pruebas nucleares que Estados Unidos realizó en las cercanías.
Aunque los residentes de las islas Bikini y Enewetak fueron evacuados de sus hogares antes de las pruebas nucleares, los residentes de Rongelap, a unos 150 kilómetros de distancia, no tuvieron esa suerte.
A las cuatro horas de la detonación de la bomba Castle Bravo, de 15 megatones, las partículas radiactivas comenzaron a llegar a la isla. Los isleños informaron que diminutas cenizas blancas caían sobre las cabezas y las manos desnudas de las personas que estaban al aire libre. Las cenizas se disolvieron en el sistema de suministro de agua y el viento las empujó hacia las casas.
En 1957, el gobierno de Estados Unidos declaró que Rongelap era seguro para vivir. Sin embargo, la tasa de abortos entre las mujeres que vivían allí era el doble que entre las mujeres que nunca habían estado expuestas a niveles tan altos de radiación.
Los isleños acudieron a los activistas de Greenpeace en busca de ayuda y el 17 de mayo un grupo, a bordo del barco Rainbow Warrior, llegó al lugar.
Durante los siguientes 10 días, la tripulación evacuó a más de 300 isleños y llevó más de 100 toneladas de material de construcción a la isla de Mejato, a 180 kilómetros de distancia.
Sabemos que cada triunfo solo es posible gracias a las miles de personas que están de nuestro lado. Si actuamos juntos, lograremos el futuro verde y pacífico que buscamos. La historia continúa…
“Mucha gente está esperando que Martin Luther King Jr. o Mahatma Gandhi regresen, pero ya no están. Estamos nosotras”
– Marian Wright Edelman
Cuando se piensa en los orígenes de Greenpeace y en las personas que fundaron la organización, a la mayoría se nos vienen a la cabeza imágenes de hombres con atuendo de los años 70, sonrientes y haciendo gestos de victoria a bordo de un pequeño barco. Eran Bob Hunter, Ben Metcalfe o Jim Bohlen, foto inequívoca de los inicios de la organización, que navegaron a bordo de un viejo pesquero, el Phyllis Cormack, hasta la isla de Amchitka, en Alaska, para oponerse a las pruebas nucleares de Estados Unidos
1973 Mary Lornie, Ann-Marie Horne, David McTaggart y Nigel Ingram.
Sin embargo, en aquel grupo de personas con ideas pioneras también había muchas mujeres. Mujeres valientes y visionarias, cuyo papel fue fundamental en la creación de Greenpeace tal y como la conocemos hoy en día.
Este año se celebra el 50 aniversario de la fundación de Greenpeace y nos parece oportuno visibilizar a las mujeres sin cuyo trabajo, seguramente, Greenpeace no sería la misma organización que hoy conocemos.
¿Las conoces? Hoy queremos rendirles un homenaje a través de alguna de sus historias y aportaciones.
Marie Bohlen
Marie Bohlen
Marie fue ilustradora de la naturaleza, miembro del Sierra Club y pacifista. Emigró con su familia a Vancouver, Canadá en 1967, donde conocieron a Dorothy e Irving y cofundaron el Comité Don’t Make A Wave, que más tarde se convertiría en Greenpeace.
En febrero de 1970, mientras discutía cómo detener las pruebas de bombas nucleares estadounidenses en Alaska, Marie propuso la idea de navegar en un barco hasta el lugar de prueba y enfrentarse a la bomba. Esta, por supuesto, se convirtió en la primera campaña de Greenpeace.
También fue la creadora del primer logo de la organización. Falleció en 2014 y es recordada por los que más la conocieron por su pacifismo, sencillez y activismo social.
Dorothy Stowe
Dorothy Stowe
Fundadora de Don’t Make a Wave Committee, ayudó junto a Marie a lanzar la primera campaña de Greenpeace, y organizó las primeras reuniones de Greenpeace en su casa. Dorothy dedicó su vida a defender el medio ambiente, fue una férrea opositora del uso de la energía nuclear y de la guerra de Vietnam.
Dorothy habría cumplido 100 años en diciembre pasado. Falleció pacíficamente hace diez años en Vancouver, Canadá, donde cofundó Greenpeace con su esposo Irving y otros pacifistas y ecologistas.
Dorothy tenía un gran corazón y sabía cómo trabajar duro para organizar el cambio social. Durante los primeros años de Greenpeace, Dorothy sirvió como una influencia estabilizadora e inclusiva, que inspiró a las personas a ayudar e hizo que todos se sintieran valorados y esenciales para el movimiento.
Dorothy Metcalfe
Dorothy Metcalfe junto a Dorothy Stowe y Rex Weyler
Dorothy Metcalfe era reportera del Winnipeg Tribune en Canadá cuando conoció al periodista Ben Metcalfe. Durante la primera campaña de Greenpeace, convirtió su casa en una sala de radio, transmitiendo informes de Ben, que estaba en Phyllis Cormack, a los medios de comunicación del mundo.
Cuando EE. UU. Retrasó la prueba y la tripulación consideró un puerto seguro en Kodiak, Alaska, Dorothy los alentó a avanzar hacia las Islas Aleutianas. “El impulso está creciendo”, aconsejó. Dorothy presionó a los miembros del Parlamento canadiense, lo que resultó en tres mociones que instaban a Estados Unidos a cancelar la prueba.
Zoe Hunter
Zoe Hunter
Zoe era miembro de la Campaña del Reino Unido para el Desarme Nuclear cuando conoció a Bob Hunter en Londres en 1962. Ella fue quien le presentó el trabajo pacifista de Bertrand Russell y lo llevó a la marcha por la paz de 1963 a la instalación nuclear de Aldermaston. Primera protesta política de Hunter. Zoe también trabajó con Dorothy Stowe y Dorothy Metcalfe para aprovisionar los dos primeros barcos de Greenpeace. Hasta este año no teníamos imágenes de Zoe públicas y disponibles hasta que una voluntaria de Greenpeace España logró contactar a su hija Justine y hoy Zoe tiene visibilidad en la historia de la organización
Debemos reconocer a las mujeres que formaron parte del movimiento que inició Greenpeace en 1970, cuyas historias a menudo se pasan por alto. Aunque, al final, el viaje de Amchitka solo llevó a hombres, el esfuerzo no habría sucedido sin la influencia de las mujeres y el apoyo en el terreno. Bob Hunter, otro de los fundadores de Greenpeace, comentó más tarde que esto había sido un error y que la mitad de la tripulación debería haber sido mujeres.
Esta nota sólo recoge una pequeña muestra de tantas mujeres que han formado y formamos parte de la historia de Greenpeace, que han dedicado buena parte de su vida a la defensa del medio ambiente. Algunas decidieron ponerse entre el arpón y la ballena, otras permanecen horas cubriendo una noticia, se movilizan para frenar las injusticias medioambientales, pasan horas investigando hasta llegar al origen de las prácticas más sucias de las empresas, o acuden a reuniones internacionales donde se decide el futuro de nuestro planeta.
En este 50 aniversario queremos rendir homenaje a todas ellas, a todas nosotras, que dedicamos la vida y luchamos cada día por un mundo más justo ambiental y social. Queremos visibilizar y reconocer el papel fundamental y siempre apasionado de quienes en ocasiones no han tenido el reconocimiento que les correspondía.
Por Rex Weyler, cofundador de Greenpeace Internacional.
De 1974 a 1982, me desempeñé como fotógrafo en campañas de Greenpeace. A continuación, comparto una decena de fotografías de esos años y algunos recuerdos.
1975. La primera oficina pública de Greenpeace se inauguró en 4th Avenue, Vancouver, Canadá.
La primera oficina de Greenpeace estaba en la casa de Dorothy e Irving Stowe, en Vancouver (dos de los cofundadores de Greenpeace).
Solíamos reunirnos en la Iglesia Unitaria, en nuestras cocinas, en cafeterías y en pubs. En 1975, antes de la primera campaña de ballenas, compartimos este pequeño espacio de oficina con la única otra organización ecológica en Vancouver, la Sociedad para la Prevención del Colapso Ambiental – Society for the Prevention of Environmental Collapse (SPEC).
Nuestra pequeña oficina contigua, dirigida por Bobbi Hunter, constaba de un teléfono, un tablero de anuncios y una larga losa de madera a modo de escritorio. A menudo nos encontrábamos en el pub al otro lado de la calle, arriba junto a una ventana abierta, y cuando recibíamos llamadas en la oficina, Bobbi gritaba al otro lado de la calle y la persona solicitada iba hacia el teléfono.
En la foto se lo ve a Bob Hunter, presidente de Greenpeace, en la cabecera de la mesa, en la sala de reuniones compartida, con papeles en la mano. Bree Drummond, que se había subido a los álamos para protegerlos de los leñadores, se apoya contra la pared. Leigh Wilks, enfermera del Hospital de Vancouver, está tomando notas, sentada junto a Rod Marining, uno de los visionarios de la ecología de Vancouver y conexión con los medios durante las campañas de ballenas. No hubo sueldos. Todos fueron voluntarios.
1975. Un cachalote agoniza bajo la proa de un barco rusocon arpón.
Una versión en blanco y negro de esta imagen icónica de la campaña de ballenas de 1975 apareció en periódicos de todo el mundo.
Cuando planificamos la campaña de ballenas, uno de nuestros objetivos era reemplazar la vieja imagen de la caza de ballenas de Moby Dick ( hombres pequeños y valientes en botes diminutos que persiguen a un leviatán feroz) con la realidad de la caza de ballenas moderna: barcos de acero gigantes con arpones explosivos que diezman a familias vulnerables de cetáceos. Esta imagen ayudó a cambiar esa percepción, ya que podemos ver visualmente y sentir visceralmente el desequilibrio mortal del poder.
Esta fotografía fue tomada el primer día que nos encontramos con los balleneros rusos, el 27 de junio de 1975, sobre los montes marinos de Mendocino Ridge, a 50 millas de la costa de California. Trabajamos tan febrilmente ese día que no me di cuenta hasta más tarde esa noche de lo desconsolado y traumatizado que me sentía después de presenciar la carnicería.
1975. Taeko Miwa y Mel Gregory en la timonera del Phyllis Cormack , el primer barco de Greenpeace.
Taeko, de Japón, fue posiblemente la activista medioambiental más experimentada de la tripulación de la campaña de ballenas de 1975.
Ella había trabajado con víctimas de envenenamiento por mercurio en Minamata, Japón, donde más de 2.000 personas habían muerto y miles más sufrieron aflicciones de por vida causadas por aguas residuales industriales de la planta química de Chisso Corporation. También, había dirigido una campaña de aire limpio en Tokio y una protesta contra un nuevo aeropuerto en la misma ciudad, que devastó una comunidad rural.
Mel era un músico de Vancouver que tenía una profunda afinidad con los animales. Protegería a las arañas de ser asesinadas por otros, incluso por extraños, y tenía una iguana como mascota llamada Fido. Durante este viaje experimentó tocando música a las ballenas a través de altavoces bajo el agua, mientras grababa su respuesta.
Mel trajo un “Libro de sueños” al barco para que la tripulación escribiera los suyos. El poeta Lawrence Ferlinghetti incluyó un sueño/poema histórico en el volumen dos del libro en 1977.
Entre 1974 y 1978, Bobbi fue jefa de recaudación de fondos y gerente de oficina de la Fundación Greenpeace.
En 1976, sirvió en la tripulación de la campaña de ballenas. Esta fue la primera vez que detuvimos un barco arponero, muerto en el agua, terminando su caza.
Durante la década de 1970, los equipos de oficina y de campaña eran intercambiables. Creíamos que los activistas debían hacer una variedad de trabajos: en la oficina, con el público y en campañas. Hicimos todo lo posible para asegurarnos de que el personal de la oficina dispuesto tuviera la oportunidad de estar en la primera línea de las campañas. Bobbi estaba en la radio marina casi todos los días, con el personal en Vancouver, hacía un seguimiento de los presupuestos y la logística de la campaña.
1975. Tripulación ballenera rusa a bordo del Dalnyi Vostok.
Desarrollamos relaciones amistosas con la mayoría de las tripulaciones balleneras (no necesariamente con los oficiales). La primera vez que nos acercamos lo suficiente en un pequeño bote inflable para hablar con ellos, alguien nos preguntó en inglés: “¿Tienen LSD?” No pudimos satisfacer esta solicitud, pero regresamos a nuestro barco y les dimos botellas de ron y pins de ballenas, que les complació recibir.
Durante varias campañas de ecología, me di cuenta de que cada problema ecológico que abordamos tenía un impacto en el trabajo o el sustento de alguien. Claramente, parte de la transición ecológica de la sociedad requeriría esfuerzos para apoyar a aquellos empleados en procesos industriales o militares dañinos. Este desafío permanece con nosotros hasta el día de hoy. Resolver nuestra crisis ecológica probablemente signifique una revisión sustancial de todo nuestro sistema económico.
1976. Los fotógrafos Matt Herron y Kazumi Tanaka capturan el proceso de transferencia de ballenas muertas desde los barcos arponeros al barco factoría Dalnyi Vostok , en el océano Pacífico.
Las ballenas fueron descuartizadas en la cubierta del barco factoría, y una tubería que sobresalía del casco corría continuamente con sangre. Los tiburones siguieron al barco factoría, y el hedor del matadero flotante nos dio náuseas a todos.
Tomar una fotografía desde un pequeño bote inflable en movimiento, incluso en un mar algo agitado, es extremadamente difícil, y al principio luchamos con esto. Aprendimos en 1975 que el método más eficaz era pararse en la proa, con una cuerda de la proa alrededor de la cintura. Con este método, el fotógrafo podría inclinarse hacia atrás, con las piernas y la cuerda creando un trípode, y permanecer estable con las dos manos libres.
1976. Bob Hunter escribiendo un comunicado de prensa en el escritorio de su sala de máquinas.
Esta fotografía fue tomada en el James Bay, el barco detector de minas canadiense utilizado para las campañas de ballenas de 1976 y 1977. No había Internet y no teníamos medios para distribuir noticias y fotografías de las embarcaciones durante ese tiempo, excepto por radio marina.
Hunter y yo llamábamos a nuestros respectivos periódicos por radio. Les leíamos las historias a nuestros editores, quienes las grabarían y transcribirían. Para enviar fotografías tuvimos que llegar a tierra, procesar la película y mandar las fotos por los servicios de cable.
Hunter fue un escritor espléndido y un prodigio de los medios. Fue alumno del analista de medios Marshall McLuhan, quien predijo Internet en la década de 1960, y mostró cómo las tecnologías de la comunicación afectan la cognición humana y, por lo tanto, influyen en la organización social.
La ahora famosa teoría del cambio social de la “bomba mental” de Hunter, sugería que la forma más rápida de cambiar la sociedad implicaba lanzar imágenes e historias, “bombas mentales”, que “explotarían en la cabeza de las personas en todo el planeta”. Greenpeace, sugirió, debería dejar que otros resolvieran los detalles. Nuestro objetivo era contagiar a toda la familia humana con una idea: somos parientes de todos los seres vivos, somos hijos de nuestra Madre Tierra, y tenemos la responsabilidad de cuidarla.
1976. Bree Drummond (más tarde Marining), en la sala de máquinas del barco James Bay.
Bree era una activista experimentada, había salvado un grupo de álamos en Vancouver, ayudó a organizar la campaña de focas arpa de 1976 y coordinó el programa de vigilancia de la sala de máquinas durante la campaña de ballenas de 1976.
La vigilancia de la sala de máquinas es un trabajo serio en cualquier barco. Tomó aproximadamente una hora, dos veces al día, revisar todas las válvulas de presión de aceite, bombas de combustible, refrigerante y medidores de temperatura, verificar deterioro o grietas, operar la bomba de achique y mantener limpia la sala de máquinas. Una de las mayores amenazas en una embarcación es un incendio en la sala de máquinas. Puede encenderse por chispas del motor que llegan a charcos de aceite o combustible que no fueron atendidos.
Las imágenes populares de los medios de comunicación sobre las campañas de Greenpeace destacan a los activistas comprometidos en una confrontación visible con la oposición. Sin embargo, por cada activista que sube a una torre o bloquea un barco ballenero, cientos de voluntarios realizan los trabajos menos visibles y glamorosos que son esenciales para cualquier campaña exitosa.
12 de agosto de 1977. Jerry García y sus amigos dan un concierto benéfico en el barco James Bay, en el muelle 31 de San Francisco.
Seis días antes, Mel Gregory, Caroline Keddy y yo habíamos viajado a través de la bahía hasta el Keystone Club en Berkeley, California, y hablamos hasta llegar al área del backstage, donde nos reunimos con García, quien accedió a hacer el beneficio.
En los siguientes cinco días obtuvimos los permisos, manejamos 50 millas al norte de San Francisco para reunirnos con un productor de conciertos, creamos un perímetro alrededor del muelle, construimos el escenario y las plataformas de los parlantes, hicimos una cabaña para técnicos de sonido, decoramos el barco como un área de backstage, pusimos a la venta las entradas, visitamos radios para promocionar el espectáculo, y se agotaron todos los tickets.
Siempre estábamos arruinados en esos días, recolectando dinero mientras viajábamos en campañas. Con el espectáculo recaudamos $20,000, lo suficiente para aprovisionar, cargar combustible en el barco y poder regresar tras las flotas balleneras.
A García se unieron John Kahn en el bajo, Ron Tutt en la batería, Keith Godchaux en los teclados y Donna Jean Godchaux y Maria Muldaur cantando. Los miembros de la banda Jefferson Airplane se pueden ver al fondo, en el barco.
Sin el Capitán John Cormack, probablemente Greenpeace hoy no existiría. Aceptó llevar a la tripulación original de 1971 al sitio de pruebas nucleares de las Islas Aleutianas en su bote de pesca de 66 pies, y en 1975 y 1976 aceptó usar su bote en las campañas de ballenas.
Cormack era un ex luchador, pescador de 40 años, fuerte y seguro de sí mismo, pero de porte modesto. No bebía alcohol, nunca usaba lenguaje soez y comandaba su barco con experimentada autoridad. Si alguno de los miembros de la tripulación violaba el protocolo de la nave – pararse en una puerta, abrir una lata al revés, sentarse en el lugar del patrón en la mesa de la cocina – la enseñanza a menudo no venía con palabras, sino con un codazo afilado. Aquí, Hunter se defiende juguetonamente.
Cormack y su esposa Phyllis nunca tuvieron hijos. Bob perdió a su propio padre a los seis años. Los dos hombres se unieron durante las campañas de Greenpeace, y Cormack se convirtió en una especie de padre sustituto de Hunter, quien siempre trató al Capitán con el mayor respeto. Cormack era un maestro del amor duro, y mantenía a la tripulación con altos estándares de trabajo y comportamiento. Todos aprendimos de él y lo amamos profundamente.
1975. Mi abuela se encuentra con el barco en San Francisco.
Esta foto fue tomada con mi cámara, por un amigo local.
Tres años antes, yo había dejado Estados Unidos en resistencia al reclutamiento militar, así que cuando entramos a San Francisco, después de enfrentarnos a la flota ballenera, me preocupaba que me arrestaran. Para mi sorpresa, en lugar de ser recibido por agentes federales, me recibió mi abuela materna, Elizabeth Goodwin, quien había sido una gran inspiración en mi vida, animándome siempre a seguir mi propio corazón y mis valores.
La guerra de Vietnam había terminado, y dado que acabábamos de confrontar y avergonzar a los rusos, que estaban matando ilegalmente ballenas de tamaño pequeño en aguas territoriales de Estados Unidos, las autoridades de inmigración ignoraron mi estatus legal de resistencia al reclutamiento y nos trataron como héroes. Detrás de mí en el barco está el camarógrafo Fred Easton.
Noviembre de 1979. ´La primera reunión de Greenpeace Internacional, en Ámsterdam.
Los participantes en esta imagen, de izquierda a derecha: Susi Newborn, Art Van Remundt, Hans Guyt, Jon Castle, Tim Mark, Martini Gotje, John Frizell, David McTaggart, Rémi Parmentier, David Moodie del Fri, apoyado en un poste en la parte de atrás (David, a bordo del yate Fri, participó en protestas contra las pruebas nucleares francesas en el atolón de Mururoa en 1973), Nancy Foote, Peter Balvers, Peter Woof, Louise Trussel, Bill Gannon, Alan Thornton, Glen Jonathans y Naomi Petersen.
En esta reunión, pero ausentes en esta imagen: Bob Hunter, Geert Drieman, Kay Treakle, Pete Wilkinson y Campbell Plowden.
El edificio es 98 Damrak, la primera oficina de Greenpeace en Holanda, en el centro de Ámsterdam. En este día, la Fundación Greenpeace original confió todos los derechos sobre el nombre y la organización a un consejo internacional que incluía representantes de Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca y Nueva Zelanda. Australia y Alemania se unieron poco después. Hoy: 26 organizaciones nacionales / regionales en más de 55 países de todo el mundo.