Denunció el arquitecto y ambientalista, Gonzalo Domínguez, quien ha dedicado 40 años a la preservación de ese hábitat. Esta denuncia se suma a la oposición de otros grupos ambientalistas preocupados por el tema.
Una extraordinaria reserva de flora y fauna única en Chile inserta en playas vírgenes de la Región de Atacama se verá severamente amenazada en caso de concretarse el proyecto Central Termoeléctrica Castilla que planea construir el empresario brasileño Eike Batista, y que también incluye la instalación de un terminal marítimo para la descarga del carbón que abastecerá a la industria.
El gigantesco proyecto, emplazado en 600 hectáreas de la hacienda Castilla en el sector costero de Punta Cachos, a 80 kilómetros al sur-oeste de Copiapó, contempla la construcción de una central termoeléctrica compuesta por seis unidades de tecnología de carbón pulverizado de 350 megawatts (MW) de potencia cada una, lo que totaliza una capacidad de generación de 2100 MW cuando esté en completa operación, el año 2016. De acuerdo a esta capacidad, el proyecto sólo es superado por Hidroaysén, que proyecta una generación de 2700 MW.
Además, contempla la instalación de un depósito de cenizas de aproximadamente 125 hectáreas, y la construcción de un terminal portuario para abastecer de carbón a la industria, el que no fue incluido en el estudio de impacto ambiental del proyecto ingresado en diciembre a la CONAMA, y tendrá que ser presentado con posterioridad.
Rechazo por contaminación.
La iniciativa generó el inmediato rechazo de grupos y personas defensores del medio ambiente, entre quienes se cuenta el destacado arquitecto Gonzalo Domínguez, quien visita la zona junto a su familia hace cuatro décadas y desde hace algunos años se radicó definitivamente allí como propietario de parte de los terrenos de la hacienda Castilla. Su presencia en el lugar fue completamente omitida en el estudio de impacto ambiental de la empresa MPX, controlada por Batista.
“Me parece muy lamentable que cuando en el mundo la tendencia es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y se hacen grandes esfuerzos para ello, las autoridades nacionales estén siquiera evaluando la posibilidad de autorizar centrales que contemplan el uso de combustibles tan contaminantes como ésta, sin considerar que esta situación conllevará la destrucción inevitable de una magnífica reserva natural del país. Para quienes nos hemos dedicado a preservar este lugar, es una lástima que empresarios extranjeros, con exclusivo afán de lucro, pretendan instalar tecnología tan contaminante sin pensar en sus nefastas consecuencias para el ecosistema del paísâ€, señaló el arquitecto.
Domínguez ha dedicado grandes esfuerzos a la conservación del medio ambiente, aspecto por el que es reconocido en la zona, y decidió oponerse seriamente al proyecto, por lo que reunió un equipo de profesionales del área legal y expertos medioambientales, con el fin de sustentar su posición.
Ecosistema amenazado
La zona de Punta Cachos, donde el empresario extranjero pretende levantar la central, cuenta con una extraordinaria biodiversidad, destacando por ejemplo una colonia de tortugas marinas que ha sido descrita en foros científicos como la más austral del mundo. Asimismo, existen poblaciones de pingüinos Humboldt y Guanay, que se encuentran en estado de conservación vulnerable y que residen en el islote Cima Cuadrada, frente al cual se instalará la central. A estas especies se suman lobos marinos, guanacos y diversas aves propias del lugar, entre otras.
Además, en este sector se produce el fenómeno de desierto florido, único en el mundo, que según el proyecto planteado será intervenido con el paso de líneas de alta tensión.
De ahí la preocupación por el daño irreversible que esta central provocará, toda vez que se considera que el uso del carbón como combustible es la opción más contaminante que existe para generar energía, debido a los desechos altamente tóxicos que produce, cuya magnitud en este caso resultaría catastrófica para la zona.
El proyecto se encuentra en etapa de evaluación del estudio de impacto ambiental presentado a la CONAMA de la Región de Atacama, organismo que se encuentra emitiendo el informe que recoge cientos de observaciones formuladas por parte de los diversos servicios públicos con competencia en materia ambiental.
A juicio del abogado Patricio Escobar, quien forma parte del equipo profesional reunido por Domínguez, el estudio de impacto ambiental adolece de graves falencias. “En primer término, constituye una exposición parcial realizada a la autoridad de un proyecto mayor que considera necesariamente un terminal portuario a través del cual se abastecerá de carbón a la central. En consecuencia, el proyecto en su totalidad involucra numerosos y variados impactos ambientales que no han sido considerados por el titular en el estudio de impacto ambiental presentado y que por tanto, no pueden ser aún evaluados por la autoridadâ€, expresó.
El profesional advierte también sobre la omisión que se hace de la presencia de personas en el área de la central. “El estudio presentado omite la existencia de ciertos residentes y propietarios en el área del proyecto, y presenta una visión incompleta de la situación de flora, fauna y, en general, del ecosistema existente.
Por todas estas deficiencias es que lo consideramos inviable y así lo hemos expuesto ante las autoridades de CONAMA Regional. Además, nos encontramos desarrollando estudios técnicos que servirán de base a las observaciones que presentaremos oportunamente con el objeto de evitar que el proyecto se apruebe, al menos en los términos que se ha planteadoâ€, concluyó.