Será una transformación de insospechadas proyecciones para cientos de pymes agrícolas y empresas.
Cultivos como la remolacha, el raps canola y el maiz están siendo una alternativa cada vez más rentables para los agricultores, en especial para los de las regiones VIII y IX.
Esto va a cambiar la visión y el costo de la agricultura. Va a generar mayor empleo, nuevas tecnologías y más investigación. La confianza del Ministro de Agricultura, Alvaro Rojas, desborda en entusiasmo cuando habla de uno de sus proyectos estrella; desarrollar en Chile los biocombustibles.
Poder estar viviendo un proceso que partió hace un año y que lo vemos ergirse como una alternativa viable, una innovación muy importante para la agricultura y que muchos países la han adoptado no sólo por un tema de precio de los combustibles sino también por los efectos ambientales, por su aporte de reducción al calentamiento global, es muy estimulante, señaló a EL SUR.
Y avances hay. En mayo del año pasado, en el marco de un seminario internacional, se marcaron las etapas de este plan. El primer año sería de información y sensibilización sobre este tema que a Chile llegó tarde, porque países como Brasil van bastante más adelantados.
Ha habido programas para sensibilizar a los agricultores, ver las proyecciones, se han hecho estudios técnicos, la aptitud de zonas productivas, legislación comparadas giras técnicas, entre otras tareas.
Este año corresponde fijar el marco normativo que significaba autorizar las mezclas, lo que se logró en noviembre del año pasado al autorizar el 5% de biodiésel o etanol con combustibles fósiles. También se definió que estarán exentos del impuesto específico que se aplica a las combustibles y otras serie de normas como el expendio y el transporte.
Con esto, explicó el secretario de Estado, se establecen las reglas del juego fundamentales para que la inversión ocurra y se desarrolle la industria.
Están en análisis normas técnicas respecto del producto que se va a generar. Para el etanol existe una norma, pero sobre el biodiésel, que es más viable para Chile hay dos opciones, una que utiliza niveles de yodo y otra que no. La que tiene mayores niveles de yodo tiene un mayor contenido de éste cuando se genera a partir del raps o de la granola.
Las opciones de Chile están dada fundamentalmente en base a etanol que se genera a partir del cultivo del maíz y la remolacha con una zona productiva desde Santiago al sur, y el biodiésel, que se produce principalmente a partir del raps, con una zona productiva desde Los Angeles al sur.
El ministro Rojas dijo que para producir estos biocombustibles se requieren plantas similares al modelo de la industria azucarera a partir de la remolacha, en función de contratos con los agricultores, que genera un círculo virtuoso. Se requieren inversiones y como Ministerio hemos tomado nota de muchas demandas por ello, hay grandes expectativas. Insistió que esta será una transformación de insospechadas proyecciones para cientos de medianas y pequeñas productores agrícolas y empresas.
Fuente: http://www.elsur.cl