Por Silvana Espinosa, geógrafa y vocera de Greenpeace
Hace unas semanas se realizó el “Seminario de Gestión y Planificación Ambiental del Territorio” titulado “Perspectivas y Soluciones en los Territorios del Agua”, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
En este espacio de reflexión sobre las distintas perspectivas que existen en torno a los territorios del agua, estuvo presente con una ponencia respecto a la importancia de los glaciares en la cuenca del Río Maipo.
Este espacio se convirtió en un punto de encuentro para reflexionar, aprender y proyectar nuevas posibilidades, fortaleciendo nuestra convicción de que el intercambio de saberes es una herramienta transformadora en la formación de nuevos profesionales.
Chile es un país montañoso donde más del 70% de la población se abastece del agua proveniente de las zonas cordilleranas. En la Región Metropolitana son más de 1.200 los glaciares que nutren la cuenca del río Maipo para poder proveer de agua a la población de Santiago. A nivel mundial, se estima que 140 millones de personas viven en zonas en las que el agua de deshielo glaciar aporta, con carácter estacional, al menos el 25% de la escorrentía.
¿Qué significa esto? Que en todo el planeta los glaciares presentes en zonas montañosas juegan un rol fundamental en la regulación hídrica de las cuencas siendo un factor importante en el abastecimiento humano en regiones con grandes densidades poblacionales que frecuentemente se ven enfrentadas a períodos de escasez hídrica.
Hoy 11 de diciembre, celebramos el Día de las Montañas y hacemos un llamado a conmemorar la importancia de este tesoro de la naturaleza que entrega estabilidad hídrica a los ecosistemas naturales, así como también de seguridad al abastecimiento humano de recursos hídricos.
Y no sólo eso. Los cordones montañosos además de funcionar como un capital natural de agua, también actúan como regulador térmico generando microclimas que mitigan fenómenos como las olas de calor y los incendios forestales.
Por eso desde Greenpeace consideramos que el fortalecimiento de políticas públicas para la protección de glaciares y áreas periglaciares, la implementación de monitoreos in situ y regulaciones más estrictas en actividades mineras y la participación comunitaria en la gestión de recursos hídricos son algunas de las medidas para proteger este patrimonio natural que, por todas sus características previamente explicadas, se hace imprescindible para conservar la vida en la Tierra.
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Author: Editor