Archive for Cambio Climatico

Amnesia ambiental: así estamos perdiendo los recuerdos de un planeta sano 

Arcoíris desde el buque insignia de Greenpeace, Rainbow Warrior, naveganndo por las aguas piratas de Basilan, 2010.

Todas las personas tenemos amnesia generacional, seamos boomers, milenials, centennials o alfa. Si te cuesta creerlo, lee la nota y entenderás por qué nadie escapa de esta condición tan particular.

¿Qué es la amnesia generacional y por qué nadie escapa de ella?

La amnesia generacional moldea la forma en que las distintas generaciones ven al mundo y ocurre porque a medida que pasan el tiempo, la humanidad en su conjunto “olvida” cómo era la vida antes.

Es decir, cada nueva camada acepta la realidad que le toca vivir como el estado “natural” de las cosas, lo cual tiene su lógica. Sin embargo, al hacerlo está incurriendo en un olvido involuntario: pasa por alto que este estado fue forjado por quienes nos precedieron y, por lo tanto, no siempre fue igual.

El ejemplo más claro es la tecnología. Por caso, para los jóvenes que hoy tienen 20 años los teléfonos inteligentes, las criptomonedas o internet son algo normal, herramientas con las que nacieron, y que dan por sentado. Pero mucho antes, las personas estaban inmersas en otras tecnologías, como la neumática o el vapor. 

En otras palabras, la persona promedio hoy cuenta con adelantos impensados en el pasado pero no se percata de eso porque el registro de lo previo queda borrado de la memoria colectiva.  

Lo mismo ocurre con cambios sociales positivos, como el sufragio universal o las vacunas, que se dan por sentado sin considerar que en otras épocas no eran accesibles para toda la sociedad por igual.

El caso que mejor ilustra este tipo de amnesia generacional es la del “fenómeno del parabrisas”, que describe la observación de todas las generaciones, a excepción de la más joven, de que en la actualidad menos insectos se estrellan contra la ventana delantera de sus autos. De esto deducimos dos cosas: uno, antes había más “bichos” en el campo, dos, los más jóvenes no llegaron a conocerlos.

Olvido de la naturaleza: existe la amnesia generacional ambiental 

Es decir, los centennials y los alfa no tendrán memoria de que en las zonas rurales había muchos insectos. Como esto, perderán otras memorias. Y es que en medio de la crisis climática que atravesamos, las personas habitamos y conocemos ecosistemas más empobrecidos que los de nuestros predecesores. 

Una impresión fotográfica que muestra cómo se veía el humedal de Nanhui East Shoal en el pasado en comparación con cómo se ve ahora.

En palabras del psicólogo Peter Kahn, de la Universidad de Washington, cada generación tiene su propia “línea de base” que es el registro particular del entorno en una época precisa.

Otros ejemplos pueden ser que abuelos y abuelas recuerden bañarse en un lago o río en el que hoy sería impensado hacerlo porque está contaminado, que los padres y madres hayan visto más variedad de aves (o incluso luciérnagas y mariposas) en la ciudad que nosotros mismos o que haya quienes recuerden un bosque, monte o humedal donde ahora hay una urbanización.

Cómo evitar que se convierta en un problema

La amnesia generacional ambiental es un problema en la medida en que no nos ocupemos de revertirla, por el simple hecho de que nos estamos perdiendo de una parte importante de la vida silvestre de nuestro planeta. Y porque, claro, no podemos cuidar aquello que no conocemos.

“La sobrepesca me afecta también a mi”
Limpieza Magallanes

Por eso, es importante enriquecer la mirada para tener un panorama natural más rico y estimulante. Esto se logra fácilmente hablando con quienes vivieron otras épocas (abuelos, tíos, amigos, etc), alimentando la curiosidad con videos, libros y saliendo a parques y reservas urbanas, por ejemplo.

En especial, hay que hackear a la amnesia cuando se quiere encarar tareas de regeneración de zonas naturales. De esta manera, cuando trabajamos por recuperar la biodiversidad perdida tendremos objetivos mucho más ambiciosos que si nos dejamos llevar por nuestra propia línea de base.

Llegó el momento de activar nuestra memoria verde y detener la amnesia generacional ambiental, ¿estás listo?



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Author: Meri Castro

Seis de las ciudades más contaminadas de América Latina y el Caribe se encuentran en el sur de Chile

  • Desde Greenpeace señalaron que nuestro país cuenta con una de las redes de monitoreo de calidad del aire más amplias de la región, pero falta que la información recolectada “se traduzca en acción para mejorar el bienestar de las personas y proteger la salud pública”.
 © Rodrigo Sáez Greenpeace

Santiago, 11 de marzo de 2025 – El Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024, de IQAir, revela que Chile se ubica en el puesto 62 de 138 países con mayor contaminación por material particulado fino (PM2.5) y en el sexto lugar en América Latina y el Caribe. Además, encabeza la lista como el país con seis ciudades de las más contaminadas de la región, por causa de este material (de un total de 15). Estas son Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas.

Los científicos de calidad de aire de IQAir analizaron los datos de más de 40.000 estaciones de monitoreo de calidad del aire en 8.954 ciudades en 138 países, territorios y regiones del mundo. El informe sólo analiza la presencia de material particulado 2.5, el más peligroso para la salud y que se genera producto de actividades humanas vinculadas con la quema de combustibles fósiles, quema de leña, la deforestación, los mega incendios, las emisiones de los vehículos a combustión y la contaminación de las industrias extractivas.

En la región de América Latina y el Caribe se analizaron ciudades en 28 países y territorios, en los cuales Chile se encuentra en 6to lugar de los países con mayor nivel de contaminación por PM 2.5, detrás de Perú. Colombia se encuentra en el lugar 11 y Argentina en el lugar 17. 

Aunque el informe detectó que la concentración promedio anual de PM2.5 en nuestro país bajó de 18.8 µg/m³ en 2023 a 16.6 µg/m³ en 2024, subraya que la contaminación del aire en varias ciudades sigue siendo un peligro significativo para la salud de la población. “El estándar de la OMS es de 5 µg/m³ por lo que seguimos estando lejos de esa meta”, dice Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace. 

“Todos los años, Chile aparece en este informe con niveles dañinos de contaminación del aire por PM 2.5, sin olvidar que existen más contaminantes que no estamos observando en detalle. Sin embargo, seguimos frente a la falta de acción concreta para reducir el problema de fondo. La quema de leña, el transporte y fenómenos extremos como incendios forestales han exacerbado esta situación. No podemos permanecer ajenos a que ciudades como Coyhaique y Pitrufquén tengan niveles de contaminación que superan en hasta 10 veces lo recomendado por la OMS. Esto no es solo una estadística, es un problema de salud pública que afecta a miles de personas día a día”, agrega.

En el ranking de capitales, Santiago de Chile se posicionó en el puesto 51 de 121, con una concentración media ponderada de 17.3 µg/m³, marcando el nivel más bajo en seis años. A pesar de esta mejora, la contaminación sigue representando un desafío crítico, especialmente en invierno debido a fenómenos meteorológicos como las inversiones térmicas, que impiden la dispersión de contaminantes. 

Coyhaique está entre las ciudades más contaminadas. – Foto de Lin Linao en Wikimedia Commons

“La contaminación del aire no distingue clases sociales ni edades, pero son los sectores más vulnerables los que más sufren sus efectos que van desde enfermedades respiratorias y cardiovasculares hasta trastornos en el desarrollo infantil. Es urgente implementar políticas de largo plazo que contribuyan a disminuir la contaminación, como fomentar el uso de transportes más sustentables, además de medidas concretas para reducir la dependencia de la leña en el sur del país”, enfatiza Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace Chile.

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Author: Prensa Chile

Greenpeace reafirma su compromiso con la libertad de expresión tras la demanda infundada de Energy Transfer

Esta semana comenzó el juicio en contra de Greenpeace llevado a cabo por la empresa estadounidense de combustibles fósiles Energy Transfer (ET). Esta compañía ha interpuesto una demanda sin fundamentos por 300 millones de dólares contra Greenpeace Internacional (GPI) y las oficinas de Greenpeace en EE.UU., en relación con las protestas lideradas por comunidades indígenas contra el oleoducto Dakota Access en 2016.

El juicio, que se lleva a cabo en un tribunal del condado de Morton, Dakota del Norte, es un claro ejemplo de una Demanda Estratégica contra la Participación Pública (SLAPP, por sus siglas en inglés). Estas acciones judiciales buscan intimidar y silenciar a organizaciones de la sociedad civil y activistas, amenazando gravemente la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica.

Greenpeace reafirma su compromiso con la defensa de la libertad de expresión, la participación ciudadana y la protección del ambiente. La intimidación legal no detendrá el movimiento por la justicia climática.

Deepa Padmanabha, asesora legal senior de Greenpeace USA, advirtió: “Más allá del impacto que esta demanda pueda tener sobre Greenpeace, lo más preocupante es que podría sentar un precedente legal peligroso que responsabilice a cualquier persona que participe en una protesta por las acciones de otros. Esto podría tener un efecto paralizante en quienes deseen ejercer su derecho a la protesta”.

Kristin Casper, asesora general de Greenpeace Internacional, agregó: “Confiamos en que Greenpeace y nuestros co-demandados en EE.UU. prevalecerán en este juicio. Al mismo tiempo, seguimos adelante con nuestras acciones legales en los Países Bajos para recuperar los costos derivados de estas demandas infundadas. La solidaridad global es clave: cuando el movimiento actúa unido, ganamos“.

Respuesta global y acción legal contra las SLAPP

Greenpeace Internacional ha tomado la iniciativa de utilizar por primera vez la Directiva Anti-SLAPP de la Unión Europea, presentando una demanda contra Energy Transfer en los tribunales de los Países Bajos. Esta acción busca recuperar los daños y costos derivados de las demandas abusivas interpuestas por ET contra Greenpeace en EE.UU.

A nivel mundial, cada vez más corporaciones recurren a estrategias legales abusivas como las SLAPP para intimidar y silenciar a sus críticos. En Europa, la Coalición contra las SLAPPs (CASE) documentó 1.049 demandas de este tipo entre 2010 y 2023, con 166 casos solo en el último año. Empresas de combustibles fósiles  han intentado sin éxito usar estas prácticas contra Greenpeace.

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Author: Prensa Chile

Acuerdo de París y NDC: el compromiso de los países para cuidar el futuro del planeta, explicado por un especialista

Hay momentos de la historia en que se dan puntos de quiebre críticos. 2025 podría ser uno de ellos, al menos en lo que a lucha climática se refiere. A punto de cumplirse 10 años desde que se cerró el Acuerdo de París, llegó el momento en que los países deben enviar a las Naciones Unidas nuevos planes de acción climática

Pancarta desplegada sobre un edificio "COP 29: frenar el cambio climático salva vidas".
11/11/2024. Plaza de España, Madrid, España.

Conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) estas versiones actualizadas deben ejecutarse de cara al 2035. Sin embargo, ya pasamos la fecha límite de entrega (fue el 10 de febrero pasado) y sólo unas pocas naciones han enviado sus presentaciones. Entre quienes no cumplieron con el plazo, están algunas de las naciones que más emisiones contaminantes generan. 

Estos planes son claves son mapas de acción centrales si se quieren frenar los peores efectos del cambio climático. Y lo son más aún de cara a la COP30 que se realizará en unos meses en Brasil. Por eso, Naciones Unidas urgió a que se entreguen las metas antes de que llegue septiembre.

Si todavía no te queda muy claro qué son estas NDCs y por qué son importantes, Aaron Gray Block, especialista en políticas climáticas de Greenpeace Internacional explica todo en detalle, en esta nota.

¿Qué son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y cuál es su importancia?

Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) están en el corazón del Acuerdo de París, el histórico pacto climático alcanzado en 2015. En ese momento los gobiernos se comprometieron a limitar el calentamiento global por debajo de 2 °C y a realizar esfuerzos para restringir el aumento de la temperatura a 1.5 °C.

Activistas exigen que los delegados de la Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn se alineen con 1,5°C.

Para lograrlo, cada país se comprometió a delinear y comunicar de manera pública sus planes de acción climática, en los que se detallan los esfuerzos para reducir las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEI) y para adaptarse a los impactos del cambio climático.

Cada nueva NDC que un país presenta debe demostrar avances en términos de ambición y acción en comparación con su NDC anterior. Esto se conoce como el mecanismo de “aumento progresivo” del Acuerdo de París, mediante el cual la ambición se incrementa de manera continua.

Las NDCs y la forma en que los gobiernos las implementen desempeñan un papel clave en determinar si el mundo logrará limitar el calentamiento según los objetivos del Acuerdo de París.

¿Cuándo se produjeron las primeras NDCs y cada cuánto se renuevan? 

Las primeras NDCs fueron parte del plan de adopción del Acuerdo de París en 2015 y se confirmaron en 2020/2021. Después de esa fase inicial, se entregan cada 5 años a una secretaría de la ONU encargada de apoyar la respuesta global al cambio climático.

¿Las NDC están ayudando a desacelerar el cambio climático? 

Si bien estamos viendo una mejora gradual gracias a un mayor nivel de ambición en las NDC, el progreso sigue siendo demasiado lento. El análisis anual de la ONU sobre las NDC del año pasado mostró que aún queda un largo camino por recorrer en términos de reducción de emisiones de GEI y que los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos.

Ese análisis indicó que se espera que las emisiones globales en 2025 sean un 54% más altas que en 1990 y que en 2030 sigan siendo un 50% más altas que en 1990.

Por ello, es fundamental que las NDCs para 2035 sean mucho más ambiciosas, ya que el calor récord, las tormentas y los incendios forestales son una prueba de que la crisis climática no esperará mientras las naciones retrasan sus planes de acción.

¿Todavía estamos a tiempo de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C? 

Sí, pero necesitamos acelerar enormemente los esfuerzos para reducir las emisiones de GEI. 

“Revolución energética ahora”.

La buena noticia es que el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2024 de UNEP, que evalúa la diferencia entre las políticas actuales de acción climática y lo que se necesita, afirmó que el objetivo de 1.5°C todavía es técnicamente posible

El informe agregó que hay una verdadera promesa en la energía eólica, solar y los bosques para reducir las emisiones de manera rápida y amplia, pero que es necesario presentar NDCs fuertes y respaldarlas con gobiernos utilizando todas sus ramas para combatir el cambio climático. 

Cada milésima de grado de aumento de temperatura global que podamos frenar hará la diferencia. ¡Es tiempo de actuar!



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La nota se publicó originalmente en Greenpeace International

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Author: Meri Castro

2024 extremo: el cambio climático hizo más probables los eventos climáticos más peligrosos 

Más frecuentes, más intensos y más dañinos, así son los eventos climáticos extremos que son el signo de nuestro tiempo. Detrás de este escenario, el responsable definitivo es uno solo: el cambio climático provocado por la quema de carbón, petróleo y gas de las actividades humanas.

“Justicia climática ahora”. Proyección de fotomatón de Greenpeace en el Centro de la Sociedad Civil en la COP29 con retratos e imágenes de los impactos climáticos para enviar un mensaje a los delegados de los países de que ahora es el momento de actuar.

Así lo confirmó un nuevo estudio llevado a cabo por el World Weather Attribution (WWA) y Climate Central, dos grupos científicos especializados en determinar cómo el cambio climático influye en un evento extremo. 

El equipo de trabajo contabilizó 219 grandes eventos extremos durante el último año. De esos, analizaron 29 y encontraron evidencia clara de la influencia del cambio climático en 26.

Las peores catástrofes climáticas de 2024

El peor fenómeno meteorológico del año pasado fueron las inundaciones de Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad, con al menos 2.000 personas muertas y millones de desplazados.

Una mujer está parada en el agua frente a una aldea inundada en Sudán del Sur.
Sudán del Sur.

El segundo más dramático fue lo que ocurrió en Estados Unidos con el huracán Helene, que causó en septiembre 230 muertos en seis estados, convirtiéndose en uno de los más mortíferos de los últimos 50 años, sólo superado por el Katrina de 2005. Según un estudio de atribución del WWA, el cambio climático incrementó entre 200 y 500 veces la probabilidad de que se produjeran las altas temperaturas del mar que provocaron el huracán Helene y aumentó en un 10% sus devastadoras precipitaciones.

Daños del huracán Helene en Carolina del Norte.

En tanto la DANA que afectó a varias provincias españolas resultó en 220 personas fallecidas solo en València. También en este caso, y según un rápido estudio de atribución del WWA, el cambio climático hizo un 12% más intensas y el doble de probables las lluvias que causaron las posteriores inundaciones. 

Secuelas de las inundaciones en Valencia, España. DANA 2024.

Los investigadores de ambos grupos aclararon en su informe anual que si bien factores naturales como El Niño han podido tener cierta influencia, el cambio climático ha sido, sin duda, el responsable de un 2024 repleto de extremos.

Vivimos una era peligrosa

Los efectos del calentamiento provocado por los combustibles fósiles nunca han sido tan claros ni devastadores como en 2024. Vivimos en una nueva era peligrosa», declaró la doctora Friederike Otto, directora del WWA y profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.

El peligro del que habla Otto no es metafórico sino tangible. Como hemos visto, tras cada evento climático extremo se produce la muerte de miles de personas mientras otras millones se ven forzadas a abandonar sus hogares. Todo lo cual genera un sufrimiento incesante. 

Vale sumar que además de huracanes e inundaciones, otros eventos como las sequías también son más probables debido al cambio climático. WWA y Climate Central remarcan que la probabilidad de casos como el ocurrido en la Amazonía se han multiplicado por diez, mientras que las sequías agrícolas se han vuelto aproximadamente 30 veces más probables.

El costo económico de los eventos extremos en 2024

Durante el año pasado los eventos climáticos extremos en todo el mundo causaron pérdidas económicas por u$s 368 mil millones. De esta manera, cerró el noveno año consecutivo de pérdidas superiores a los u$s 300 mil millones. El dato se desprende del informe 2025 Climate and Catastrophe Insight, publicado por Aon plc, firma líder mundial en servicios profesionales.

La inmensidad del costo económico en daños que generaron las catástrofes naturales globales en 2024 podría servir para entender cuánto mejor sería invertir ese dinero en adaptación, mitigación y prevención que evite las pérdidas de vidas y de infraestructura. 

De cara a un 2025 que será el más caluroso desde que se tienen registros y uno de los peores en cuanto a eventos extremos, tal cual anticipa el informe de WWA y Climate Central, es tiempo de exigir que los gobiernos tomen cartas en el asunto.



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Author: Meri Castro