Lista para ser votada y eventualmente aprobada quedó la ordenanza de bolsas plásticas con la que la Municipalidad de Chillán busca reducir el consumo del material contaminante en la comuna.
El anuncio fue hecho por la presidenta de la Comisión Turismo, Nadia Kaik, quien en la última sesión del concejo edil afirmó que el documento estaba en condiciones de ser votado, para lo cual propuso que se realice en la sesión ordinaria del próximo 28 de febrero.
Luego de tres años desde que empezó a trabajarse en su elaboración, finalmente Chillán contará con una normativa edil que, a la luz de los objetivos trazados, sería de gran impacto social.
Gradualidad
La estrategia del texto comenzará a regir desde su entrada en vigencia, que en términos formales es desde el momento en que se publica en la página web de la Casa Consistorial.
El tiempo estimado para la erradicación en la entrega y uso de bolsas en los comercios establecidos, específicamente en los que se adhieran de forma voluntaria a los lineamientos de la disposición municipal, será de 26 meses, plazo en el que se establecerán cinco etapas de acción.
En la primera, que durará seis meses, el municipio se compromete a desarrollar una campaña de difusión y entrega inicial de bolsas reutilizables al público, siempre y cuando exista presupuesto municipal vigente.
A partir del segundo semestre empezarán las restricciones propiamente tal, con la fijación de un tope máximo de tres bolsas entregadas por cada compra efectuada en la comuna. En el tercer trimestre serán dos unidades y en el cuarto se reducirá a solo una. En rigor, desde el momento en que se cumpla el segundo año de la ordenanza (quinta etapa), ya no se ofrecerán más y se invocará a la comunidad en general al uso responsable de material menos contaminante.
“A partir del inicio de la quinta etapa, los habitantes, turistas y comercio de la comuna de Chillán, deberá preferentemente entregar sus residuos sólidos domiciliarios, en bolsas con las características de 100% biodegradable y/o 100% compostable o en contenedores de basura de material plástico, metálico, fibra u otro elemento que asegure el buen confinamiento de éstos. No se aceptarán depósitos de cartón u otro elemento susceptible de degradarse y dejar libre los residuos que contiene”, indica el artículo 14 de la norma.
El documento recomienda que, de resultar insuficiente para el cliente el envase que se le entrega, el comercio podrá entregar a sus clientes cajas de cartón, papel, tela, yute, arpillera u otro material reutilizable que no contamine el medio ambiente.
Participación del comercio
El comercio que se quiera regir bajo los mandatos del texto ambiental deberá hacerlo de manera voluntaria. Cada uno de ellos tendrá que suscribir un protocolo de acuerdo con la Municipalidad, celebración contractual que le permitirá obtener un “sello ambiental”.
Si bien este distintivo obliga a los establecimientos comerciales a cumplir con la ordenanza, también les entrega ciertos beneficios para su actividad económica.
El texto especifica que, a los negocios con “sello ambiental”, se le reducirá un 10% el pago mensual que hacen por concepto de extracción de residuos sólidos. Asimismo, serán promocionados e identificados en el portal edil como puntos comerciales de carácter sustentable.
Apoyo con salvedades
Pese a que los concejales coinciden en afirmar que el texto es necesario para la ciudad, advierten que ésta no es más que el primer paso de un largo camino que tendrá que recorrer Chillán si, a largo plazo, quiere convertirse en una ciudad más armónica ambientalmente hablando.
El concejal del Partido Comunista (PC), Víctor Sepúlveda, si bien destaca la necesidad de que la comuna cuente con una ordenanza de este tipo, lamenta que no se hayan considerado multas o sanciones monetarias que endurezcan las disposiciones que se consignan. No obstante, el edil manifestó que votará a favor el próximo 28 de febrero.
Una opinión parecida entregó su colega de la UDI, Joseph Careaga. Al mismo tiempo de defender el espíritu del reglamento comunal, el concejal defiende la idea de mejorarlo.
“Yo apoyo la ordenanza. Es cierto que es gradual, pero apunta a la reducción total del consumo de bolsas. En un principio va a costar un poco adaptarse, pero hay que hacer un pequeño esfuerzo. Lo que si creo es que debería haber incluido multas(…), perfectamente esto se puede sugerir en la marcha de la ordenanza, incluso después de su entrada en vigencia”, detalló.
Por su parte el edil del PPD, Camilo Benavente, calificó al texto como acotado, mínimo y simbólico; aún así, explicó entender de que se trata de los primeros hechos concretos que se hacen en la comuna para reducir el consumo de bolsas plásticas.
“La verdad es que vamos a esperar la voluntad y disposición de los comerciantes que se quieran adherir, porque esta no obliga a nadie. Es posible que más adelante se proponga beneficios a los negocios más pequeños, por ejemplo en el pago de sus patentes, y así la ordenanza se aplique de forma masiva”, aclaró Benavente.
Fuente: La Discusion