Archive for Glaciares

Proteger glaciares es cuidar ecosistemas 

Chile es un país de montañas, las que albergan numerosos glaciares que actúan como refrigeradores naturales y valiosos reservorios de agua dulce. Estos enormes cuerpos de hielo y nieve alimentan de forma constante ríos y esteros hacia las zonas más bajas, desempeñando un papel crucial como reguladores térmicos e hídricos para la flora, fauna y las comunidades locales, sobre todo en aquellos territorios que sufren de un mayor estrés hídrico.

Glaciar Amalia en la Patagonia.

Pero estas grandes y necesarias reservas de agua están en peligro. Hace un tiempo, se dieron a conocer algunos de los hallazgos del estudio ‘Comportamiento espacio-temporal de las temperaturas superficiales terrestres (LST) en Chile central, utilizando imágenes MODIS de Terra’, un trabajo elaborado por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) junto a diversas entidades científicas, donde se evidencia que el alza de temperaturas está afectando peligrosamente a zonas nivales y glaciares, lo que podría provocar un derretimiento acelerado de estos cuerpos de agua en estado sólido.

La investigación contempló un análisis de las temperaturas superficiales en las regiones de Valparaíso y Metropolitana durante los meses de verano (de diciembre a febrero) entre los años 2000 y 2017, dando cuenta de un progresivo aumento de la temperatura registrada en la alta montaña (0,3º C por año), un hallazgo tremendamente inquietante y que genera preocupación, pues implicaría una rápida desaparición de los glaciares de esta zona.

Retroceso del Glaciar Pío XI en la Patagonia.

En la misma línea, el glaciólogo Alexis Caro ha advertido sobre el impacto del derretimiento de los glaciares en la escorrentía de los valles andinos. Según una investigación realizada por Caro y otros científicos, actualmente en revisión en Scientific Reports-Nature, es probable que el máximo de contribución hídrica de los glaciares, conocido como peak water, en las cuencas andinas esté ocurriendo o, en su defecto, ya haya ocurrido. Esto sugiere que los territorios altamente dependientes de estas aguas, como las zonas central de Chile y Argentina, serán cada año más susceptibles al peligro de desabastecimiento hídrico durante los años secos con bajas precipitaciones.

En el contexto actual de crisis climática, se hace urgente centrar nuestros esfuerzos en proteger la naturaleza, reconociendo que los glaciares son verdaderas joyas y nuestros aliados más importantes en la lucha contra el cambio climático. Pero también es de extrema relevancia reconocer que su buen estado de salud es fundamental para garantizar condiciones que posibiliten tanto nuestra existencia, como la de toda la biodiversidad que depende de ellos: sin glaciares en nuestras montañas, no hay vida ni economía posible en los valles.

El calentamiento global ya ha puesto demasiada presión sobre estos cuerpos de hielo, por lo que resulta francamente incomprensible que muchas veces las autoridades opten por amenazarlos aún más, como ocurre con Los Bronces Integrado, proyecto que pone aún en mayor riesgo a los glaciares de la Región Metropolitana, debido a la ubicación y cercanía de la operación de esta compañía minera y la emisión de material particulado que, además de contaminar la superficie glaciar, acelera su derretimiento. 

Sobrevuelo Andina y Los Bronces. © Greenpeace

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Parques Nacionales, es justo y urgente reconocer la importancia de los glaciares en nuestras vidas y en los territorios que estamos buscando preservar. Si bien, una parte importante de los glaciares chilenos se encuentra dentro de un área silvestre protegida, no podemos olvidar que los glaciares son ecosistemas complejos y frágiles, que requieren de cuidados con una amplia cobertura territorial, por lo que incluso aquellos que se encuentran al interior de parques o reservas nacionales se encuentran afectos a las condiciones climáticas generales y, por sobre todo, a las del entorno cercano a estos cuerpos (particularmente la actividad minera). 

La creación del Parque Nacional Glaciares de Santiago -hace ya un año- avanzó de forma importante en aquello, pero no es lo único que se debe y puede hacer para proteger estos valiosos ecosistemas; también es importante generar marcos legales robustos que doten a las áreas protegidas, en general, de mecanismos efectivos para su conservación, así como regulaciones que amplíen la protección de los glaciares en todo el país. Proteger nuestros glaciares es cuidar de ecosistemas completos y complejos, por lo que no podemos seguir hipotecando nuestro futuro al permitir su destrucción. 

Matías Asún
Director Regional de Campañas,
Greenpeace Andino.

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Author: Matías Asún

La futilidad medioambiental 

En enero pasado, el Ejecutivo presentó un paquete de reformas en una Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales: el Sistema Inteligente de Permisos y la reforma a la Ley 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente. Todo esto en medio de una enorme presión empresarial por los tiempos de tramitación de sus proyectos.

La historia es conocida: el Gobierno recalcó que se pretendía dar solución a la ‘permisología’, a través del establecimiento de plazos máximos para procedimientos que hoy no los tienen y una ventanilla única digital para la tramitación de permisos sectoriales, ignorando por completo el enorme desafío al que la humanidad se enfrenta hoy: la crisis climática y ecológica, y la urgencia de actualizar una normativa que cumplió 30 años en marzo (como es el caso de la Ley 19.300) para responder a aquello. De este modo, no sólo se perdió una oportunidad para abordar este enorme problema, sino que además se estableció una política pública que, de avanzar, tendrá elementos altamente regresivos en materia ambiental.

El proyecto que moderniza la Ley 19.300 fue debatido y aprobado en el Senado, y luego el Ministerio de Medio Ambiente ingresó indicaciones que, lejos de mejorar el proyecto en debate, ponen en riesgo la institucionalidad ambiental y su rol en nuestros territorios, alejándose de las urgencias que demandan los conflictos socioambientales del país.

Aunque el proyecto presentado en enero proponía reemplazar las instancias políticas de revisión por órganos técnicos, aportando así certezas y mejorando la eficiencia en los plazos de tramitación de estos, hoy el gobierno propone avanzar en una nueva dirección, con la conformación del Consejo de Reclamación Ambiental -órgano colegiado que reemplazaría al Comité de Ministros y las Comisiones de Evaluación Ambiental- cuyo director ejecutivo sería nombrado por el Presidente de la República, pese a lo mucho que se ha alertado sobre los riesgos de dejar a la autoridad de turno el poder de decidir la aprobación o rechazo de proyectos que son evaluados ambientalmente, donde debe primar el análisis técnico.

El proyecto, además, mantiene la figura de ‘declaraciones juradas’ para informar modificaciones menores de proyectos con Resolución de Calificación Ambiental aprobada, una herramienta más insuficiente que la consulta de pertinencia y que podría aumentar los casos de elusión al SEIA. Todo esto en un contexto de probado ocultamiento de información de sectores industriales en el marco de sus permisos ambientales.

Resulta preocupante que un gobierno que se llamó ecologista opte por tramitar estas actualizaciones con un foco empresarial, cediendo a las presiones del sector y poniendo en riesgo con ello la preservación de la naturaleza. Si bien es comprensible que el Ejecutivo considere que es importante lograr la reducción de los tiempos de tramitación de proyectos de inversión, debe comprender que esto no puede ocurrir a costa del bienestar de los territorios, pues el precio de estas decisiones lo están pagando las personas que son cada vez más vulnerables frente a eventos meteorológicos extremos. 

© Cristobal Olivares / Greenpeace
© Martín Katz / Greenpeace

¿De qué nos sirve ser pioneros en la región al proponer leyes -como la de plásticos de un sólo uso o la Ley Marco de Cambio Climático- que luego no se pueden implementar producto de las presiones desde el empresariado? El legado de este gobierno en la materia no puede ser la futilidad medioambiental frente a las presiones económicas; la crisis actual nos urge a tomar medidas donde se priorice al medio ambiente y el bienestar de las comunidades, ya que no hay desarrollo posible en un planeta destruido.

Esperamos que en la recta final de esta administración exista un mínimo de valentía y no se sucumba por completo ante el lobby industrial, que pone los intereses de unos pocos, por sobre la calidad de vida de todas y todos los chilenos.

Estefanía González
Subdirectora de Campañas, Greenpeace Andino.

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Author: Estefanía Gonzalez

En el Día Internacional de los Parques Nacionales: balance del primer año del P.N. Glaciares de Santiago

El sábado pasado se celebró el Día Internacional de los Parques Nacionales, oportunidad que sirve para realizar un balance sobre el primer año del Parque Nacional Glaciares de Santiago. “El 16 de agosto de 2023 se creó legalmente este espacio que abarca 386 glaciares, emplazados en una superficie de 75 mil hectáreas”, detalla Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace. Dentro de lo positivo, la representante de la organización ambiental destaca que “antes de su establecimiento, la Región Metropolitana contaba con apenas dos áreas protegidas: el Parque Nacional Río Clarillo y el Monumento Natural El Morado, que en conjunto abarcan apenas el 1% de la superficie regional. Con la incorporación de este nuevo espacio, ésta se extendió hasta aproximadamente el 6% del total de la región”, explica.

Entre las ventajas de este nuevo parque están la conservación estricta, es decir, que queda prohibida la explotación de recursos naturales con fines comerciales de cualquier tipo, y favorecer oportunidades para el desarrollo de actividades de uso público, para recreación, turismo, educativas e investigación científica. 

Constanza Espinosa Cancino, directora de Fundación Glaciares Chilenos, también celebra el hito, pero opina que hay mucho más por avanzar: “Las nuevas áreas protegidas se encuentran a más de 3.600 metros de altura por lo que el acceso se vuelve restrictivo para todas las personas. Por esta condición, además, queda desprotegida gran parte de la biodiversidad de la Cordillera de Los Andes, que se concentra principalmente entre los 1.500 y los 3.000 metros de altura”, cuenta. A su juicio, no se trata solo de cuidar las cumbres, “hay que considerar los ecosistemas de montaña en su totalidad”.

Hernán García, del colectivo Somos Cuencas, además, reclama que en la práctica, se trata de un parque de papel, porque “no está su reglamento, no tiene guardaparques, ni infraestructura social que facilite el acceso”. Para alcanzar el objetivo, dice, falta crear la Reserva Nacional en los valles de los ríos Olivares y Colorado, y concretar un área protegida “para que los habitantes de la capital no tengan que viajar a la Patagonia para conocer nuestra naturaleza”.

Pese al avance que se logró con la creación de este parque en Santiago, la legislación que protege los glaciares en Chile sigue siendo escasa, especialmente en un escenario crítico marcado por la crisis climática. Una investigación publicada en mayo de este año por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), en colaboración con la U. Católica, de Chile y el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Escuela de Minas de Colorado (EE.UU.), que realizó mediciones en las regiones de Valparaíso y Metropolitana en los meses de verano entre los años 2000 y 2017, determinó que en la alta montaña la temperatura aumentó 0,3°C, condición que estaría acelerando su derretimiento. “En más de 20 años se han presentado diversos proyectos de ley de protección de glaciares y ninguno de ellos ha tenido urgencia ni se ha promulgado, para darles efectiva protección”, opina Espinosa Cancino. 

La minería es otro de sus problemas. El informe Glaciares de la Cordillera de Los Andes: Impactos de la industria minera, realizado por Greenpeace, agrupa varios antecedentes que dan cuenta de esta situación. Por ejemplo, que el 82% del derretimiento del glaciar Olivares Alpha se debe a la depositación de material particulado generado por este tipo de fuentes de contaminación. Para más información puedes revisar el siguiente video

A pesar de lo alarmante de estos datos, Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace, denuncia que esta industria se sigue ampliando en la cordillera con poco cuidado por la conservación de estos cuerpos de agua. “Un ejemplo es lo que pasó con Los Bronces Integrado, proyecto que recibió aprobación para expandirse en los Andes Central, en la comuna de Lo Barnechea, y apenas integró tres glaciares en su evaluación de impacto ambiental. La evidencia científica, en cambio, demuestra que las obras y estructuras de su construcción podrían impactar al menos a 11 glaciares y glaciaretes de forma directa”, asegura.  

Los Bronces Integrado © Nicole Kramm Caifal / Greenpeace

Como consta en su proceso de evaluación, Los Bronces Integrado midió sus impactos en los glaciares Infiernillo, Observatorio y Alta Sur. A juicio de Greenpeace, por su ubicación, también se debió ingresar a los glaciares Olivares Alfa, Olivares Beta, Olivares Gama, Paloma Norte, Paloma Este A, Paloma Este B, Paloma Oeste y Glaciar del Rincón. “Por su cercanía geográfica con el proyecto, quedaron susceptibles a la pérdida de hielo y nieve por movimiento de tronaduras y ablación por contaminación del Material Particulado Sedimentable”, añade la especialista. 

De este total, ocho se encuentran dentro de áreas protegidas: el Santuario de la Naturaleza Yerba Loca y el Parque Nacional Glaciares de Santiago, “pero este proyecto se sometió a evaluación antes de su declaratoria (PN), por lo que tampoco consideró nuevos criterios de conservación más estricta según la ley SBAP”, añade la especialista.

Hernán García, de Somos Cuenca, agrega que estos glaciares alimentan los caudales del Maipo, que a su vez abastecen con el 70% del suministro de agua potable a la ciudad de Santiago y a la agricultura de la cuenca del río Maipo, por lo que “su pérdida, nos afecta a todos los que vivimos en la capital”.



Los Bronces

El proyecto minero Los Bronces Integrado pone en riesgo las reservas de agua de toda la Región. Dile ¡No!


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Author: Prensa Chile

Especies migratorias en peligro por la forma en que alteramos el mundo

Cientos de especies migratorias -es decir, aquellas que cada año realizan viajes extraordinarios atravesando tierra, ríos y océanos- se enfrentan a la extinción a causa de cómo la actividad humana interfiere en la naturaleza. Así lo confirmó el reporte elaborado para la Conferencia de Conservación de la Vida Silvestre de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizada en Samarkand, Uzbekistán.  

A medida que la expansión de la minería del carbón abarca cada vez más la zona forestal de la región de Chhattisgarh, India, los elefantes salvajes están perdiendo su hábitat y sufren escasez de alimentos.

Especies migratorias: ¿qué dice el informe sobre su situación?

En números concretos, están en peligro 1 de cada 5 de las 1.189 criaturas listadas por la Convención de Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMC, por sus siglas en inglés). Entre ellas se incluyen ballenas, tiburones, elefantes, gatos salvajes, aves, insectos, rapaces, entre otras. 

Alrededor de 44% de las especies en la lista están sufriendo la declinación de su población, especificó el reporte. La situación más alarmante es la de los peces que migran: cerca del 97% está amenazado. 

Este documento es el primer inventario en evaluar el estado de especies migratorias y cómo luchan por sobrevivir en un mundo alterado de forma dramática por la humanidad. La investigación concluyó que las dos amenazas más grandes son la sobreexplotación de los recursos y la pérdida de hábitats causadas por las acciones de las personas, como la deforestación y el desmonte para la agricultura, y la construcción de carreteras e infraestructura. 

Orangutanes bebés en el Centro de Atención Internacional de la Fundación Orangután en Pangkalan Bun, Kalimantan Central. La expansión de las plantaciones de palma aceitera está destruyendo su hábitat forestal.
Un oso polar en hielo marino a la deriva y no consolidado en la cuenca Kane. La especie está en peligro de extinción porque el cambio climático está provocando que su hábitat de hielo marino se derrita rápidamente.

Estas actividades también fragmentan las rutas naturales utilizadas por las especies al punto que, en algunos casos, esto les hace imposible completar sus viajes. 

A su vez, el estudio reveló que cerca del 58% de los lugares monitoreados por ser de importancia para las especies migratorias están bajo niveles insostenibles de presión debido a la actividad humana. 

El cambio climático y la contaminación también son graves problemas. Las temperaturas cada vez más altas obligan a las especies a viajar más lejos, y también puede llevar a que los animales cambien la época del año en que viajan. Con lo cual corren el riesgo de no encontrar comida y perder la posibilidad de aparearse.

Al mismo tiempo, las altas temperaturas pueden llevar a la destrucción de hábitats -como ocurre con los arrecifes de coral para las criaturas marinas- y la polución hace más peligrosa la migración, en especial para las aves. 

3 ejemplos de animales migratorios en peligro

El primer caso que vamos a citar es el de los murciélagos, cuya fama no refleja la importancia que tienen para los ecosistemas. Son grandes polinizadores porque se ocupan de dispersar semillas; ayudan a mantener saludables los bosques y controlan la propagación de insectos porque se alimentan de ellos en grandes cantidades. 

El santuario de murciélagos en Tubajon, islas Dinagat, es uno de los lugares turísticos de la isla.

Sin embargo, las mayores amenazas para su supervivencia son la deforestación que destruye su hogar y la caza que se practica en busca de su carne, que se considera un manjar en muchas culturas. Si a esto sumamos la contaminación sonora que dificulta encontrar comida a los murciélagos cazadores, los problemas que los aquejan son serios.

Los narvales, cetáceos de la familia de las belugas que habitan los mares del Ártico y el norte del Océano Atlántico, son otra especie migratoria en peligro. Estas criaturas marinas de aspecto mítico, famosas por sus colmillos en espiral, pasan los veranos en áreas costeras mayormente libres de hielo antes de migrar hacia el sur hacia aguas árticas más profundas. 

Narvales en el fiordo Sam Ford, al norte del río Clyde. Esta región está en riesgo de explosiones sísmicas y posibles futuras perforaciones petroleras en el Ártico.

La mala noticia es que, a medida que los océanos se calientan y la expansión anual del hielo marino ocurre cada vez más tarde, los científicos han encontrado que algunos narvales están retrasando su viaje, arriesgándose a quedar atrapados en el hielo marino sin aberturas por donde respirar si el hielo se congela repentinamente en otoño.

Las tortugas laúd hembras están entre los animales más intrépidas del mundo. Hacen viajes de más de 16.000 kilómetros para encontrar comida en mares lejanos, luego de anidar en la costa. Se sabe que parten de la zona tropical del Sudeste Asiático y llegan hasta las heladas aguas de Alaska, donde las medusas son abundantes.

Bebé tortuga laúd en la Guayana Francesa.

Lo cierto es que en un trayecto tan largo encuentran peligros, algunos de los cuales pueden resultar fatales. Las redes de pesca que se colocan para otras especies suelen convertirse en trampas mortales, los cazadores furtivos y las aguas cada vez más cálidas debido a la crisis climática, las obligan a buscar sus presas cada vez más lejos.

Estas son algunas de las cientos de especies migratorias amenazadas. Para preservarlas se requiere de esfuerzos globales del sector público y privado, considerando que sus viajes cruzan fronteras internacionales, sea en tierra, mar o cielo.

? El Tratado Global de los Océanos acordado hace un año  -y que necesita la ratificación de la mayoría de los países firmantes para entrar en vigencia- es un gran avance en ese sentido

? Exigir a gobiernos y empresas que trabajen para que la temperatura global se mantenga por debajo del incremento de 2.5°, son algunas de las maneras para cuidar la diversidad de la vida que habita los mares y recuperar el equilibrio natural de nuestro planeta. 



Aculeo: Humedal Urbano

Súmate y firma para que la Laguna de Aculeo, el Estero Pintué y Santa Marta, sean declarados como Humedal Urbano urgente.


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Fuente: CNN

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Author: Meri Castro

Balance ambiental de Greenpeace: “Lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo del 2023”

La organización eligió cuatro hitos que destacaron este año, entre los que se cuenta el regreso del agua a la Laguna de Aculeo como uno de los puntos positivos. Pero también hubo cosas negativas, como decisiones judiciales que retroceden en la protección de nuestros ecosistemas.

© Cristóbal Olivares / Greenpeace

Diciembre, 2023. Se acaba el año y desde Greenpeace realizaron un diagnóstico sobre los principales hitos relacionados con el medio ambiente, entre los que destacan algunos aspectos positivos que impactaron a nuestro país, pero también aquellos negativos que ensombrecieron la protección de nuestros ecosistemas, durante este 2023. 

¿Cuál fue su balance? A continuación el detalle:

1.- Lo bueno: portazo a Dominga

El proyecto minero portuario Dominga, valorado en US$2.500 millones, pretendía instalarse en el conjunto de ocho islas que componen el Archipiélago de Humboldt y desplegar faenas para la extracción de concentrados de hierro y cobre, a través de la creación de dos zonas de explotación minera a rajo abierto, la construcción de un puerto propio para exportar su producción y una desalinizadora, sin embargo, debido a la presión social y de las comunidades, se logró la detención del proyecto.

“Más de 100.000 personas solicitaron formalmente durante la pandemia el término de Dominga. Además, hubo un trabajo de años de las organizaciones de la Alianza Humboldt y distintos movimientos en busca de protección de la zona. Hoy vemos que esas acciones importaron y fue lo que permitió ponerle fin a la impunidad que rodea siempre la destrucción del medio ambiente. Nunca en nuestra historia hubo tanta participación de personas que, ejerciendo su legítimo derecho, solicitaron al Servicio de Evaluación Ambiental y a las autoridades impedir que este proyecto se concretara”, reflexiona Estefanía González, subdirectora de Campañas de Greenpeace.

Aunque estos días, esta buena noticia está siendo amenazada. Andes Iron, la empresa detrás del proyecto, siguió su arremetida en el Tribunal Ambiental de Antofagasta y el 20 de diciembre, comenzó sus alegatos. “Esperamos que la justicia ambiental funcione y que Dominga no sea una mala noticia para el año 2024”, dice González.

2.- Lo malo: el espaldarazo del Tribunal Ambiental de Valdivia a Nova Austral

En noviembre de 2023, El Tribunal Ambiental de Valdivia rechazó la decisión histórica de la Superintendencia del Medio Ambiente de revocar los permisos de operación en tres centros de la empresa Nova Austral, ubicados en el Parque Nacional Alberto de Agostini, en Magallanes, pese a que en una de las sentencias, reconoce que esta compañía de cultivo de salmones incumplió de manera grave con la normativa ambiental.

“El espaldarazo del Tribunal Ambiental de Valdivia a la empresa Nova Austral es absolutamente incomprensible y contradictorio. La SMA tiene todos los argumentos y antecedentes para revertir esta decisión en la Corte Suprema, acción legal que estamos acompañando desde Greenpeace. Es tal la gravedad de los hechos que bajo la legislación actual, corresponden a delitos ambientales perseguidos penalmente”, asegura González.

3.- Lo bonito: El renacer de Laguna Aculeo

En 2021, un estudio de la Universidad de Arizona sobre la Laguna de Aculeo arrojó que su desaparición se debió  al uso indiscriminado de recursos hídricos y no a la falta de lluvias. El científico chileno, Pablo García-Chevesic, parte del equipo de académicos que realizó esta investigación, explicó que en la zona se entregaron muchos derechos de agua sin antes realizar estudios para medir el impacto que tendría ese nivel de consumo. “Autorizaron muchísimos litros por segundo para extraer agua, tanto desde la laguna directamente, como también del acuífero”, comentó el especialista al momento de entregar los resultados de este informe. “Se abusó del acuífero y (…) entonces terminó, simplemente, secándose”, sentenció en dicha oportunidad.

Este invierno, después de las fuertes precipitaciones que cayeron en el país, la laguna recuperó parte de su volumen, sin embargo, desde Greenpeace advierten que “la permanencia del agua en su interior dependerá de si se logra gestionar adecuadamente la demanda de este recurso. Si queremos perpetuar esta bonita transformación de la naturaleza debemos cuidarla para que no vuelva a secarse y esto significa limitar su desvío y extracción. Esta es la única forma de terminar con la amenaza que se cierne sobre la sobrevivencia de la laguna y su biodiversidad”, agregó Estefanía González, subdirectora de Campañas de Greenpeace.

4.- Lo feo: luz verde para la explotación minera en Santiago

El Comité de Ministros aprobó el proyecto cuprífero, Los Bronces Integrado, de la minera de origen británico Anglo American. El proyecto, cuya inversión es de US$3.500 millones, contempla la ampliación de la mina en las regiones Metropolitana y Valparaíso y busca ampliar su yacimiento en la Cordillera de Los Andes, para extender su vida útil hasta el año 2036. Esta noticia preocupa debido al impacto que significa en la salud de los habitantes de la capital, porque el proyecto presentado no permite descartar la contaminación del aire, y por el impacto en los glaciares presentes en  el cordón andino. 

“La construcción de esta ampliación, entre otras acciones dañinas, supone una perforación de suelo para la construcción de un túnel subterráneo debajo del santuario Yerba Loca que, además de poner en amenaza a esta reserva de la biodiversidad, hotspot a nivel mundial por el alto endemismo que posee (especies que solo existen ahí), afecta a los glaciares ubicados justo en el nacimiento de la cuenca del río Mapocho”, detalla González, de Greenpeace 

“Esto  significa una afectación directa sobre las fuentes y reservas de agua  para la cuenca misma del río, además de un potencial impacto en la supervivencia de las especies que habitan el santuario y en la calidad del aire en la región, lo que a su vez repercute en el bienestar de todas y todos los habitantes de la capital”, agrega González.

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Author: Prensa Chile