Algo muy serio está ocurriendo en las más altas latitudes del globo. Nos referimos a la situación del Ártico, donde la temperatura aumenta más rápido que en cualquier otra parte del planeta y que, por eso, puede interpretarse como un adelanto de lo que podría ocurrir en otras regiones del mundo debido a los impactos de la crisis climática.
Una morsa se sobre un témpano de hielo cerca del glaciar Sjettebreen en Svalbard.
Hoy en día, el Ártico se está calentando más del doble de rápido que cualquier otro lugar de la Tierra, y el hielo marino se está reduciendo más del 10% cada 10 años, una tendencia que continuará con el calentamiento en curso. Según las proyecciones de la comunidad científica, las primeras condiciones libres de hielo en septiembre podrían darse ya entre 2020 y 2030 bajo cualquier escenario de emisiones. Además, se prevé que entre 2035 y 2067 el Ártico experimente septiembres sin hielo con regularidad, y que, de mantenerse las emisiones altas, llegue a mostrar periodos libres de hielo incluso entre mayo y enero de aquí a 2100. Lo que ocurre en esta región no debería pasarnos inadvertido porque abre un proceso que puede desencadenar un caos climático aún mayor.
El termostato que ayuda a enfriar el planeta está desapareciendo
Lo primero que hay que entender es que el hielo refleja gran parte de la radiación solar de vuelta al espacio, en lugar de absorberla en su totalidad y calentarse, algo en lo que la Antártida es altamente efectiva, ayudando a regular el clima global.
Groenlandia.
A medida que la superficie helada empieza a derretirse y desaparecer, más cantidad de suelo oscuro y de océano -que antes se encontraban cubiertos de hielo- quedan expuestos a la luz solar y comienzan a calentarse, lo que aumenta la temperatura de la Tierra en su conjunto.
Es decir que, como humanidad, nuestras acciones alteran, cada vez en mayor medida el mecanismo natural que antes reflejaba la luz solar y ayudaba a enfriar el planeta.
¿Qué otras consecuencias tiene que el Ártico tenga menos hielo?
Las consecuencias que desata la pérdida de estas grandes masas heladas no terminan aquí. Es que a medida que el hielo deja de existir, el transporte marino y las perforaciones en búsqueda de petróleo se amplían y el turismo crece. Así, más y más cruceros inmensos y buques surcan el mar, alguna vez congelado, para visitar para explorar el extremo norte del planeta, marcado por el deshielo.
Quienes miran a estas actividades sólo desde su costado económico pueden llegar a verlas como algo positivo. Sin embargo, llevar tanto movimiento a un ecosistema único y delicado como es el Ártico es muy peligroso. Tanto que los efectos adversos no tardaron en llegar. Enseguida, empeoraronla contaminación sonora y del aire, hay más disrupciones en los ecosistemas marinos y aumenta día a día el riesgo de que se produzca una pérdida o gran derrame de petróleo.
Sin hielo, la vida silvestre local se ve amenazada
Sin hielo, toda la cadena alimentaria se ve modificada. Empezando desde la base misma, porque empieza a disminuir la cantidad de algas que crecen en la parte de abajo de los témpanos marinos y que sirve de alimento para pequeños crustáceos como el krill, que luego son consumidos por peces como el bacalao ártico, que a su vez son consumidos por mamíferos marinos como las focas, las cuales son una de las presas favoritas de los osos polares. Si se pierde la capa base de algas, podrían desencadenar todo tipo de consecuencias graves en el ecosistema marino.
Gaviotas tridáctilas en el hielo Svalbardm, Noruega.
Una foca en Svalbard, Noruega.
Un oso polar en la bahía de Baffin, Canadá.
También desde lo más práctico, cada gigantesco bloque helado que se pierde altera el ritmo de todos los seres que habitan el Ártico. Por ejemplo, los osos polares pierden las plataformas desde donde cazar, en tanto las focas dejan de contar con lo que les servía de escudo y evitaba que fueran cazadas por los osos.
En tanto, el pueblo Inuit, que alguna vez estuvo conectado por el hielo, ve cómo sus villas quedan aisladas y su forma de socializar se modifica para siempre. A lo que hay que sumar que quienes viven en el Ártico enfrentan más problemas de salud al surgir enfermedades que logran viajar en el aire cada vez más cálido.
Pueblo inuit Ammassalik (Tasiilaq) en la isla Ammassalik en el fiordo Sermilik, Groenlandia.
En abril vivimos un nuevo encuentro virtual de Greenpeace en Acción, en lo que ya es una cita imperdible para educarnos y aprender junto a nuestros donantes, voluntarios y personas que nos apoyan.
El tema que nos convocó fue tan apasionante como urgente: los glaciares, el papel fundamental que desempeñan para la vida en el planeta y de qué manera podemos protegerlos.
Así, el martes 15, más de 200 personas de Argentina, Chile y Colombia se sumaron vía Zoom con el fin de conocer todo sobre estos gigantes de hielo: su importancia, las funciones que cumplen y muchos datos sorprendentes más.
La charla estuvo a cargo de Silvana Espinosa (campañista de Greenpeace Chile), Agostina Rossi Serra (campañista de Greenpeace Argentina) y Laura Caicedo (campañista Greenpeace Colombia). Nuestras expertas expusieron sobre la situación de los glaciares en cada país, su evolución a lo largo de los años y las amenazas que enfrentan hoy en día, entre ellas, el cambio climático y la actividad industrial.
Además, destacaron la Ley de Glaciares en Argentina, por haber sido el primer país de América Latina que aprobó una normativa para protegerlos hace diez años atrás, después de una larga lucha de la ciudadanía junto a las organizaciones civiles.
Durante el evento también exploramos imágenes y cifras sorprendentes. La mayoría de los participantes estaban asombrados y a la vez impactados por la realidad dramática que viven los glaciares.
Poco a poco, quedó claro por qué estos hielos majestuosos son vitales para los ecosistemas, el suministro de agua y la regulación del clima.
También hubo tiempo dedicado a la participación del público: desde trivias al micrófono abierto. Como en cada encuentro, la motivación fue increíble y fueronmuchos quienes compartieron sus inquietudes y preguntas. Tanto es así, que armamos una sección especial para responder en detalle todas las consultas que nos llegaron durante el evento.
Nuestras campañistas contestan las preguntas de los participantes en el Encuentro Greenpeace en Acción
¿Desde cuándo está vigente la Ley de Glaciares en Argentina?
Desde 2010. Fue una conquista enorme lograda por miles de personas que alzaron la voz junto con organizaciones ambientalistas como Greenpeace.
¿La provincia de San Juan (Argentina) tiene en cuenta esta ley?
San Juan y otras provincias de la cordillera tienen una fuerte matriz minera y buscan el desarrollo económico a través de esta actividad. El problema surge cuando estos proyectos se superponen con zonas protegidas por la Ley de Glaciares, lo que genera conflictos. Desde Greenpeace creemos que es clave exigir que la ley se cumpla y que se priorice la protección de los glaciares, que son reservas estratégicas de agua en un contexto de crisis climática. Con tu apoyo, podemos seguir impulsando esta defensa.
¿Realmente se respeta la ley anti minería en Argentina?
Es importante aclarar que la Ley de Glaciares no es una ley anti minería. Lo que hace es prohibir cualquier actividad —incluida la minería— que pueda dañar glaciares o ambientes periglaciares. En muchos casos, los minerales como el oro y el cobre se encuentran en zonas altas de la cordillera donde también hay glaciares, y ahí surge el conflicto. Por eso, es fundamental contar con el respaldo de personas como tú para exigir que se respete y se cumpla.
¿Qué acciones específicas está haciendo el gobierno actual de Argentina por los glaciares?
El gobierno nacional tiene la responsabilidad de implementar y hacer cumplir la Ley de Glaciares, que está vigente desde 2010 y representa una herramienta fundamental para la protección de estas reservas estratégicas de agua. A través del IANIGLA se avanzó en el inventario de glaciares, una tarea clave para su conservación. Sin embargo, todavía hay desafíos importantes en cuanto al monitoreo y control de actividades que puedan afectarlos, relacionado a los recursos disponibles para llevarlas adelante (tanto de recursos humanos como financieros). Desde Greenpeace trabajamos para que la ley se cumpla plenamente y para que se tomen decisiones que prioricen la protección del agua y el clima. Tu apoyo es clave para seguir impulsando este compromiso.
En el glaciar Exploradores (Chile) la gente camina sobre él, ¿cuánto puede dañar esto al glaciar?
Caminar sobre un glaciar como el Exploradores tiene impactos, pero si se realiza de forma controlada y con guías autorizados, el daño directo suele ser bajo. Sin embargo, el turismo masivo puede generar presión sobre el entorno: más residuos, más emisiones y riesgo de sobrepasar la capacidad de carga del lugar. Al mismo tiempo, el turismo bien gestionado puede ser una herramienta poderosa de concientización sobre el cambio climático, de valorización de la riqueza natural de nuestros territorios y una fuente clave de ingresos para las comunidades locales y la conservación. La clave está en el equilibrio: que el turismo ayude a proteger, y no a destruir.
¿El turismo daña a los glaciares?
Puede hacerlo si no se gestiona con responsabilidad. Por eso trabajamos para que haya regulaciones y educación ambiental. El turismo puede ser un aliado si se hace bien.
¿Qué estrategia se aplican para conservar los glaciares frente al cambio climático?
– Proteger y conservar áreas enteras como parques nacionales naturales. – Exigir políticas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero que aceleran el calentamiento global. – Denunciar y frenar proyectos como minas o represas en zonas glaciares. – Exigir que se cumplan las leyes ambientales de nuestros países, por ejemplo la Ley de Glaciares en Argentina. – Exigir leyes y normativas que protejan y conserven los ecosistemas interdependientes de los glaciares, como los páramos y bosques andinos. Un ejemplo de ello en Colombia es la Ley de Páramos. Proteger el ecosistema altoandino permite el adecuado funcionamiento y existencia de este sistema que en su conjunto regula el agua, el clima y la biodiversidad. Desde Greenpeace trabajamos en todos estos frentes. Gracias a quienes nos apoyan, podemos sostener estas campañas. La principal estrategia para conservar los glaciares frente al cambio climático es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para ello es fundamental la transición energética justa hacia energías renovables. El calentamiento global es el principal factor que acelera el derretimiento de los glaciares, por lo que frenar el cambio climático es crucial para su preservación. Además, se debe exigir que se apliquen estrategias de protección legal, como la Ley de Glaciares en Argentina, que prohíbe actividades que puedan dañarlos, como la minería en áreas sensibles. A nivel local, también es clave monitorear los glaciares a través de investigaciones científicas y el fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos para implementar políticas de protección y mitigación. Desde Greenpeace, promovemos que estas estrategias sean acompañadas por una fuerte movilización ciudadana que exija un cambio en las políticas públicas hacia la protección real de estos ecosistemas.
¿Hay alguna estrategia para evitar la pérdida de estos glaciares debido al calentamiento global?
No podemos detener todo su retroceso, pero sí frenar muchas de las causas humanas que lo aceleran y así conservarlos. Con más personas sumándose, podemos exigir decisiones que prioricen la estabilidad de estos ecosistemas, buscando la forma para ir de la mano con las actividades económicas. En países como Colombia, donde la crisis climática ha acelerado el retroceso de los glaciares al punto de proyectar su posible desaparición en las próximas tres décadas, es fundamental anticiparse a sus impactos. Aunque su extinción es irreversible, es necesario fortalecer las investigaciones científicas para comprender mejor su rol en el ciclo hídrico y mitigar los efectos negativos de su pérdida. Además, es clave promover la adaptación y proteger los ecosistemas interdependientes como los páramos y bosques altoandinos, que cumplen funciones esenciales en la regulación del agua, el clima y la biodiversidad. Por otra parte, honrar y despedir a los glaciares en países próximos a extinguirse, requiere un uso eficiente de las fuentes hídricas en las ciudades que dependen del agua de deshielo, al igual que un turismo consciente en los nevados.
¿Cómo refrescamos a los glaciares del calor que le inyectamos?
El “calor” que le inyectamos a los glaciares es una forma de decir que nuestras actividades —como el uso de combustibles fósiles, la deforestación, la minería o el consumo excesivo— están contribuyendo al calentamiento global, y eso acelera el derretimiento de los glaciares. “Refrescarnos” implica actuar: cambiar nuestros hábitos, exigir una transición energética hacia energías más limpias y justas, proteger los ecosistemas y apoyar y proteger leyes que cuiden el ambiente. Cada acción suma. Y cuanto más seamos, más fuerza tenemos para frenar esta crisis climática.
¿Las Torres del Paine (Chile) están sin hielo?
En general, los glaciares están perdiendo su masa glaciar. En las Torres del Paine esto se puede evidenciar en uno de sus glaciares emblemáticos, el glaciar Grey. Según estudios entre 1979 y el 2020, es decir en 41 años, su superficie ha disminuido más del 12%, lo que equivale a 33,35 km2.
¿Qué pasa con los icebergs que se desprendieron de la Antártida, que son de un tamaño mucho mayor a la Ciudad de Buenos Aires?
Son señales de alerta. Algunos se desprenden naturalmente, pero hoy lo hacen más seguido y en mayor tamaño por el calentamiento global. Afectan ecosistemas marinos y corrientes oceánicas. Es urgente actuar.
Cuando dijeron que ya perdimos 30 años de consumo de agua, ¿se refirieron a nivel mundial o sólo en Argentina?
En el mundo, se estima que ya perdimos el equivalente a 30 años de consumo de agua por el retroceso de los glaciares. Es alarmante. Por eso tu compromiso marca la diferencia.
¿Qué se puede hacer en Chile o en provincias argentinas como San Juan o Catamarca donde la explotación minera es una de las principales actividades económicas?
Tanto en Chile como en provincias argentinas como San Juan o Catamarca, la minería tiene un peso muy fuerte en la economía local. En muchos casos, es vista como una de las pocas opciones de desarrollo económico, sobre todo en zonas cordilleranas. El desafío está en que esta actividad se realice tomando conciencia de la crisis climática que vivimos y respetando los límites ambientales, como los que establece la Ley de Glaciares en Argentina, que protege las fuentes de agua en zonas de alta montaña. Desde Greenpeace creemos que es posible pensar modelos de desarrollo que cuiden el ambiente y el agua sin hipotecar el futuro. Por eso denunciamos con nuestras campañas la exigencia de un control estricto y transparente, para que la protección de los glaciares no se vea comprometida.
En Mendoza (Argentina), ¿Greenpeace trabaja junto a IANGLA?
Greenpeace no trabaja directamente con IANIGLA, ya que cumplimos roles distintos. IANIGLA es un organismo científico que depende del CONICET y tiene a su cargo, por ejemplo, el Inventario Nacional de Glaciares, una herramienta clave para aplicar la Ley de Glaciares. Desde Greenpeace acompañamos y defendemos ese trabajo técnico y riguroso, y lo usamos de referencia para nuestras campañas. Nuestro rol es independiente y está enfocado en la movilización ciudadana y en exigir que se respete esa información científica a la hora de tomar decisiones que puedan afectar los glaciares.
¿Cómo se hace para diferenciar los tres tipos de glaciares que hay en Chile?
En Chile, desde el punto de vista morfológico, es decir, por las formas de los glaciares, pueden clasificarse en glaciares de piedemonte, glaciares de valle, glaciares de calota, campos de hielo, glaciares de cráter, glaciares de montaña, glaciares de circo, glaciaretes y glaciares rocosos. Para mayor información puedes revisar nuestro informe .
¿Por qué razón no tienen una ley de protección de glaciares en Chile?
Chile cuenta con algunos instrumentos legales que mencionan los glaciares, como la Ley N°19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y el Código de Aguas. Sin embargo, estos no ofrecen una protección integral ni prevén un enfoque adecuado frente a desafíos globales como el cambio climático. Además, existen varios proyectos de ley sobre este tema en tramitación, pero lamentablemente no han avanzado por falta de voluntad política.
Quisiera saber si están al tanto de la práctica de casamientos de cerros que hacen las comunidades indígenas en otras parte del mundo y que parece efectiva para sembrar nuevos glaciares.
No hay evidencia científica de que estos rituales “siembran glaciares”, pero sí fortalecen el vínculo espiritual con ellos y muchas veces vienen acompañados de prácticas de conservación del agua y respeto por los ecosistemas de montaña.
¿Existe alguna forma de conciliar la necesidad de recursos de la humanidad con la capacidad de regeneración del planeta?
Sí, es posible. Lo primero es reconocer que necesitamos un cambio de paradigma. Las actividades humanas, como la extracción de recursos, no pueden seguir siendo destructivas para el planeta. Es fundamental buscar un modelo de desarrollo sostenible, en el que la economía no se base en la sobreexplotación de la naturaleza, sino en la regeneración de los ecosistemas y la justicia social. Esto incluye el uso de energías renovables, la agricultura sostenible, el reciclaje y la conservación de nuestros recursos naturales, como el agua y los glaciares. La clave está en tomar decisiones responsables, equilibrando nuestras necesidades con el respeto por el medio ambiente. Con voluntad política y el apoyo de la sociedad, podemos encontrar soluciones que beneficien tanto a las personas como al planeta.
¿Por qué no cuidamos el Río Santa Cruz, que es el último río glaciario que corre libre en Argentina?
Greenpeace estuvo involucrado en la defensa del río Santa Cruz, exigiendo que la Corte Suprema de la Nación pare las obras hidroeléctricas en el Río Santa Cruz. Nos opusimos, junto a la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Banco de Bosques, Asociación de Abogados Ambientalistas de la Patagonia, Aves Argentinas y otras organizaciones, a la construcción de las represas, por los impactos ambientales irreversibles que tendrían como consecuencia; la alteración del curso del río producto de las obras alterarían modificando notoriamente su caudal y dejando en riesgo de inundaciones a más de 47 mil hectáreas. Además, porque el desarrollo del proyecto ponía en peligro la supervivencia del Macá Tobiano, un ave patagónica endémica de la Argentina, en peligro de extinción y tenía como otra consecuencia el posible daño a glaciares como el Perito Moreno. Desde Greenpeace seguimos firmes en la defensa del ambiente, exigiendo que se prioricen las energías limpias y que se respete el equilibrio de los ecosistemas.
¿Cómo concientizar a la comunidad? Si voy y me paro en la plaza a hablar nadie me va a escuchar, salvo si alguna ONG me avala y apoya.
Muchas veces sentimos que nuestras voces no alcanzan solas, pero no estás sola. Desde Greenpeace creemos que el cambio empieza justamente con personas como tú, que se animan a hablar, a preguntar y a movilizar. Puedes sumar tu voz a campañas, compartir contenido, aportar con tu donación y asociarte a Greenpeace, o incluso formar parte de nuestra red de voluntariado. La clave está en generar conversación, visibilizar el problema, ofrecer soluciones concretas y construir comunidad. A veces una sola persona es suficiente para encender una chispa. Y desde Greenpeace estamos para apoyarte.
Mi consulta desde Chile es, ¿cómo participo activamente para proteger los glaciares?
Hoy tenemos en Chile la campaña Subamos la Voz, Bajemos Los Bronces, que aborda los impactos de la mina Los Bronces Integrado en los glaciares y agua, además del aire y la biodiversidad. Te invitamos a sumar tu apoyo en https://bajemoslosbronces.cl/ Además, puedes seguir el trabajo de otras ONG´s como es el caso de la Fundación Glaciares Chilenos.
¿Cómo nos podemos hacer socios activos de Greenpeace, más allá de financiar?
Para nosotros es muy importante contar con socios activistas que además de apoyar con su donación sean parte de nuestras campañas y actividades. Puedes participar de diferentes formas: – Firmar peticiones. – Sumarte a Magma, nuestra nueva comunidad digital. – Asistir a encuentros virtuales o presenciales. – Unirte al voluntariado. – Seguir nuestro canal de WhastApp para estar al tanto de todas las novedades. – Informarte, seguirnos en redes sociales, y compartir nuestros materiales de educación ambiental, documentales, videos y más.
Ante tantas personas comprometidas con la protección del planeta, aprovechamos para presentar Magma, la plataforma digital de Greenpeace que te premia por cuidar el ambiente.
Al cierre del encuentro, sorteamos 3 kits con premios especiales entre los presentes, como una forma de agradecer el compromiso y las ganas con las que se sumaron al evento.
Si no pudiste participar o si quieres revivir lo que fue “Greenpeace en Acción: Salvemos los glaciares”, te invitamos a mirar el video completo en YouTube.
¡Gracias por ser parte! Como siempre, dejamos un saludo especial para las socias y los socios de Greenpeace que nos permiten realizar todas nuestras actividades, capacitaciones y eventos con su aporte mensual.
Si aún no te asociaste y te gustaría apoyar este tipo de iniciativas, te invitamos a sumarte.
Cambio Climático, deforestación, contaminación por plásticos, minería en áreas de biodiversidad y extracción de combustibles fósiles son algunas de las problemáticas que afectan al medioambiente cada año. Este 2024, la organización ambientalista, Greenpeace llevó a cabo una serie de acciones para denunciar y visibilizar estas situaciones en distintas partes del mundo, incluido Chile.
A continuación, el registro con las mejores fotografías :
1. Masacre de pingüinos en la costa atlántica argentina.
En un veredicto sin precedentes en el que Greenpeace se hizo presente como querellante, el poder judicial de Chubut en Argentina, declaró culpable al responsable de la masacre de cientos de pingüinos de Magallanes en las cercanías de la reserva de la fauna de Punta Tombo, por daño ambiental agravado y crueldad animal.
Sobre el glaciar Svea, en Spitsbergen, activistas proyectaron mensajes oponiéndose a la minería en aguas profundas y pidieron al primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, que detenga los planes del gobierno, de expandir esta industria hacia los fondos marinos. Este trabajo resultó en una gran victoria, ya que se frenó la primera ronda de exploraciones.
Indígenas Papúes de Indonesia extienden una pancarta pidiendo protección de los bosques que habitan en la aldea Sira, afectada por la destrucción de las empresas madereras y de aceite de palma.
4. Extracción de gas fósil en isla de Borkum, Patrimonio de la Humanidad.
Activistas de Alemania y Países Bajos protestan contra la extracción de gas fósil en inmediación a la Isla de Borkum y próximos al Mar de Wadden, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Tierra Indígena Sararé, hogar del pueblo Nambikwara, un territorio de 67.000 hectáreas en la amazonía brasileña, ha sido sistemáticamente devastado por la minería ilegal que se sigue expandiendo.
A partir de datos obtenidos mediante el monitoreo satelital, Greenpeace Argentina denuncia que durante los primeros 10 meses del año en el norte del país se deforestaron 103.816 hectáreas de bosque nativo.
Con un espectáculo de más de 200 drones, Greenpeace Chile realizó su primera protesta aérea contra la ampliación del proyecto minero Los Bronces, durante el Festival Ladera Sur en Santiago de Chile.
8. Contaminación plástica en el pacífico colombiano.
Desde el Santuario de Flora y Fauna de Malpelo, la campaña “Protege el Pacífico Colombiano” hace un llamado a proteger nuestros océanos de la contaminación plástica. Reclama un Tratado Global de Plásticos ambicioso, sólido y vinculante que permita reducir un 75% de su producción, la transición justa, combatir los productos químicos peligrosos y prohibir los plásticos de un solo uso.
9. Retos para la Cumbre de Biodiversidad de las Naciones Unidas.
A tres días del inicio de la Cumbre de Biodiversidad de las Naciones Unidas llevada a cabo en Santiago de Cali, activistas les recuerdan a los líderes mundiales que el momento de actuar es AHORA.
En Greenpeace trabajamos para defender el medio ambiente, promover la paz y estimular a la gente para que cambie actitudes y comportamientos que ponen en riesgo a la naturaleza.
El iceberg más grande del mundo quedó liberado y comenzó su viaje final. Esto está pasando ahora al norte de las Islas Orcadas del Sur, ubicadas al sureste de la isla Grande de Tierra del Fuego (Argentina).
Proyecto de Greenpeace ‘Bomba de tiempo’ sobre un iceberg en las Islas Orcadas del Sur, Antártida. 2020.
Imagina una inmensa masa de hielo, una tan grande que tiene el tamaño de la ciudad de Nueva York multiplicada por cinco. Ahora piensa que después de estar fija en la misma posición durante años, comenzó a desplazarse por el océano Austral en dirección a aguas más cálidas.
Este hecho natural tan singular está ocurriendo en este instante, tal como lo confirmó un equipo de científicos del British Antartic Survey (BAS) tras realizar un monitoreo por satélite.
¿Qué es el iceberg A23a y por qué se está desplazando?
El iceberg en cuestión, que es el de mayor tamaño que existe en la actualidad, se llama A23a y se originó en 1986 al desprenderse de la plataforma de hielo Filchner, en la Antártida. Tiene una superficie de 3.600 km cuadrados.
Las Islas Orcadas del Sur, Antártida.
Durante décadas permaneció encerrado en el lecho marino del Mar de Weddell, donde sus placas de hielo, de hasta 400 metros de espesor, se mantuvieron casi intactas. Recién en 2020 inició su lento movimiento hacia el norte.
Apenas 3 años después, en 2023, dejó de girar sobre sí mismo a causa del efecto ejercido por el vórtice oceánico (conocido como Columna de Taylor). La liberación total de este efecto sucedió de manera reciente y es por eso que el gigante de hielo se está moviendo a la deriva por el océano Austral.
Los impactos en el ecosistema que esto pueda generar serán monitoreados por los especialistas. Por ejemplo se evaluará en qué medida los icebergs podrían aportar nutrientes a las aguas por las que pasan, creando ecosistemas prósperos en áreas que de otro modo serían menos productivas.
¿El calentamiento global causó el desplazamiento del iceberg A23a?
Está por evaluarse el nivel de influencia que pudo haber tenido el aumento de las temperaturas medidas en la región antártica, así como en las aguas oceánicas, en las condiciones que llevaron al iceberg a moverse.
Lo cierto es que el A23a se encuentra en un estado de deterioro evidente. Las temperaturas más cálidas, tanto del aire como de las aguas superficiales del océano, fueron desgastando sus bordes, aunque su parte central permanece relativamente intacta, dijeron los investigadores británicos.
También hay que ser cautos al momento de atribuir a un planeta más caliente la causa del desprendimiento original de este témpano gigante o si, en el caso de A23a, se trata del proceso natural de vida de los icebergs, que a medida que se desprenden de la plataforma antártica, navegan hacia aguas más meridionales.
¿Qué pasará con el iceberg A23a?
El A23a seguirá la ruta conocida como el “callejón de los icebergs” al ser arrastrado por la corriente circumpolar antártica. Es decir, seguirá el mismo camino del iceberg que provocó el hundimiento del Titanic.
Es la misma suerte corren la mayoría de los icebergs en la región de Weddell. De tal manera que lo más probable es que termine llegando al Océano Atlántico Sur, hacia la isla subantártica de Georgia del Sur y acabe despedazándose en otros trozos más pequeños que, eventualmente, se derretirán.
En esencia, hacia el destino final común de un iceberg, por muy grande que sea.
Por Silvana Espinosa, geógrafa y vocera de Greenpeace
Hace unas semanas se realizó el “Seminario de Gestión y Planificación Ambiental del Territorio” titulado “Perspectivas y Soluciones en los Territorios del Agua”, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Activistas de Greenpeace Chile y tripulación del MY Esperanza llegan hasta el glaciar San Francisco en la región metropolitana para desplegar un banner llamando a proteger a los glaciares, por el cambio climático y al desarrollo de las energias renovables en vistas al COP21 que se desarrolla en Paris.
En este espacio de reflexión sobre las distintas perspectivas que existen en torno a los territorios del agua, estuvo presente con una ponencia respecto a la importancia de los glaciares en la cuenca del Río Maipo.
Este espacio se convirtió en un punto de encuentro para reflexionar, aprender y proyectar nuevas posibilidades, fortaleciendo nuestra convicción de que el intercambio de saberes es una herramienta transformadora en la formación de nuevos profesionales.
Activistas de Greenpeace Chile y tripulación del MY Esperanza llegan hasta el glaciar San Francisco en la region metropolitana para desplegar un banner llamando a proteger a los glaciares, por el cambio climático y al desarrollo de las energias renovables en vistas al COP21 que se desarrolla en Paris.
Chile es un país montañoso donde más del 70% de la población se abastece del agua proveniente de las zonas cordilleranas. En la Región Metropolitana son más de 1.200 los glaciares que nutren la cuenca del río Maipo para poder proveer de agua a la población de Santiago. A nivel mundial, se estima que 140 millones de personas viven en zonas en las que el agua de deshielo glaciar aporta, con carácter estacional, al menos el 25% de la escorrentía.
MY Esperanza llegó a los glaciares Pio XI y Amalia para estudiar el impacto que ha tenido el cambio climático sobre los glaciares de la Patagonia.
¿Qué significa esto? Que en todo el planeta los glaciares presentes en zonas montañosas juegan un rol fundamental en la regulación hídrica de las cuencas siendo un factor importante en el abastecimiento humano en regiones con grandes densidades poblacionales que frecuentemente se ven enfrentadas a períodos de escasez hídrica.
Hoy 11 de diciembre, celebramos el Día de las Montañas y hacemos un llamado a conmemorar la importancia de este tesoro de la naturaleza que entrega estabilidad hídrica a los ecosistemas naturales, así como también de seguridad al abastecimiento humano de recursos hídricos.
Greenpeace sobrevuela el Cajón del Maipo post-lluvias.
Y no sólo eso. Los cordones montañosos además de funcionar como un capital natural de agua, también actúan como regulador térmico generando microclimas que mitigan fenómenos como las olas de calor y los incendios forestales.
Por eso desde Greenpeace consideramos que el fortalecimiento de políticas públicas para la protección de glaciares y áreas periglaciares, la implementación de monitoreos in situ y regulaciones más estrictas en actividades mineras y la participación comunitaria en la gestión de recursos hídricos son algunas de las medidas para proteger este patrimonio natural que, por todas sus características previamente explicadas, se hace imprescindible para conservar la vida en la Tierra.