Funcionarios de la Secretaría Regional Ministerial de Salud, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y la Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente de la Policía de Investigaciones acudieron este martes hasta la desembocadura del río Elqui, a dos kilómetros al norte del Faro de La Serena, para recoger evidencias y tratar de esclarecer la muerte de unos 300 peces, que desde la tarde del lunes llenaron las orillas del estuario.
Según la seremi de Salud, Ana Bonell, “se encontraron muchos peces muertos y algunos agonizando, de distinto tamaño. Sacamos muestras de los peces y del agua, para efectuarles análisis”, sostuvo, al tiempo de explicar que no es posible determinar una causa para el fenómeno sin los resultados de tales estudios.
“En su mayoría se trató de carpas y lisas, más algunos jureles”, indicó el director regional de Sernapesca, Eugenio Bruce.
Dado que las dos primeras especies habitan preferentemente en el mismo estuario del río, el agente químico o físico que provocó la muerte debió estar presente en el agua del río. Sin embargo, el Elqui presentaba niveles normales de oxígeno en el agua.
La titular regional de Salud agregó que se estudia una presunta vinculación de este hecho con una descarga de aguas servidas ocurrida el 27 de mayo a unos 300 metros río arriba, desde un ducto de la empresa sanitaria local, Aguas del Valle. Esto aunque la posible relación entre ambos acontecimientos queda en duda a raíz del tiempo transcurrido entre uno y otro.