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Contaminación acústica

La preocupación por conocer los niveles de contaminación acústica submarina en decibeles ha ido en aumento en los últimos años y el Doctor en acústica y académico del Instituto de Acústica de la Universidad Austral de Chile (UACh), Alfio Yori, desde el 2016 viene realizando medición, evaluación y registro del ruido submarino antropogénico en nuestros océanos. “Lo más importante de esta línea de investigación es que proyectos que no consideraban la contaminación por ruido bajo el agua, lo estén haciendo, e identifiquen como receptores a proteger a la fauna del sector, sujetos de conservación tales como delfines, ballenas, pingüinos, entre otras especies” explicó Yori.

Doctor en acústica advierte urgencia de medir ruido subacuático para proteger fauna marina

La contaminación acústica aérea y de origen antropogénico lleva décadas siendo evaluada a través de normas y decretos, con el propósito de regular las emisiones de ruido producidas por el ser humano, tanto en ambientes comunitarios como laborales.  Todo esto, con el fin de proteger específicamente la salud laboral y bienestar de las personas, sin embargo, el impacto del ruido en la fauna marina no había sido considerado.

Para el académico del Instituto de acústica de la U. Austral de Chile, el tema es preocupante y lo ha llevado a investigar mucho sobre los mamíferos marinos y en especial los cetáceos. “Los mamíferos marinos son especialmente sensibles al ruido debido a que poseen un sistema auditivo similar al del ser humano. Pero a diferencia de los humanos, el ruido en los mamíferos marinos puede provocar cambios de comportamiento de diferentes magnitudes y también provocar un enmascaramiento que no les permite la detección de sonidos importantes para ellos”, señala.

Asimismo Alfio Yori plantea que si se piensa que uno de los sentidos más desarrollados y a través del cual se comunican y navegan los mamíferos marinos es el auditivo, quiere decir que “para efectos de quienes viven bajo el agua, sus oídos son como los ojos para el ser humano. Si nosotros aceptamos eso, le vamos a dar importancia al tema del ruido como contaminante, porque es como si los dejáramos ciegos bajo el agua. Si bien no se ha podido demostrar,  muchos casos de varamiento de estos cetáceos ha coincidido con pruebas entre comillas ruidosas. Podría ser que estos animales después del impacto sonoro queden afectados por este gran nivel de ruido y pierdan orientación, e incluso que se les generen burbujas de aire dentro de sus órganos lo que provoca finalmente su muerte”.

Ruido bajo el agua
La primera propuesta en relación al tema – en el 2015- tenía como objetivo medir el nivel de ruido que provoca la acción humana en los ríos de Valdivia y bajo el rotulo de  “Evaluación del ruido antropogénico subacuático en el estuario del Río Valdivia” evaluaba las fuentes sonoras a través de un método de registro de campo, que consistió en recorrer el río registrando los niveles de ruido presentes. Para ello implementó un sistema de medición que consta de un kayak, hidrófono y micrófono sobre boya transportadora, más un software de análisis de datos.

“La primera conclusión es que sí tenemos fuentes de ruido de consideración bajo el agua. Es muy llamativo porque si tú caminas por el borde del río y pasan las embarcaciones, desde fuera se percibe muy poco ruido, es solo un motor a combustión con un tubo de escape, pero debajo del agua es increíble como aumenta el nivel de ruido, no porque el agua lo amplifique, sino porque el barco es más ruidoso debajo, que sobre el agua. Ahí me pude dar cuenta que el ambiente sonoro que encontramos debajo del agua no tiene ninguna relación con el ambiente sonoro sobre el agua”, explicó el académico de la U. Austral.

Lo que este Doctor en acústica detectó es que el nivel de ruido que hay debajo del agua es totalmente distinto y va a afectar a seres diferentes de los que hay sobre el agua, con diversas sensibilidades al ruido, por lo tanto, “nos dimos cuenta que las metodologías de las mediciones que hacemos sobre el agua, no son válidas bajo el agua y que debemos investigar más el tema”.


Fuentes de mayor ruido

Según los estudios de Yori , las fuentes de mayor ruido son las embarcaciones, y cuanto más grandes son más ruidosas. “En realidad mientras mayor es la potencia del motor y, a medida que aumenta la velocidad va aumentando el ruido. Por eso es súper importante que en zonas donde hay especies protegidas como el Santuario de la Naturaleza, se debería regular la velocidad de las naves. Las embarcaciones son mucho más ruidosas que las fuentes de ruido que se ubican en la ribera del río fuera del agua.

“Hay algo interesante entre las embarcaciones de motor eléctrico y las de combustión que encontramos en nuestros ríos. Las embarcaciones eléctricas son menos ruidosas durante la navegación, no así durante las maniobras de atraque en el muelle”.


Sin legislación en contaminación acústica subacuática

“Una mirada muy antropocéntrica es la que existe en cuanto a cómo el ruido afecta solo al ser humano”, esa es la conclusión a la que llegó el investigador de la U. Austral Alfio Yori, para luego preguntarse “¿Qué pasa bajo el agua?, y qué pasa con los seres vivos que hay bajo el agua”.

“He leído e investigado bastante y en ciertos países se hacen estudios, pero básicamente quedan dentro del ámbito académico, científico y no se ha generado una normativa internacional respecto de la protección de los seres vivos producto de la contaminación acústica bajo el agua. Lo que hay son algunas recomendaciones, por ejemplo, de la marina irlandesa, pero no llega más allá de eso y en Chile menos, no ha habido ningún trabajo publicado y por eso creo que mi proyecto es el primer trabajo que aborda la contaminación acústica bajo el agua”, señala el Doctor en acústica.

A fines del 2018,  el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) conformó una mesa técnica de trabajo dirigida a abordar el problema de la contaminación acústica subacuática en Chile y la protección de la fauna marina.  De esta forma, los proyectos que ingresen al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) y, que potencialmente puedan producir un impacto acústico en el medio ambiente submarino, deberán demostrar la existencia o no de estos impactos y entregar las medidas de mitigación contempladas en sus proyectos, de ser necesarias.
“Esta iniciativa del MMA ya está generando frutos, ya que algunas consultoras ligadas a nuevos proyectos ingresados al SEA, están considerando la contaminación acústica submarina y evaluando los futuros impactos de ésta sobre el entorno marino” señala el Dr. Yori.

Es así como diversas consultoras han solicitado al académico de Acústica UACh la realización de líneas de base de ruido submarino de proyectos que están siendo presentados al SEA. “El estudio de línea de base consiste en medir el nivel de ruido ambiente que existe en un lugar antes de implementar un proyecto nuevo. También, en caso de que existan fuentes de ruido previas al proyecto, caracterizarlas acústicamente. Estos datos son necesarios para determinar el área de influencia que tendrá el proyecto, en cuanto a el ruido submarino, y su impacto sobre la fauna marina” señala el académico.

Estas líneas de base se han realizado en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena en puntos ubicados a varias horas de navegación desde las ciudades de Punta Arenas y Puerto Natales.  “Lo importante aquí es que proyectos que no consideraban la contaminación por ruido bajo el agua, lo estén haciendo, y estén identificando como receptores a proteger a la fauna del sector, sujetos de conservación tales como delfines, ballenas, pingüinos, entre otras especies” agrega Alfio Yori.

Fuente: El Mostrador

Contaminanción de mascarillas desechables

El equipo de Oceans Asia rescató decenas de mascarillas desechables de las playas de Islas Soko cerca de Hong Kong.

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Durante un viaje a las Islas Soko, el equipo de Oceans Asia rescató decenas de mascarillas desechables de las playas, usadas por la población en el marco del Coronavirus.
En una publicación en su página web, titulada “No hay escasez de mascarillas quirúrgicas en las playas”, el equipo de la organización de conservación de océanos Oceans Asia denunció la contaminación en las costas de las Islas Soko producidas por el desecho de mascarillas, en el marco de la Pandemia del Coronavirus. En un video publicado por ellos mismos se observa al fundador Gary Stokes con un cargamento de mascarillas recogidas.

El equipo, que realiza una excursión a las costas de las Islas Soko dos veces al mes, explicó que, si bien solían encontrar una que otra mascarilla en las costas, el incremento de este producto luego de la expansión del virus ha sido significativo.

La publicación se ha viralizado en Instagram, y además señalan que el desecho de estas mascarillas se ha esparcido por otras costas, como las de Hong Kong. La organización denuncia los pobres sistemas de manejo de basura, que permiten que esto ocurra.

Fuente: Oceans Asia

Desastre ambiental en Mejillones

El vertimiento de carbón, material que es utilizado como combustible para la generación de electricidad en las plantas termoeléctricas que operan en la zona, hace más preocupante la situación de esta “zona de sacrificio” ubicada al norte de Antofagasta. “El derrame de carbón viene a sumarse al efecto de contaminación y acumulación de sustancias peligrosas en el fondo marino, una condición de falta de oxígeno, de anoxia en la bahía”, explica Hernán Ramírez, investigador asociado de Terram. La Municipalidad de Mejillones presentó una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), pero los habitantes acusan que “no son hechos aislados” y que “la justicia ambiental es muy lenta”.

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La zona de sacrificio de Mejillones vuelve a ser foco de un desastre ambiental. Un derrame de seis toneladas de carbón ocurrió en la bahía de esta semana, sumándose así a los más de diez episodios similares de vertidos de contaminantes conocidos durante los últimos dos años ocurridos en el mismo puerto.
Este vertimiento de carbón, material que es utilizado como combustible para la generación de electricidad en las plantas termoeléctricas, se habría originado por una mala maniobra de un trabajador de la empresa Terminal Graneles del Norte S.A. (TGN), según las primeras indagaciones de la Brigada de Delitos Medio Ambientales de la PDI.

Fuente: El Mostrador

Limpieza de playas en Chile

La inicitativa Voluntarios por el Océano liderada por la marca cerveza corona comenzó la tercera versión de limpieza que contempla 19 jornadas.

La campaña de limpieza de playas, Voluntarios Por el Océano (VPO), estrenó su tercera versión el sábado11 de enero en la playa La Puntilla, Pichilemu. Desde las 10:00 horas se congregaron más de 36 voluntarios que ayudaron en la recolección de basura.

Los voluntarios acumularon 256 kilos de residuos. En concreto, juntaron 215,5 kg de basura, 11,6 kg de basura orgánica, 10,5 kg de vidrio, 7,9 kg de variedades de plástico, 4,7 kg de plástico pet, 3 kg de latas y 2,8 kg de cartón.

La tercera versión del proyecto contemplará 19 jornadas de limpieza en donde se detallan a continuación:

Recolección durante el verano 2020:

Pichilemu – Sábado 11 de enero
Caldera – Viernes 17 de enero
Caldera – Sábado 18 de enero
Punta de choros – Viernes 24 de enero
Coquimbo – Domingo 26 de enero
Salinas de Pullally – Viernes 31 de enero
Ritoque – Sábado 1 de febrero
Chanco – Viernes 7 de febrero
Curanipe – Sábado 8 de febrero
Rapa Nui – Domingo 9 de febrero
Mehuín – Sábado 15 de febrero
Carelmapu – Viernes 21 de febrero
Pucatrihue – Domingo 23 de febrero
Pichilemu – Viernes 28 de febrero
Arica – Sábado 7 de marzo
Arica – Domingo 8 de marzo
Antofagasta – Sábado 14 de marzo
Topocalma – Sábado 21 de marzo
Bucalemu – Martes 24 de marzo

Desde su inicio en el 2017 la campaña “Voluntario por el Océano” ha convocado más de 25.000 voluntarios a nivel internacional. En chile se han limpiado más de 1.724.410 mts2 de playa y recolectado más de 10.206 kilos de basura. Qué esperas para inscribirte y ayudar a limpiar nuestras costas chilenas para disminuir la contaminación y generar mayor concienca del cuidado medioambiental en nuestra cultura!

Fuente: Inmunes Chile

Los desafíos ambientales de Chile

– El gobierno de Chile debe cumplir con el dictamen de la Corte Suprema que le ordenó adoptar medidas para monitorear la salud de los afectados por las intoxicaciones de 2018 en las comunas de Quintero y Puchuncaví.
– La posibilidad de escribir una nueva constitución debería contemplar una visión medioambiental que permita modificar asuntos estructurales como la privatización del agua.

El 2020 es un año crucial para el mundo. Es la última oportunidad que los países tienen de comprometerse con disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura global aumente hasta llevarnos a un momento de no retorno, con consecuencias devastadoras para el planeta y sus habitantes.

Chile, organizador de la recientemente celebrada COP 25, debe continuar a la cabeza de las negociaciones internacionales en la lucha contra el cambio climático hasta que la responsabilidad le sea traspasada al Reino Unido cuando se celebre en Glasgow, Escocia, la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP 26.

Pero, además, en 2020 Chile deberá estar atento a responder a las demandas que sus habitantes salieron a exigir en 2019 en las protestas más grandes registradas desde el regreso de la democracia. Lo ambiental es parte de esa agenda de pendientes a los que el Estado debe responder.

Mongabay Latam hizo una selección de los principales temas ambientales que Chile deberá enfrentar este 2020.

1.Quintero y Puchuncaví: la larga espera
La Corte Suprema falló, en mayo pasado, a favor de más de 700 personas, la mayoría niños, que en 2018 sufrieron intoxicaciones tras respirar gases tóxicos. Los afectados son habitantes de las comunas de Quintero y Puchuncaví, pertenecientes a la región de Valparaíso, una zona llamada de sacrificio por estar devastada ambientalmente debido a la alta concentración industrial.

El máximo tribunal ordenó que las autoridades de los distintos niveles de gobierno adopten una serie de medidas para monitorear la salud de los afectados y detener definitivamente los episodios de contaminación que desde hace años impacta al medio ambiente y a los habitantes del sector.

Aunque los chilenos esperaban que la disposición de la Corte Suprema se comenzara a cumplir de inmediato, a días de terminar el 2019 los afectados sostienen que ninguna medida se ha aplicado y que incluso desde el fallo se han registrado alrededor de cinco nuevos eventos de intoxicación.

El diputado Diego Ibáñez, miembro de las comisiones de salud y medioambiente de la Cámara de Diputados, asegura que “no hay mayor claridad sobre las medidas concretas que aborden los puntos estructurales que para los movimientos ambientales son importantes de recalcar en el fallo de la Corte Suprema: hablamos de una nueva norma de calidad ambiental para suelo, aire y agua que regule contaminantes que no existen en la legislación chilena”.
Es por ello que el cumplimiento del fallo queda como uno de los grandes pendientes del 2020.

Ya en junio, desde las comisiones de medio ambiente y de salud de las cámara de diputados y senadores, parlamentarios crearon un frente para exigir el cumplimiento de las medidas dictadas por la Corte Suprema. Hernán Ramírez, investigador asociado de la Fundación Terram, precisa que desde la sociedad civil están trabajando junto con los parlamentarios y que, de incumplirse el fallo, los pasos siguientes serán “recurrir con recursos a los tribunales por incumplimiento de las medidas dictadas por la Corte Suprema y, paralelamente, recurrir a instancias internacionales de Derechos Humanos”.

Mongabay Latam se puso en contacto con el Ministerio del Medio Ambiente para tener su versión, sin embargo, hasta el cierre de esta publicación no hubo respuesta alguna.

2.Dominga: la decisión final

El polémico proyecto minero y portuario Dominga podría, por fin, definirse en 2020 y los defensores ambientales que se oponen a él tienen buenas razones para creer que finalmente el proyecto no se concretará.

Si por el contrario, Dominga ve la luz, anualmente 12 millones de toneladas de hierro serán extraídas desde el interior de la tierra, más otras 150 mil toneladas de concentrado de cobre, durante 26,5 años. Un total de 318 mil millones de toneladas de hierro que serán embarcadas en un puerto propio, desde donde tres a cuatro barcos mensuales transportarán el mineral hacia el mercado asiático para su comercialización.

Todo eso ocurriría a 35 kilómetros de una de las zonas de mayor biodiversidad marina en el mundo: la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt y las Reservas Marinas Isla Chañaral e Isla Choros y Damas. Áreas protegidas que forman parte de una región más amplia, conocida como el archipiélago de Humboldt, donde es posible encontrar hasta 560 especies marinas.

En abril del 2018, el Tribunal Ambiental falló a favor de la empresa luego de que esta acusara al Comité de Ministros, que había rechazado el proyecto, de incurrir en arbitrariedad e ilegalidad. Según la empresa, la decisión de rechazar Dominga estaba ligada a posturas partidistas y no a razones técnicas.

La ONG Oceana acudió entonces a la Corte Suprema y esta dictaminó, en septiembre 2019, que el Comité de Ministros sí cumplió con el procedimiento adecuado al rechazar el proyecto. El máximo tribunal desestimó así los argumentos de Dominga y ordenó al Tribunal Ambiental volver a revisar la causa. “Esperamos que esta vez [el Tribunal Ambiental] sí priorice las consideraciones técnicas y se rechace definitivamente el proyecto, aunque eventualmente la empresa pueda volver a apelar a la Corte Suprema”, señala Liesbeth van der Meer, Directora de Oceana Chile.

A pesar de que existe la opción de que el proyecto continúe en instancias judiciales, van der Meer agrega que saben “que la línea base que proporcionó la empresa en su momento era deficiente y fue cuestionada reiteradas veces por los servicios públicos, por ende, esperamos que se zanje en el Tribunal Ambiental”.


3.Mayor fiscalización para la industria salmonera

En el Senado chileno se encuentra un proyecto de ley que propone obligar a la industria salmonera a publicar mensualmente la cantidad y la clase de antibióticos utilizados por cada empresa en cada centro de cultivo, además de reportar la respectiva biomasa, mortalidad y cosecha de salmones.

La aprobación de esta ley es un desafío para el 2020 puesto que, según explica, Liesbeth van der Meer, la propuesta “busca que de una vez por todas, la sociedad civil, los consumidores, los periodistas o quien esté interesado pueda acceder a esos datos y conocer de qué forma cada empresa produce y así evaluar, por ejemplo, decisiones de compra”.

La directora de Oceana Chile resalta que las empresas salmoneras se han negado en los últimos siete años a proporcionar información sobre la cantidad de antibióticos que utilizan en su producción. Algunas de ellas, agrega van der Meer, incluso forman “parte de la Global Salmon Initiative donde dicen compartir valores de transparencia, integridad y sustentabilidad pero, por otro lado, realizan esfuerzos colosales para impedir la publicidad de la información en Chile”.

La salmonicultura es una de las industrias de alimento animal que más antibióticos utiliza. Ello, debido a los peces se enferman o se contagian con parásitos por las condiciones de hacinamiento de las jaulas. Según un informe de Oceana Chile, elaborado con datos de la Global Trends in antimicrobial use in food animals 2015, se utilizan 950 g de antibióticos por cada tonelada de salmón. En cambio, por una tonelada de vacuno, se utilizan 45 g de antibióticos. Es decir 21 veces menos.

Fuente: MONGABAY