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Niegan a HidroAysén derecho a uso de aguas de ríos patagónicos

Resolución de la DGA denegó permisos solicitados por la empresa el año pasado y que son vitales para la construcción de las cinco centrales hidroeléctricas que abarca el proyecto.

Según fue dado a conocer este martes, la Dirección General de Aguas (DGA) denegó a HidroAysén la solicitud de derechos de aprovechamiento de aguas en los ríos Pascua y Baker, con el fin de construir cinco megacentrales hidroeléctricas.

En agosto del año pasado, luego de anunciar la reducción de las áreas de inundación de 9.300 a 5.910 hectáreas, la sociedad de Endesa y Colbún solicitó nuevos derechos a la Dirección General de Aguas (DGA).

En su respuesta, del 29 de octubre de este año, la DGA indica que “los referidos derechos ya existentes son incompatibles con la constitución del derecho solicitado”. Ello debido a que los puntos de captación y restitución solicitados por HidroAysén “se encuentran dentro del área de inundación de los derechos constituidos en el año 90” por la dueña original de estos derechos, Endesa, que los puso a disposición de Hidroaysén, sociedad que mantiene con Colbún para las cuestionadas represas.

Esta nueva resolución contra el proyecto de las eléctricas Endesa Chile y Colbún se suma a las observaciones negativas recibidas de 32 servicios públicos a su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y a las “precisiones adicionales” que pidió el gobierno al mismo EIA.

Sobre la decisión de la Dirección General de Aguas conocida hoy, el abogado del Consejo de Defensa de la Patagonia, Marcelo Castillo, señaló que “estamos muy contentos que la DGA haya acogido uno de nuestros argumentos en contra de estas solicitudes porque el no otorgamiento de los derechos de agua significa un reconocimiento a las serias inconsistencias del Proyecto Hidroeléctrico de Aysén al no coincidir los derechos de aguas solicitados con el Estudio de Impacto Ambiental presentado”.
El proyecto denominado HidroAysén nació en el 2006 impulsado por Endesa Chile y la generadora chilena Colbún. Endesa Chile es el brazo generador del grupo Enersis, que es la matriz de inversión en Latinoamérica de Endesa España y posee además generadoras en Argentina, Brasil, Colombia y Perú.

Son cinco las centrales que HidroAysén pretende construir en los cauces de los caudalosos ríos Pascua y Baker, tres en el primero y otras dos represas en el segundo. El complejo de generación de energía eléctrica tendría una potencia total de 2.750 MW y una inversión total de 3.200 millones de dólares.

Generadoras se reúnen con comunidades y modifican sus proyectos para sortear el rechazo de ecologistas y otros grupos.

La reciente visita del abogado y vocero del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés), Robert Kennedy Jr., hizo destacar el rol opositor que protagonizan las agrupaciones ambientalistas y ecologistas en torno al desarrollo de proyectos hidroeléctricos en el país.

HidroAysén (cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, 2.750 MW) se ha transformado en el principal blanco de movimientos ecologistas y de las ONGs ambientalistas, los que se han congregado bajo el amparo de Patagonia sin Represas.

Pero la contracampaña no sólo se centra en el proyecto de Aysén. Los mismos socios en el megaproyecto enfrentan esta realidad en otros lugares del país, al igual que otras firmas del sector, como AES Gener y SN Power, a través de su filial Trayenko.

Más allá de la labor de los organismos medioambientalistas como Ecosistemas y Chile Sustentable, el método que utilizan los opositores es similar: sitios web alertando de los proyectos o creados con la exclusiva finalidad de oponerse al mismo; manifestaciones que llamen la atención mediática (juntas de accionistas, reuniones entre empresas y autoridades o medios de comunicación), y el “reclutamiento” de figuras de alto perfil público (cantantes, actores y otros) que solidaricen con la causa.

El caso más bullado ha sido el de SN Power, que a través de la coligada Trayenko busca emplazar cuatro centrales de pasada en Panguipulli y Futrono.

La empresa, que aún no toma la decisión de negocios respecto de la iniciativa, ha realizado reuniones y actividades para dar a conocer el proyecto con las comunidades, tanto en Chile como en Noruega. El vicepresidente ejecutivo para Latinoamérica de SN Power, Nils Husby, incluso ha ofrecido eliminar una central, para darle viabilidad a la obra.

Un punto en el que han puesto especial hincapié las eléctricas es en el trabajo informativo con los habitantes de las comunas donde buscan desarrollar los proyectos. Estas labores comunicacionales por ley son obligatorias recién una vez que ha comenzado el trámite ambiental del proyecto, pero en la práctica las empresas las realizan desde meses antes.

Endesa, por ejemplo, se encuentra realizando estudios de prefactibilidad técnica para un proyecto que busca levantar dos centrales de pasada en la zona cercana a Neltume y Panguipulli, en la Región de los Ríos.

Aunque la decisión de levantar las centrales Choshuenco y Neltume (600 MW entre ambas) aún no se toma ni tampoco existe el EIA, la firma ya se ha contactado con todos los representantes comunales de la zona, e incluso implementó un plan de capacitación en diversos oficios para 200 personas residentes en dichas comunas.

Trabajo comunal

AES Gener, en tanto, llegó a una solución técnica para su proyecto Alto Maipo (dos centrales de pasada, 531 MW) que le permitió modificar los trabajos en la zona de El Manzano, uno de los principales reclamos que tenían los habitantes de San José de Maipo.

En el caso de Colbún, que busca levantar la central Angostura (309 MW) en la comuna de Santa Bárbara (Región del Bío-Bío), la compañía ha asumido un rol proactivo, y aún cuando el proyecto está en fase de ingeniería, sin que exista el EIA, ya se ha reunido con los alcaldes, consejeros municipales, parlamentarios, juntas de vecinos y gremios empresariales para explicar el proyecto.

Estas son algunas de las medidas adicionales que han tomado las empresas para poder concretar estas obras, que sumadas a otras iniciativas como las de Pacific Hydro (555 MW en el valle del Cachapoal) y las que tiene la misma empresa junto a SN Power en el valle del Tinguiririca (La Higuera y la Confluencia, 310 MW), permitirán agregar más de 5.565 MW de potencia instalada al Sistema Interconectado Central (SIC).

Estrategia

Los ecologistas buscan impacto mediático y reclutan figuras internacionales para hacer notar su oposición

Fuente: www.emol.com

“New York Times” critica represas en la Patagonia

Mientras el periódico norteamericano insta a Endesa a reconsiderar el plan y critica al Gobierno por seguir un modelo de Pinochet, el presidente de la eléctrica, Mario Valcarce, dijo que “le parece curioso que muchas críticas vengan de países como Estados Unidos, que consumen siete veces lo que Chile.

No sólo la visita del abogado ambientalista Robert Kennedy Jr. “internacionalizó” el debate por la construcción de cinco represas en la Patagonia que conforman el proyecto de la sociedad HidroAysén. Ayer, un editorial aparecido en The New York Times titulado igual que la campaña de las organizaciones ambientalistas que se oponen al plan (“Patagonia sin represas”) hizo una nueva contribución.

El artículo argumenta que las centrales hidroeléctricas sobre los ríos Baker y Pascua “podrían dañar irreversiblemente uno de los lugares más salvajes y hermosos del planeta”. Agrega que la construcción de las líneas de transmisión hacia Santiago dejaría una “cicatriz” en algunos de los más fascinantes paisajes chilenos. “La mayoría de la electricidad generada por el proyecto podría no ser usada para uso residencial sino para la minería y la industria”.

El editorial también cuestiona las políticas energéticas locales. Dice que las represas “son un legado del gobierno de Pinochet, que privatizó los derechos de agua en Chile. La filial chilena de una compañía española, Endesa, ahora tiene los derechos y está presionando por el proyecto. El Gobierno democráticamente elegido de Chile le está permitiendo avanzar”. Luego, insta a las autoridades a reconsiderar estos planes de corto plazo, “como lo deberían hacer también las empresas internacionales que tienen los derechos de agua de esos ríos”.

The New York Times argumenta que Chile necesita “desesperadamente” nuevas fuentes de energía, pero plantea que “destruir esos ríos y la vida que depende de ellos no es la solución”. Agrega que resolver la crisis con responsabilidad también debe incluir otras alternativas renovables, como la solar, la eólica y la geotérmica.

Esta no es la primera vez que el proyecto de Endesa y Colbún tiene repercusiones en el extranjero. En enero pasado, el diario El País de España criticó la construcción de las represas en un artículo titulado “Los embalses y los cables amenazan la Patagonia”, donde se califica al proyecto de Endesa como “faraónico”. El gobierno no se pronunció por el artículo. La ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, señaló que no resulta conveniente referirse a una iniciativa sobre la cual todavía no se conocen sus características y que tampoco ha ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.

Endesa defiende el proyecto

Donde sí hubo pronunciamientos sobre las represas en la Patagonia, fue en la junta de accionistas de Endesa. Las intervenciones de la defensora de los bosques, Malú Sierra, como voz de la ONG International Rivers, y del empresario Douglas Tompkins, miembro del Consejo de Defensa de la Patagonia, abrieron el debate.

El presidente de la Endesa, Mario Valcarce, defendió el proyecto hidroeléctrico. “Chile tiene un natural derecho al crecimiento con cuidado de su medio ambiente. Lo que me parece curioso es que muchas críticas vengan de países como Estados Unidos, que consume siete veces lo que Chile”, dijo.

Valcarce explicó que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se presentará en junio, lo que no retrasa las obras, sino que busca que éste sea objeto del mínimo de críticas y observaciones. Según sus estimaciones, la generación de los 2.750 MW costarán entre 2.700 y 2.800 millones de dólares.

VERDES VAN A TRIBUNALES

Los parlamentarios de la bancada verde, Guido Girardi (PPD), Alejandro Navarro (PS), Enrique Accorsi (PPD), Fulvio Rossi (PS), Marcelo Díaz (PS) y Alejandro García Huidobro (UDI), anunciaron acciones legales para frenar la construcción del proyecto Hydroaysén. “Si entra al Sistema de Evaluación, se aprueba. Esa es la orden que tienen todos los seremis”, dijo Accorsi. “No puede ser que el Gobierno imponga este fast track ambiental”, siguió Díaz. “Le vamos a dar la guerra al proyecto (…) aquí se está violando la soberanía nacional”.

Aaron Sanger: El más duro rival de los Matte.

Aaron Sanger es prácticamente un desconocido en Chile. Sin embargo, hoy lidera la batalla de los ambientalistas contra el proyecto HidroAysén. Fue interlocutor de los Matte -y cercano a Eliodoro- cuando en 2003 logró un inédito acuerdo con CMPC y Arauco para la protección del bosque nativo. Hoy dice que no negociará y que el eslogan que difundirá por el mundo es “No Matte la Patagonia”. Qué Pasa recorrió con Sanger el río Baker y Pascua, estuvo en su encuentro con Douglas Tompkins y conoció de su propia boca la estrategia que piensa poner en práctica para detener la construcción de las represas.

Por  Paula Comandari

El sábado pasado, una docena de ambientalistas extranjeros y nacionales interrumpieron de golpe la calma de la Estancia Valle Chacabuco, propiedad del matrimonio Tompkins. Durante doce horas, el grupo se concentró en establecer al detalle las diversas estrategias que utilizarán para oponerse de lleno al proyecto HidroAysén -de la familia Matte y de Endesa-, el cual contempla construir cinco represas en la XI Región. De hecho, en esas conversaciones prepararon punto por punto cómo responderán al estudio de impacto ambiental que la empresa debe entregar en marzo próximo. Porque si hay algo que este grupo de ecologistas tiene claro, es que no quieren dejar nada al azar.

En pleno corazón del valle Chacabuco, desde donde se tiene una vista privilegiada del río Baker -justamente uno de los que el proyecto hidroeléctrico contempla intervenir-, los asistentes analizaron la arremetida. Allí estaban, entre otros, Douglas Tompkins y su mujer, Kris McDivitt; Juan Pablo Orrego, cabeza de Ecosistemas; y Patricio Rodrigo, director de Chile Ambiente, la organización de Hernán Sandoval, uno de los amigos cercanos de Ricardo Lagos. En medio de ellos, sin hacer mayor ruido, estaba sentado un ecologista estadounidense que durante 17 años se ha dedicado a defender con mano dura el medio ambiente en el mundo: Aaron Sanger (50).

En Estados Unidos, es un nombre que no deja indiferente. Ha ganado batallas públicas. Por ejemplo, logró que cuatro poderosas forestales -Weyehaeuser, Canfor, Western Forest Products e Interfor- protegieran 3 mil hectáreas de bosque en The Great Bear Rainforest, Canadá, cuando convenció a sus máximos compradores de finiquitarles el contrato si insistían en intervenir la zona. También asumió la defensa de más de 150 habitantes que vivían cerca de tanques petroleros en un barrio de Texas: luego de cinco años de disputa, Exxon Mobil, Chevron y Texaco sacaron los tanques, limpiaron el suelo e indemnizaron a los damnificados.

En Chile, Sanger es prácticamente un desconocido. Pero su presencia no ha sido menor. Muy pocos saben que fue él -cuando era miembro de Forest Ethics- quien logró en 2003, después de una larga batalla, un inédito acuerdo con CMPC y Arauco para la protección del bosque nativo. Así se transformó, de paso, en el interlocutor de las ONG con las empresas de Matte y Angelini, con las que tuvo un trato cercano durante todo este tiempo. Tan fluido, que en 2006 se trasladó por un año a vivir a Villarrica, para supervisar in situ que el compromiso de no sustituir bosques nativos por plantaciones se estuviera cumpliendo. Después de ver con sus propios ojos que las cosas funcionaban, volvió a Bellingham, en el estado de Washington, donde tiene una pequeña casa a orillas del mar, abastecida sólo con luz eólica, geotérmica y solar y donde se traslada en auto eléctrico. Pero siguió con línea directa con Chile, especialmente con Eliodoro Matte, con quien mantenía una buena relación.

Hasta ahora. Porque de amigo, Sanger se transformó en enemigo.

En septiembre pasado, el ecologista abandonó Forest Ethics y se afilió a International Rivers, institución que vela por la conservación de los ríos y de los ciudadanos que viven de ellos en Africa, Asia y Latinoamérica. La institución hoy tiene clavados sus ojos en Chile: de los US$ 2,4 millones que tiene como presupuesto, una parte está destinada para la defensa de la Patagonia nacional. Sanger se convirtió en el líder indiscutido de la campaña internacional de la defensa de la zona, labor que reúne a más de 35 ONG nacionales y extranjeras que se oponen a Colbún -la eléctrica de los Matte y donde los Angelini tienen un pequeño porcentaje- y a Endesa.

Delgado y de aspecto frágil, quienes conocen a Sanger de cerca aseguran que bajo su apariencia esconde una gran habilidad para negociar. Pero esta vez, él asegura que no está dispuesto a transar. “No Matte la Patagonia” es el primer eslogan que ya inventó y ue muy pronto lo hará circular por el mundo en apoyo a su nueva cruzada.

Los Matte según Sanger

Lo primero que decidió Sanger para esta campaña fue visitar cada uno de los puntos que se verían afectados con la construcción de las represas del proyecto HidroAysén. Por eso llegó a Chile la semana pasada y el viernes 18 viajó al sur. Llegó a Coyhaique y tras un recorrido por varios lugares, como Cochrane y Puerto Bertrand, una van lo trasladó a Villa O´ Higgins, uno de los pueblos más remotos del país.

En el día a día, Sanger no parece ser un hombre agresivo. Durante las expediciones por la zona, nunca dirigió las caminatas ni tampoco dio instrucciones. Pasó más bien inadvertido y gran parte de su tiempo lo mató en silencio, observando la naturaleza. Pero cuando se acercó a algunos de los ríos patagónicos, su actitud cambió. Y se abrió a conversar. Dice que no comprende cómo los Matte están dispuesta a arruinar parte importante del país ni tampoco entiende que los Angelini se hayan embarcado en esta apuesta empresarial cuando en los últimos años han sido apuntados con el dedo por los daños ambientales generados por sus compañías.

“Cuando tomé la decisión de coordinar la campaña, le envié una carta privada a Eliodoro Matte, explicándole que el hecho de que estuviera involucrado en este destructivo proyecto no iba en la línea de compromiso de protección con el medio ambiente a la que él había adherido. Por ello, le hice saber que estaba frontalmente en su contra y que por ello cambiaba de institución (de Forest Ethics a International Rivers), explica Sanger.

Dice que quedó sorprendido cuando recibió la respuesta a su misiva personal con una carta “a viva voz”, publicada en el diario La Tercera. Eso le molestó profundamente. “Eliodoro se promovió a sí mismo como un personaje responsable con el medio ambiente, como fórmula para potenciar sus negocios, y ahora, como mandamás de la familia, ha incurrido en una fuerte contradicción al apoyar HidroAysén”, añade el ambientalista, abogado y máster en Comunicaciones Científicas y Técnicas.

Sanger explica que pocos días después de la publicación de la carta, Matte le escribió un correo electrónico en un tono amistoso, pero claro: le agradeció la ayuda que había prestado desde Forest Ethics, le deseó suerte en su nueva organización y le dijo que estaba consciente del daño que podría generar HidroAysén en el sur, pero que “son sólo 6.000 hectáreas dentro de las cientos que tiene la Patagonia”.

El ecologista norteamericano dio entonces por cortadas las relaciones y no se han comunicado nunca más.

Aunque Sanger tiene la idea de que el mayor de los Matte tiene conciencia y experiencia para evitar daños ambientales, no tiene la misma opinión de su hermano Bernardo, presidente de Colbún y uno de los protagonistas de la iniciativa que pretende generar 2.750 MW a través de la inundación de 5.910 hectáreas patagónicas. Dice que no concuerda con ninguno de sus comentarios. “El ha señalado que es un viejo hippie y que está en contra de las centrales nucleares. Yo le digo: ´Señor Matte, usted no es un viejo hippie, porque ellos no viven ni piensan como usted’. Para mí, su postura contraria a los proyectos nucleares tiene una sola explicación: se opone porque se transformarían en competencia para sus centrales hidroeléctricas”, afirma.

Sanger estima que las opiniones de Bernardo Matte sobre el tema energético son “bastante limitadas”. “No creo que él entienda los verdaderos riesgos de HidroAysén y las alternativas que existen para generar la misma electricidad con proyectos sustentables”, explica Sanger, quien no se cansa de repetir que el desarrollo de iniciativas no convencionales bastaría para sacar a Chile de la crisis energética por la que atraviesa. Cita dos ejemplos: Londres tiene un proyecto para reemplazar el 25% de su matriz energética con energía eólica. Y en Texas, Shell tiene otro de 3.000 MW, mucho más de lo que produciría Colbún y Endesa, también sobre la base de energía generada por el viento.

Su contraparte no está de acuerdo. En octubre pasado en Qué Pasa, Bernardo Matte señaló que la crisis no se soluciona con energías renovables y que sostener lo contrario no pasa de ser un buen sueño. Y citaba sus propios ejemplos: países que tienen un fuerte subsidio estatal para este tipo de energía, como España y Alemania, su participación en la matriz no supera el 8%.

Pero Sanger no se detiene. Junto a NRDC -otra de las más activas ONG en Chile y cuyo rostro más visible es Robert Kennedy Jr.- invirtieron US$ 130 mil para que expertos de la Universidad de Chile y de la Santa María realicen un estudio energético, cuya primera fase finalizará en marzo. “Este es un trabajo que debiera haber realizado el Gobierno, pero es un tema que han descuidado. Esperamos que las conclusiones de la investigación que están realizando científicos independientes a nuestros intereses, permitan demostrar que Chile puede producir energía eficiente, sin generar daños ambientales y suficiente para autoabastecerse”, explica Aviva Imhoff, de International Rivers y quien forma parte de las 15 personas que con Sanger están recorriendo el extremo sur chileno.

A pie por el Pascua

Sanger lleva meses craneando este viaje, que bautizó como Expedición Patagonia. Decidió cada uno de los sitios obligados para visitar. Un punto clave fue pasar por la intersección de los ríos Chacabuco y Baker, donde unos kilómetros más allá -sobre este último río- se levantaría la primera represa. En la ruta, el grupo se cruzó con varios letreros con las imágenes del libro “Patagonia sin represas”. Ya están vendidos los primeros 5 mil ejemplares, y se preparan otros 2 mil con la idea de enviarlos a personajes -como el príncipe Carlos de Inglaterra, conocido por su interés en el tema ambiental- que puedan sumarse a la batalla.

El domingo hubo un nuevo encuentro en la Estancia Valle Chacabuco, dirigido por Kris Tompkins, donde los ambientalistas aprovecharon de recorrer el parque -colmado de guanacos y aves- para terminar con un almuerzo donde el propio Douglas Tompkins dejó en claro que están frente a “un desarrollo terrorista, donde no hay un plan energético-país”.

Sanger se encargó de elegir a las personas que lo iban a apoyar en la exploración de la zona. Sumó al viaje a Dana Lyons, un músico estadounidense cuyo disco ambientalista “Cow with Guns” estuvo entre los top 50 en las radios de Irlanda y como segundo hit en Australia. Asimismo, contrató a Italo Retamal, un documentalista que pretende difundir el rechazo a las represas en un filme en el circuito comercial.

Además de varios otros ambientalistas y voluntarios, Sanger también incluyó al periodista inglés Colin Baraclough, quien publicara un reportaje en el Financial Times, el San Francisco Chronicle, Ameritas -la revista de la OEA- y en Travel & Leisure, para poner en agenda el tema de las represas, tal como lo hicieron años atrás cuando publicaron en portada del New York Times los daños que, según ellos, CMPC y Arauco producían en los bosques nativos.

La idea es replicar la estrategia que utilizaron en la primera batalla contra los empresarios chilenos: Sanger ya comenzó la ronda de conversaciones con tres empresas internacionales que compran madera nacional -entre ellas las gigantes Home Depot y Lowe’s- con el objetivo de hacerles ver “lo impresentable que resulta continuar comprando madera a dos empresas -CMPC y Arauco- que van a producir un impacto ambiental irreversible con sus proyectos energéticos”, explica Sanger, mientras bromea que, aunque le encanta, hoy le cuesta “tomar Matte”, un bebestible clásico de la zona.
Pero eso es sólo el inicio de la arremetida. El ambientalista explica que tiene contacto directo con otras 50 compañías que regularmente le piden asesorías. “El cuidado del medio ambiente en los negocios es un elemento cada vez más considerado a la hora de elegir a los compradores”, amenaza. Y si bien su acción puede ser vista como una especie de boicot en contra de las firmas chilenas, él prefiere llamarla simplemente market campaign.

Aunque tiene archivadas las batallas que ha ganado, Sanger dice que “lo pasado es pasado, y las victorias anteriores no cuentan. Hoy no hay ninguna victoria”. Por ello, todas sus energías están puestas en ganar la lucha en contra de HidroAysén. Eso lo motivó a crear la Expedición Río Pascua, que partió este martes y durará hasta el viernes 1 de febrero. Para ello, convocó a un reducido grupo de aventureros: entre ellos, dos ecólogas alemanas y el estadounidense Gary Hughes, quien trabajó en NRDC durante la negociación del TLC entre Chile y EE.UU., para que se consideraran los aspectos ambientales.

Aun cuando es una zona inexplorada y sólo algunos han llegado hasta allí, la idea de Sanger es descubrir a pie la cuenca del Pascua, otro de los ríos que a su juicio están en peligro.

“A diferencia de Eliodoro, que sólo ha recorrido en helicóptero el sitio que sería afectado, yo quiero explorarlo acampando en el lugar, aunque las condiciones sean precarias. Así puedo conocerlo, sentirlo y comprenderlo de primera mano. Porque como dicen aquí ´si andas apurado por la Patagonia, pierdes el tiempo’. Y en esta batalla no hay tiempo que perder”, dice Sanger.

Fuente: www.latercera.cl

Diputados expresan inquietudes al Gobierno por proyecto de HidroAysén

Una fuerte ofensiva fiscalizadora está llevando adelante la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados con el fin de conocer en detalle la forma en que el Estado está reaccionando ante los proyectos de represas en los ríos Baker y Pascua que planean Endesa y Colbún, a través de la sociedad Hidroaysén.

Un total de 9 oficios a autoridades de Gobierno ha enviado -por mandato de sus pares- el presidente de dicha instancia, diputado Enrique Accorsi, con el fin de inquirir sobre diversos temas relacionados con la iniciativa que busca embalsar en la Patagonia chilena dos de los más importantes cursos hídricos del país y construir la línea de transmisión eléctrica más larga del mundo.

Una de las notas fue enviada a la Ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, a quien -al igual que al director de la Conama, Alvaro Sapag- se le solicita incorporar como normativa aplicable al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental el protocolo sobre Recursos Hídricos Compartidos del Tratado de Medio Ambiente suscrito con Argentina a principios de los 90. En el mismo sentido solicitan al Ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, cumplir con lo dispuesto en el Decreto Supremo N°67 de 1993, en este caso respecto de la necesidad de diseñar un Plan General de Utilización asociado a la cuenca compartida del Baker.

También a Uriarte y a Sapag se les pide entregar antecedentes sobre la forma en que se enfrentará la evaluación ambiental de los megaproyectos de las empresas HidroAysén (represas) y Transelec (línea de transmisión) “habida consideración de que éstos forman parte de un mismo emprendimiento y de que dependen entre sí en lo que respecta a su desarrollo o explotación efectiva, lo cual haría necesario que ambos proyectos sean evaluados conjuntamente y por una misma autoridad”. En particular a la ministra de Medio Ambiente le plantean la necesidad de emitir un pronunciamiento sobre la pertinencia de exigir que en los Estudios de Impacto Ambiental que presenten las empresas hidroeléctricas, se considere la fase de cierre y/o abandono de las instalaciones.

En el caso del director general de Aguas, Rodrigo Weisner, se le solicitó información sobre la naturaleza y el caudal de los derechos de agua no consuntivos que Endesa posee en la Región de Aysén, y de aquéllos que ha solicitado constituir HidroAysén además de dar a conocer las oposiciones presentadas a las solicitudes formuladas por dicha empresa, y los fundamentos de éstas. También requieren a la autoridad nacional “informar a la Fiscalía Nacional Económica respecto del porcentaje de derechos de agua no consuntivos que Endesa habría transferido en uso a HidroAysén S.A. y de la eventual situación monopólica que se produciría si esta última lograse obtener íntegramente los derechos solicitados a esa dirección”. Este aspecto se refuerza con una nota similar al Fiscal Nacional Económico, Enrique Vergara.

Los oficios, enviados a principios de noviembre, se complementaron con la nota que Enrique Accorsi despachó al presidente de la Cámara de Diputados Patricio Walker para reiterar a diversas autoridades, entre ellas la intendenta de Aysén, Viviana Betancourt, la solicitud de antecedentes que varias organizaciones requirieron a la máxima autoridad de dicha región en el marco de la “Cabalgata Patagonia Sin Represas”, las cuales no fueran respondidas a satisfacción por parte de la autoridad de Gobierno.

La Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente está integrada por 13 diputados de diversas colectividades.