Comunidad de Cobquecura acentúa sus aprensiones.
En estado de alerta se encuentra la comunidad de Cobquecura debido al derrame de líquidos que habrían provenido desde la planta de celulosa Licancel de Arauco, sobre el río Mataquito.
Las aprensiones de la comunidad se relacionan con el peligro que eventualmente puede generar las industrias en el medioambiente, señaló el vocero de Salvemos Cobquecura, César Aguila.
Este, dijo que una vez más una planta de celulosa genera daños al ecosistema y temen que en el futuro el litoral de Ñuble pueda ser afectado por los residuos industriales.
Manifestó que “el derrame de productos químicos de esta cuestionada empresa, es producto de la irresponsabilidad con la que acostumbra trabajar Celco Arauco, al considerar que el río Mataquito sería capaz de diluir los desechos industriales líquidos y a su vez da cuenta de lo precario y obsoleto de su tecnología, que no fue capaz de predecir el grave daño generado al entornoâ€.
Aguila, sostuvo que esperan que lamentablemente en Mataquito como en el río Cruces se “altera seriamente el entorno natural, al considerarlo un vertedero sin fondo y a su vez ocasionando un daño social a los pescadores artesanales del sector, quienes han observado cómo se ha destruido sistemáticamente su principal fuente de trabajoâ€.
Señaló que la entidad de la que asumió como vocero, insiste que “el emisario submarino de Celco Nueva Aldea generará un daño irreparable a las playas de Cobquecura, por lo que continuaremos oponiéndonos a la construcción de este ducto y defenderemos nuestro entorno natural y cultural por sobre los intereses políticos o económicos de esta cuestionada empresaâ€.
La entidad que agrupa a prácticamente toda la comunidad de Cobquecura, pide a la autoridad ambiental del país, “que detenga la producción de celulosa de todas las industrias de propiedad de Celco Arauco, para revisar públicamente los procesos industriales que actualmente están ocasionando estos daños ambiéntales, antes de que sea demasiado tardeâ€.
Actualmente, está en construcción un emisario submarino que llevará los riles de la celulosa al océano, impidiendo que sean vertidos como hasta ahora en el río Itata.
Fuente: Diario La Discusión
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