La central eólica de King Island, una isla del sur de Australia, experimenta así desde el año 2003 con un acumulador de circulación que almacena el excedente eléctrico producido cuando el viento sopla con fuerza y lo restituye cuando éste disminuye. Viernes 28 de septiembre de 2007
El invento promete ser una ayuda para que las centrales eólicas y solares se liberen de los caprichos meteorológicos.
Un equipo de ingenieros australianos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney, Australia, halló la manera de almacenar electricidad en forma líquida en unas cubas. La central eólica de King Island, una isla del sur de Australia, experimenta así desde el año 2003 con un acumulador de circulación que almacena el excedente eléctrico producido cuando el viento sopla con fuerza y lo restituye cuando éste disminuye.
Este sistema podría eliminar uno de los obstáculos que frenan el desarrollo de las energías renovables, permitiéndoles alimentar el sistema en ausencia de viento o de sol. En King Island, el generador térmico que toma el relevo de las eólicas cuando no hay viento vio bajar su consumo de diésel a la mitad. “El principio de estas baterías es conocido hace mucho tiempo, pero nadie había podido llevarlo al grado de comercialización”, dice Maria Skyllas-Kazacos, la ingeniera química que dirige hace veinte años las investigaciones de la Universidad de Nueva Gales del Sur sobre estos acumuladores.
Contrariamente a las baterías clásicas con plomo, estos últimos emplean unos electrolitos (líquidos en los que están sumergidas las placas del acumulador) que no son almacenados al interior sino en dos estanques externos. El contacto entre los dos, en una cuba central, produce electricidad. Para recargar, el aporte de corriente proveniente de las eólicas asegura la separación de los dos electrolitos, que son nuevamente almacenados en sus estanques. La ventaja del sistema de circulación sobre las baterías clásicas reside en su capacidad de proveer tanto un kilowatt/hora como varios cientos de megawatt/horas.
De esa forma, el acumulador de King Island puede restituir 200 kilowatts de electricidad durante cuatro horas. “Teóricamente, las capacidades de almacenamiento son ilimitadas: basta con aumentar la capacidad de las cubas de electrolitos”, confirma Skyllas-Kazacos.
Los cuatro estanques de King Island contienen 55 mil litros. Para ganar espacio, es posible depositarlos bajo tierra. En la isla japonesa de Hokkaido o en los Estados Unidos, un puñado de centrales eólicas ya está probando el sistema.
fuente: www.lanacion.cl
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