El experto alemán Oliver Wendling aseguró que en el caso de Chile la energía eólica podría ser parte de la solución para que el país resuelva sus problemas de suministros energéticos y reduzca su gran dependencia de naciones vecinas.
El especialista germano hizo la afirmación durante el seminario que está desarrollando la Cámara Chileno-Alemana del Comercio y la Industria (Camchal), denominado Instrumentos para el desarrollo de un proyecto de un parque eólico.
En el encuentro participan Endesa, Compañía Nacional de Fuerza Eléctrica (Conafe), Pucobre, Servicios Eólicos e Ingendesa, entre otras.
“Chile es un país privilegiado en cuanto a las posibilidades de energía. Tiene la infraestructura disponible y sobre todo un gran potencial eólico; la potencia del viento es una realidad, una posibilidad concreta, no una hipótesis; por eso debe ser considerada como tal y tenerla presente en los futuros proyectos que se desarrollen”, señaló el especialista.
Actualmente, Alemania es el líder en producción eólica, representando un tercio de la producción mundial y con 23 millones de personas favorecidas con este tipo de suministro. Los planes del gobierno germano son que al año 2020 el país utilice un 20 por ciento de este tipo de combustible.
Oliver Wendling sostuvo que “es cierto que en Alemania somos líderes en esta materia, pero es principalmente porque ha habido importantes aportes del gobierno para realizar estudios e implementación; el costo inicial de esta energía es alto, sobre todo por el tipo de maquinaria que utilizan, pero al largo plazo es más conveniente que la tradicional, como carbón, petróleo o gas; mientras más energía eólica producimos, más se amortizan los costos”,
En el caso de Alemania, la preocupación por el medio ambiente ha llegado a tal extremo que ya tienen destinado invertir, entre el 2005 y 2010, cerca de 800 millones de euros sólo por conceptos de investigación científica.
ENERGIA NUCLEAR FUE UN ERROR
Por otro lado, el experto alemán dijo que “personalmente creo que (en Alemania) con las plantas nucleares nos equivocamos; fue un error”.
Resaltó que “en Alemania sufrimos con el desastre de Chernobil (1986) y hasta el día de hoy no podemos comer algunos productos de la tierra a raíz de la contaminación nuclear; las setas silvestres están contaminadas, por ejemplo”.
Añadió que la energía nuclear tiene costos derivados altísimos, como “la contaminación, la búsqueda de sitios para depositar los residuos nucleares, el desmantelamiento de las plantas, el daño al medio ambiente y a las personas”.
“Son gastos extras que deben costearse, pero que a la hora de compararlos con las bioenergías, por lo general no son incluidos; por eso siempre aparecen como más convenientes, pero en el mediano plazo y con la garantía de generar energía limpia sin dañar los recursos del planeta, la eólica resulta sumamente atractiva”, insistió el especialista alemán.
Fuente: www.latercera.cl
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