Falleció Alain Connan, capitán de distintos barcos de Greenpeace durante las décadas de 1980 y 1990 y figura central de nuestra historia, de la que ha escrito muchas de sus páginas.
Nacido en 1933 en Lorient, en la región de Bretaña, Francia, comenzó su carrera con apenas 16 años en la Marina Mercante de su país. En 1979 se unió como miembro de Greenpeace, en una relación que duraría el resto de su vida.
En 1983, Connan pidió un retiro temprano de la Marina para poder dedicarse de lleno a nuestra organización y participar en la campaña para proteger los océanos.
No pasó mucho tiempo más hasta que se convirtió en capitán de nuestros barcos. Luego, tomó el rol de portavoz de las embarcaciones en 1985 y de director de Greenpeace Francia en 1987 -después de dos años de permanecer cerrado tras el bombardeo del Rainbow Warrior a manos de agentes del gobierno local-.
Continuó navegando las aguas que tanto amaba hasta 1993, destacándose como el guerrero del arcoiris que era, al mando del Rainbow Warrior II.
Entre las causas por las que luchó estuvo la campaña contra las pruebas nucleares en la Polinesia Francesa. Así, con su trabajo, contribuyó a la suspensión de los testeos en el Pacífico y, más tarde, del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) de las Naciones Unidas de 1996.
También hizo su aporte a las campañas para lograr moratorias en la caza de ballenas y en la creación de la Reserva Natural “Parque Mundial Antártida”.
El recuerdo del cofundador de Greenpeace Francia
Rémi Parmentier, co- fundador de Greenpeace Francia, recuerda que “a lo largo de su vida, Alain vivió muchas aventuras en el mar. Sin embargo, como pude observar, esto no le impidió sentirse impresionado y conmovido (y hasta divertido) por su primer contacto con el “espíritu de Greenpeace” de la época”.
Tal vez por esto, sirvió como capitán de Greenpeace durante más de una década, incluida una expedición sensible con el Rainbow Warrior II a Moruroa, el sitio de numerosas pruebas nucleares francesas.
La anécdota que cuenta Parmentier para homenajear a su compañero es de cuando Alain capitaneó el Sirius por primera vez en 1984. En ese entonces, Rémi era coordinador de campaña a bordo.
“Le expliqué que durante un año o dos habíamos estado observando los movimientos de la flota ballenera soviética que salía de Odesa (entonces URSS, ahora Ucrania) y cruzaba el Bósforo y el Mediterráneo rumbo a la Antártida” relata. Y continúa: “Nuestro plan era sorprender a la flota soviética en el Estrecho de Gibraltar y, después de varias semanas de juego del gato y el ratón, lo logramos”.
“Gracias a la paciencia y habilidades extraordinarias de navegación de Alain, una mañana al amanecer alcanzamos y abordamos un barco ballenero soviético. Unos días después, también nos encontramos con el enorme buque factoría ballenero en plena noche, navegando por el Estrecho de Gibraltar con todas las luces apagadas con la esperanza de que no los viéramos y violando las normas más básicas de seguridad de navegación (curiosamente, incluso durante el reinado de Konstantin Chernenko, quien había sucedido a Yuri Andropov un año antes, los líderes soviéticos parecían preocupados por la mala publicidad que un encuentro con nuestra pequeña organización podría atraer)”.
Todo Greenpeace se une para brindar tributo a esta vida dedicada al activismo que, sabemos, será siempre fuente de inspiración para los y las activistas que siguen hoy sus pasos.
Fuente: Greenpeace France
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Author: Meri Castro
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