Chile está siendo víctima de una proliferación de desastres medioambientales a lo largo de su territorio, lo cual ha tornado el escenario ecológico de la nación en un caos de futuro incierto. Un derrame de petróleo en Talcahuano que baña de licor negro las costas de dicha ciudad tardaría un año y medio en desaparecer relativamente de las aguas y deja como víctimas a millares de ejemplares de especies marinas y terrestres.La ciudad de Valdivia ha estado en el tapete desde hace un tiempo, a la catástrofe de los cisnes se suma la construcción inminente de la central hidroeléctrica del río San Pedro, donde los propietarios serían los mismos accionistas mayoritarios de Colbún y CELCO, los señores Matte y Angellini respectivamente. Ductos clandestinos encontrados en el río Itata derramando desechos tóxicos, malos olores en la ciudad de Valdivia y aldeas cercanas a las múltiples celulosas que han proliferado como hongos en todo el país. El desastre del río Mataquitos reconocido como una negligencia de la industria celulosa, han ocupado los titulares de la prensa y la televisión durante el último tiempo pero al parecer han pasado a tercer plano para las autoridades.A continuación se expondrá un extracto de los hechos más relevantes acontecidos en el último tiempo que reflejan la cruda realidad medioambiental que atravesamos los chilenos.
Un sueño rotoÂ
El 10 de mayo pasado los armadores de fluviales de Valdivia firmaron un desistimiento de la demanda en contra de la planta de celulosa CELCO y habrían llegado a un avenimiento luego de infructuosos reclamos a las autoridades y un estancamiento en el curso de su querella, lo cual sumado al enorme perjuicio que ha sufrido el turismo en la zona y a la disminución de visitas al santuario, lo cual significó una merma del 50% en los flujos totales, tuvieron que finalizar sus gestiones jurídicas y llegar a un acuerdo. De 18 barcos originales sólo quedan 9, esto producto de la venta de las embarcaciones por parte de sus dueños o la migración hacia otros puertos menos contaminados.
Si bien CELCO ahora opta por dar soluciones a los afectados y ofrece el financiamiento de proyectos turísticos que fomenten dicha actividad, sigue siendo reprochable el hecho de tratar de enmendar el daño cubriendo catástrofes ecológicas con un poco de dinero.Â
El drama de los armadores de lanchas es uno de los casos más emblemáticos en cuanto al desastre económico que la contaminación de la planta celulosa ha ocasionado, a esto se suma que el gobierno ha hecho oídos sordos y se ha ido postergando el tema durante casi 4 años.Â
La luz de la muerteÂ
La compañía CGE de electricidad entregó un EIA para la construcción de una central hidroeléctrica en el rio Ñuble, VIII Región del Bio Bio que afectaría a las comunas de Coihueco y San Fabián.Este proyecto estaría subsidiado por el mismo gobierno que ha echado a andar esta iniciativa a fin de generar energía para el país. Lamentablemente otra vez se obvió el hecho de que muchas comunidades viven asentadas en estas localidades, que el turismo también se ha concentrado en esa zona y además el cauce del río se desviará por 17 kilómetros aproximadamente lo cual dañaría irremediablemente el ecosistema.La zona que será afectada por esta central no sólo comprende un río y alrededores, sino también un terreno declarado por el estado como Zona de Protección Cordillerana, y que además, en conjunto con varios organismos de estado y las 9 municipalidades de la precordillera de
la Octava Region, entre San Fabián y Antuco han denominado CORREDOR BIOLOGICO Nevados de Chillán – Laguna del Laja, cuyos objetivos es la conservación de las diferentes formas de vida dentro de este territorio, como siempre se ha argumentado que no causará ningún daño ecológico. Pero el historial de muerte ambiental en nuestro país dice otra cosa. Sin autoridades serias que regulen este y otros tipos de vandalismo ecológico la biodiversidad seguirá destruyéndose sin remedio.La Corema votará dentro de 10 días a pesar de la constaste lucha de los pobladores, San Fabián carece de ayuda actualmente tras un año de combatir por la no construcción de la central, no existe personal idóneo que respalde el proyecto y la comunidad se encuentra desamparada. La descomposición de un sistema.Â
Los habitantes del Valle del Itata están siendo víctimas de los malos olores emanados por una de las plantas de celulosa cercana a ese sector. Molestias como vómitos, mareos y dolores de cabeza son sólo algunas de los síntomas que ha mantenido la alerta en los lugareños.Este verdadero monstruo genera 856 mil toneladas anuales de celulosa, es una macabra coincidencia que dicho episodio se manifieste en el momento que la planta esté produciendo al 100% de su capacidad. Hace 1 mes aproximadamente, a los pocos días de haber reanudado sus actividades la celulosa Celco Valdivia fue amonestada por la emanación de gases tóxicos de azufre que inundaron la ciudad de malos olores causando molestias similares a los relatados anteriormente en los habitantes de dicha ciudad, la causa de éstos habría sido una falla en los mecanismos de filtración, a pesar de haber estado cerrada durante semanas justamente para verificar que todos los sistemas, sobretodo aquellos que eliminan residuos, estuviesen en correcto funcionamiento.
Ductos ClandestinosÂ
Actualmente la región del Maule se encuentra bajo el estado de alerta epidemiológica tras denuncia sobre la eliminación ilegal de desechos tóxicos al río Mataquito.Efectivos del GOPE se dirigieron a la zona y constataron la existencia de tubos clandestinos que no habrían sido declarados a las autoridades por la empresa forestal, lo cual confirmó el diputado Roberto León en su visita a terreno.
El diputado Roberto León (DC) llegó hasta la planta Licancel, de la Celulosa Arauco y Constitución, para verificar in situ la denuncia que recibiera en torno a la existencia de dos tubos de desagüe clandestinos, que no estarían autorizados en el proyecto inicial aprobado por las autoridades medioambientales.
El desastre de la planta Licancel ocasionó la muerte de más de un millón de peces y anuló la actividad pesquera por completo ya que se declaró zona de desastre prohibiéndose la extracción comercial. La ministra de Medioambiente Ana Lya Duarte sugirió el cierre preventivo de la planta para ser sometida a una minuciosa revisión de maquinarias y unidades de filtración y desecho. Aún no hay información sobre posibles sanciones o multas económicas que podría arriesgar la millonaria empresa quien ya despidió a parte de sus altos funcionarios a modo de encontrar responsables de la supuesta negligencia. Nuevamente, como en el caso de los armadores fluviales valdivianos se ofrece realizar un cuantioso aporte para proyectos turísticos a modo de compensar el daño ocasionado a los lugareños, ya que desde que ocurrió el desastre que ocasionó la muerte de más de un millón de peces, la actividad pesquera se vio reducida al 0% mientras que la planta Licancel se encontraba produciendo al 100% de capacidad total mientras ocurrió el desastre.Tan cuestionada preocupación por la tranquilidad y bienestar de los pobladores de la ribera del Mataquito por parte de Celco contrasta con las medidas tomadas respecto al caso del río Cruces en Valdivia donde la empresa negó toda responsabilidad respecto a la muerte de millares de cisnes de cuello negro. Todo parece un ir y venir de contradicciones cuando actualmente en la región del Santuario de la Naturaleza, Provincia de Valdivia, existe una lucha por parte de los pobladores de la caleta de Tralcao quienes serían las principales victimas de un ducto que lanzaría los desechos de la celulosa al mar.
Por Romy Valenta
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