Con el comienzo de las bajas temperaturas definitivamente el aire de Chillán comenzó a enrarecerse, cubriéndose durante horas de la tarde de una capa de smog que se torna molesta para los habitantes de la urbe. De hecho, a las 20 horas de ayer, el monitor marcó 178 microgramos de PM10 por metro cúbico, 28 puntos por sobre la norma nacional.
Sin embargo, se trató de un evento circunscrito a una hora determinada y no marca la tendencia del día, donde el promedio diario fue de 72,6 microgramos por metro cúbico, que es lo que finalmente se impone en los registros. En todo caso, aquel dato, muestra que las cifras que dan cuenta de la calidad del aire, que en el verano marcaron niveles normales, desde comienzos de abril iniciaron, definitivamente, una progresiva escalada.
Monitoreo y Alza de Contaminación
El nuevo equipo de monitoreo que mide la calidad del aire que respiran los chillanejos ciertamente está generando datos que permiten conocer oportunamente el estado de la atmósfera, ya que entrega datos en tiempo real a la Autoridad Sanitaria para que ésta dé a conocer cifras consolidadas diarias.
Esto es, sin duda, un avance con relación a lo que sucedió hasta el año pasado con un antiguo monitor cedido el 2005 por la Conama e instalado en la Casa de la Cultura (en calle Arauco, entre Prat y Cocharcas) que realiza mediciones solamente día por medio y cuyos resultados no eran conocidos por la opinión pública.
Sobre la base de los datos recogidos hasta ahora se puede señalar que mientras en los primeros tres meses del año, el promedio diario de las mediciones de partículas contaminantes llegó a los 37,4 microgramos por metro cúbico, en abril la tasa se incrementó en diez puntos.
Según las mediciones de las últimas tres semanas, la ciudad marcó el 3 de abril un máximo de 92,1 microgramos por metro cúbico de PM10, y el día 11 el monitor que mide la calidad del aire registró 89,1 microgramos por metro cúbico, según informó el profesional de la entidad Ricardo Espinoza.
Para el director de la Autoridad Sanitaria, Giancarlo Garbarino, era absolutamente esperable que con el comienzo de las bajas temperaturas la calidad del aire empeorara en la ciudad. Esto, básicamente motivado por el masivo uso de estufas a leña en la ciudad, en especial, como lo han señalado expertos, porque ellas son cargadas con combustible de baja calidad, con altos índices de humedad que contribuyen a producir mayor material particulado.
En la ciudad, la situación que se genera en cada invierno preocupa a las autoridades, quienes han conformado una mesa de trabajo provincial para analizar este tema.
De acuerdo a los antecedentes, es más que probable que en el futuro se deba decretar a la zona en calidad de latencia o saturada, tal como ocurre en otras ciudades. Para que esta declaración sea oficializada por la Conama, debe ocurrir que en un lapso de tres años se registre un promedio anual superior a 50 microgramos por metro cúbico.
Fuente: La discusion de Chillan
http://www.youtube.com/watch?v=viS9wI_UlmA