La cuenca del lago General Carrera al sur de Aysén, es un territorio enorme y si entendemos que Aysén es aproximadamente del tamaño del territorio de Holanda y Bélgica juntas. Podríamos decir que esta cuenca puede ser perfectamente comparado con uno de esos países en porte. Es una cuenca considerada como una de las cinco reservas de agua dulce del planeta. Es compartida con Argentina y tiene un tratado de Cuencas compartidas vigente desde 1991. Firmado en los gobiernos de Menem por Argentina y Patricio Aylwin por Chile. Tratado que obliga a ambos países a defender este gran lago compartido (en Argentina se llama Buenos Aires) de cualquier ente, persona, empresa o cualquier interés nacional o extranjero que vaya en contra de la sustentabilidad de las comunidades que la habitan y contamine o destruya la denominación de origen y el sello verde con que cuentan. El tratado es precisamente para defender la territorialidad de las comunidades que la habitan.
Esta cuenca es lo que podríamos denominar un mar interior y es la gran olla receptiva de los deshielos de campos de hielo norte, que son parte de la región de Aysén. Tiene su inicio en Bajada Ibáñez a 70 kilómetros al sur de Coyhaique y termina 400 kilómetros más al sur en la localidad de Caleta Tortel en la costa del océano Pacífico. Sus ríos más emblemáticos son los archiconocidos Baker y Pascua.
La cuenca fue colonizada desde el año 1903 del siglo pasado por chilenos que tuvieron que huir de Argentina donde habían llegado a mediados del siglo 17 en busca de mejores condiciones de vida, que en Chile no habían tenido por el latifundio y una cruenta guerra civil. Pero como nada dura para siempre, un tal General Roca en Argentina los considero personas no gratas y no hayo nada mejor que armar un ejército y los corrió de Argentina. Estos chilenos y sus familias se defendieron como pudieron y no tuvieron otra alternativa que partir raudamente hacia al sur, escapando de las hordas de este despiadado General. En algún momento cruzaron el río Jeinimeni, en la actualidad la frontera entre Chile y Argentina en el gran lago Buenos Aires (entre la localidad Chilena Chile-Chico y Los antiguos en Argentina) y al ver que las huestes no vadearon el río Jeinimeni y los dejaron tranquilos, entendieron que estaban en Chile.
Desde ese momento comenzó lo que se reconoció como la colonización espontánea del territorio de la cuenca del lago General Carrera y de Aysén. Por una década los chilenos y chilenas que habían llegado a este maravilloso territorio, donde se encontraron con un clima mediterráneo a pesar de ser parte de la Patagonia Occidental, dado más que nada por la enormidad del gran lago General Carrera y Buenos Aires, que operaba como defensa natural ante las grandes tormentas que azotan desde el Océano Pacífico.
Pasaron los años y los colonos se asentaron y prosperaron. En 1918, tuvieron que defenderse de intereses extranjeros, que quisieron apoderarse de la cuenca del lago General Carrera y quisieron expulsarlos de lo que ellos denominaban su hogar. Se armó un encuentro bélico entre los colonos y la Sociedad Explotadora Río Baker (transnacionales de la época) denominado «La Guerra de Chile-Chico». Los colonos se defendieron y pararon la intención de la Sociedad Explotadora de capitales ingleses y magallánicos a punta de balas y luego de intensas negociaciones con el gobierno de Ramón Barros Luco, lograron que la Sociedad explotadora se retirara. Desde esa fecha en adelante, la prosperidad de la cuenca del lago General Carrera fue magnífica en base a la crianza de lanares. Hasta que en el año 1991 bajo el Gobierno de Patricio Aylwin, Chile se asoció al Mercosur y quebró la industria textil chilena y el gran mercado de lana de la cuenca del lago General Carrera se perdió para siempre y llego una crisis estructural, histórica e existencial de grandes proporciones y la obligación de muchos pobladores a tener que vender lo más preciado que poseían, sus tierras, ya que no habia interes alguno por comprar la lana que se producia. De esa manera llegaron capitales extranjeros a la cuenca. Entre ellos el magnate americano Douglas Tompkins, que compra el predio de la colonia Belga en la cuenca del lago General Carrera, llamado Valle Chacabuco, por la crisis existencial del mundo rural, al perderse el mercado de la lana.
La reconversión no ha sido para nada fácil para los pobladores de esta magnífica cuenca del lago General Carrera, en gobiernos fundamentalmente centralistas y con un modelo económico donde el mercado todo lo regula, que no apreciaban las bondades de este territorio y lo estratégico que es para Chile en su forma y en su fondo. Se comenzó a establecer a finales de la década de los 90 a establecer las nuevas bases del desarrollo sustentable, con emprendimientos privados relacionados con el turismo de intereses especiales, aprovechando las bondades naturales de la cuenca. Su gran belleza escénica y ambiental.
Inmediatamente quisieron entrar los salmoneros en esta cuenca en 1994, con la disculpa que con ellos habría trabajo de sobra y un gran futuro por delante. La gente de la cuenca es entendedora de su realidad y se opuso a la intervención salmonera y se entabló una dura batalla que duró 6 años, entre la Corporación Costa Carrera y el gremio de los salmoneros. Que fue coronado con la declaratoria de Zona de Interés Turístico (ZOIT) para la cuenca. La primera de Chile en el año 2000 y se impidió la entrada de las salmoneras en el territorio.
Un par de años después, esta cuenca vuelve a entrar en batalla por su sustentabilidad; esta vez en contra de Endesa España que pretendía intervenir sus ríos más emblemáticos, el Baker y el Pascua para producir energía. Tanto fue así, que la batalla se transformó en planetaria. No fue nada fácil, pero con el apoyo nacional e internacional y de muchas organizaciones regionales, nacionales e internacionales, se logró parar esta nefasta intención, al entenderse que la cuenca del lago General Carrera dado su valor estratégico y el magnífico futuro de las comunidades, debía ser preservada de las espurias intenciones de intervenirla, contaminarla y destruirla por capitales extranjeros y la intención de HidroAysén de producir energía con represas se desechó finalmente.
Desde ese momento, al haberse detenido la intención de HidroAysén, la cuenca del lago General Carrera entró en un proceso muy positivo de reconocimiento de su valor como territorio sustentable, social, cultural, productivo y de servicios. Se declararon dos ZOIT más. La denominada Chelenko, que vino a confirmar la del año 2000 (Lago General Carrera) y la de La Provincia de los Glaciares en la gobernación Capitán Prat y además el mar interior de Caleta Tortel, fue nominada como área marina protegida.
La guinda de la torta, fue la creación del Parque Nacional Patagonia en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, que se sumó al Parque Nacional Cerro Castillo. Fue la consolidación final de esta cuenca aysenina, reconociéndose por parte del estado Chileno, como una cuenca que debe preservarse de cualquier intención que vaya en contra de la sustentabilidad de las comunidades y la pristinidad de las aguas que corren libremente por el territorio
En la actualidad desde esta cuenca exporta cerezas desde Chile-Chico a China y California; se produce el vino más austral del planeta; se tiene una ganadería orgánica con un amplio mercado nacional; se está desarrollando una interesante cultura de invernaderos inteligentes; una agricultura orgánica que está saliendo de la subsistencia para ir por lo comercial; sumándose al magnífico desarrollo turístico de intereses especiales, nominado por la agencia Lonely Planet, como el gran destino planetario actual para los amantes de las actividades al aire libre, dadas sus increíbles escenarios y la pristinidad de sus aguas.
En el mes de julio del año 2018, todo este espléndido futuro fue hipotecado por el ministerio de Bienes Nacionales de la época, Felipe Ward, en la actualidad Secretario General de la presidencia del Gobierno de Sebastián Piñera; quien en concomitancia con el senador UDI, David Sandoval Plaza, desafectaron 5 mil hectáreas del Parque Nacional Patagonia y cedieron esas hectáreas a la minera Australiana Equus. La fundamentación que utilizó el ex ministro Ward para desafectar, fue faltando a la verdad, al usar la palabra «Futuro Parque Patagonia» y la verdad es que el Parque Nacional Patagonia tiene su decreto de creación bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet del mes de febrero del 2018. Singularizados en el plano del Ministerio de Bienes Nacionales 11401-1613 C.R inscritos a nombre del fisco en el registro de propiedad y Bienes Raíces de la comuna de Cochrane, por 309 mil hectáreas. El ex ministro Felipe Ward, manipulo el decreto de creación del Parque Nacional Patagonia y le resto las 5 mil hectáreas y son cedidas a la Minera Australiana Equus.
La Corporación Costa Carrera, al ser informado de la fundamentación que utilizó el ex ministro de Bienes Nacionales y constatar la ilegalidad de la fundamentación, entró el pasado 14 de enero en oficinas de Bienes Nacionales de Aysén, con un laudo de contestación a los fundamentos que utilizó para desafectar estas 5 mil hectáreas y cederlas a la minera Equus. Con el objetivo de anular la desafectación y que las 5 mil hectáreas sean devueltas a la brevedad al Parque Nacional Patagonia como corresponde.
La cuenca del lago General Carrera y sus comunidades, tiene a su haber un magnífico futuro sustentable basado en su denominación de origen y el sello verde de sus servicios y productos, que se vería terriblemente amenazado, si se concretara la desafectación y entrará en territorios de la cuenca una minera, que contaminaría como todos sabemos los más esencial que posee el territorio; la pristinidad de sus aguas.
El autor, Andrés Gillmore, es un sociólogo, empresario turístico y fundador de Corporación Costa Carrera.
Fuente: Patagon Journal
Por Andrés Gillmore
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