La playa es el destino perfecto para gran parte de las personas que veranean cada temporada. Olas, sol, arena y relax son un combo indiscutido al que en esta nota le añadimos un elemento más: el turismo responsable.
Si estás por viajar a la costa, te proponemos poner en práctica estos tips sustentables para disfrutar sin dañar a la naturaleza.
Para guardar el recuerdo de ese lugar soñado o de tal momento único mejor tomar lindas fotos que llevarte algún elemento natural de la playa porque cada caracola, rama o piedra cumple un propósito.
Por ejemplo, con el paso del tiempo las conchas se degradan y se convierten en arena. Esto ayuda a mantener los bancos de las playas para que podamos regresar a nuestros lugares favoritos año tras año. Incluso, otros tipos de conchas ayudan a criaturas como cangrejos ermitaños a encontrar un hogar a medida que crecen.
Por hermosas y tentadoras que sean, deja las conchas en las playas. Tampoco extraigas seres vivos de su hábitat, deja las piedras o rocas en su sitio y cuida de las plantas, algas y corales.
La regla de oro en este caso es: mantener la distancia con todos los animales silvestres. Si te cruzas con peces, reptiles, aves, anfibios e incluso monos, aprecia su belleza y mira su comportamiento sin interferir en sus lugares y acciones.
Es sencillo, hay que respetar su espacio para tener una convivencia feliz. En especial, si alguna especie está en momentos sensibles como el apareamiento, la anidación o el cuidado de sus crías.
Lo mismo si vas a hacer snorkel o buceo, disfruta de la vida marina sin tocar corales, mejillones u otros animales marinos.
No participes en actividades ruidosas de deportes acuáticos, como motos acuáticas.
Alimentar a animales salvajes es una mala idea y esto vale para todas las especies sea cual sea el lugar de dónde estén.
Si les das comida lejos de generar un beneficio para ellos estarás haciendo todo lo contrario. Por un lado, pueden acostumbrarse, lo que los hace perder su capacidad de caza -y con ello su sobrevivencia-, y podría también interferir con sus ciclos migratorios, lo que afectaría su reproducción y con ello la conservación de la especie.
Por otro lado, si esto se vuelve una costumbre, los animales no solo se acercarán constantemente a los humanos, ya que serán asociadas con alimento, sino que las personas podrían incluso llegar a ser atacadas por el animal.
Este hábito está en la base de todo estilo de vida sustentable y no se suspende por vacaciones. Aún más cuando se sabe que la basura plástica es uno de los materiales que más contaminan los océanos.
Por eso, llevar tu kit de reutilizables (botella, cubiertos, bolsa de tela, sorbete de metal, vianda, etc.) es tan importante para evitar productos desechables que si son mal gestionados, terminarán sumándose a la marea plástica.
Además de evitar generar desechos, es importante llevarte contigo aquellos que sí generes. Es más, si te animas a dar un paso más, también puedes juntar la basura que veas en tu camino aunque no la hayas arrojado tú .
Por supuesto, la mayoría de las áreas públicas cuentan con cestos. Si eliges tirar tus residuos en ellos, cuida que no estén rebalsando porque en ese caso tu esfuerzo no servirá de mucho y es probable que lo que dejes termine contaminando el mar de todas maneras.
Está comprobado que algunos de los componentes de los protectores solares que se venden en el mercado quedan en el agua y terminan afectando a la fauna y flora subacuática.
Por eso, la próxima vez que tengas que comprar crema solar, presta atención a la etiqueta y evita las que tengan estos químicos dañinos para los océanos: oxibenzone, octinoxate, octocrylene, parabenos, triclosán.
Aprovechemos estas vacaciones para conectar con el mar desde un lugar de cuidado y admiración y no olvidemos que la vida que lo habita nos necesita más que nunca .
Exige #NoMásSalmoneras
Cuida nuestro Mar Patagónico.
¡Tú puedes hacer mucho!
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Author: Meri Castro
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