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Contaminación acústica: cuando el ruido enferma, el silencio de los parques cura

El crecimiento económico que persiguió el mundo en las últimas décadas vino acompañado de niveles de polución muy altos que afectan el aire, los suelos, los mares y cursos de agua, etc. De entre todos los distintos tipos de contaminación posibles, hay uno que influye a diario en quienes vivimos en las ciudades (y de la que no se suele hablar tanto): la acústica

Traffic in Jakarta. © Adhi Wicaksono / Greenpeace
Tráfico durante la hora pico en Yakarta.

En un informe de 2022 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) llamaba ya la atención sobre esto, destacándolo como un grave problema ambiental en la actualidad

En esta nota te proponemos aprender más sobre esta problemática y sus consecuencias que es el paso previo para generar un cambio cultural y comenzar a valorar y administrar la tranquilidad en las zonas urbanas.

¿Qué es la contaminación acústica? 

La contaminación acústica se produce cuando hay ruidos (es decir, sonidos no deseados) demasiado fuertes y persistentes. Los casos más comunes son los que proceden de fuentes convencionales, como carreteras, ferrocarriles, aeropuertos e industrias y también de actividades domésticas o de ocio. 

 “El 70% del ruido urbano proviene de motores, especialmente el transporte público, los colectivos y las motos”, explicó el especialista Emmanuel Ferrario, docente universitario de economía del comportamiento para Infobae en Vivo, a la vez que destacó que el ruido de estos vehículos es el principal causante de la contaminación sonora en la ciudad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando los niveles de ruido superan los 55 decibeles durante el día, y 40 decibeles por la noche, las personas empiezan a experimentar molestias. 

La OMS también señala que el nivel de ruido para garantizar una buena salud y bienestar no debe superar los 65 decibeles (dBA). Para entender cuándo se sobrepasa el umbral entre lo tolerable y lo nocivo citamos a Beatriz Garzón, investigadora independiente del CONICET NOA Sur y directora del Grupo de Hábitat Sustentable y Saludable (GhabSS), quien ejemplifica: “65 dBA equivalen al sonido que produce un grupo de personas conversando en voz muy alta, el  que se percibe en un restaurante abarrotado sin tratamiento acústico, o el que genera un teléfono sonando cerca del oído”. 

En casos de exposición constante a niveles superiores a 75 decibeles, el riesgo de daños auditivos se incrementa considerablemente. 

¿Cómo nos afecta la contaminación acústica a las personas y animales? 

Este fenómeno afecta no sólo al oído, sino también la calidad del sueño, la concentración y el bienestar general. Por eso, se lo considera perjudicial para la salud en todos los grupos de edad y sociales, y también altera y pone en peligro la supervivencia de especies presentes en las ciudades y zonas afectadas.

Los efectos adversos del ruido para las personas pueden variar desde sensación de angustia; alteraciones del sueño y afectación del bienestar; deterioro cognitivo; hipoacusia (pérdida parcial o total de la capacidad auditiva) y acúfenos (percepción de sonidos en ausencia de una fuente externa, como zumbidos o pitidos en los oídos); efectos adversos en el momento del parto; y efectos en la calidad de vida, la salud mental y el bienestar. 

A su vez, la exposición al ruido del tráfico es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como aumentos de tensión, hipertensión arterial, cardiopatía coronaria y diabetes.

El PNUMA advierte que el ruido es una amenaza para los animales, ya que altera las comunicaciones y el comportamiento de varias especies, incluyendo aves, insectos y anfibios. El ruido también afecta los patrones de reproducción de las especies e incluso las expulsa de sus hábitats, con posibles implicaciones ecológicas importantes. 

Una solución natural: parques urbanos tranquilos

Let's Green Our Cities - Park in Bogota. © Nirian / Getty Images
Parque en Bogotá.
Let's Green Our Cities - Park in Valencia. © Pedro Armestre / Greenpeace
Parque en Valencia.

Lo interesante de estos problemas es que muchas veces la solución se encuentra en volver a lo básico. Por ejemplo, crear y preservar cada vez más espacios silenciosos a fin de proporcionar paisajes sonoros urbanos agradables, en especial aquellos que provienen de la naturaleza y aportan beneficios a la salud. 

Con esta misión cuentan desde National Geographic nació Quiet Parks International (QPI), una organización sin ánimo de lucro que certifica y protege lugares pacíficos en medio de las urbes más grandes y bulliciosas del planeta, para ello controla que el ruido de fondo no supere los 45 decibelios (similar al al ruido de una calle poco transitada o de una conversación tranquila).  

La organización está estudiando la posibilidad de crear parques urbanos tranquilos en ciudades como Nueva York, Nueva Orleans, París y Brisbane (Australia). En tanto, la Reserva Nacional Río Clarillo, en Chile, se encuentra en distintas fases del proceso. 

En 2024, el QPI reconoció a la Reserva Natural de NambiRand, en Windhoek (Namibia), como el primer Parque Natural Silencioso de África, subrayando el compromiso de la reserva de 200.000 hectáreas con la conservación de su entorno natural prístino y el fomento de un santuario tranquilo para humanos y animales.

Esperamos aportar a esta conversación tan importante porque consideramos que si aprendemos a valorar el silencio, podremos construir ciudades donde el ruido no tape lo más importante: nuestra calidad de vida.

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Author: Meri Castro

Día Mundial del Medio Ambiente: Contaminación plástica, un tema urgente

Imagen de un globo terráqueo cubierto de residuos plásticos, proyectada por Greenpeace Andino, en Chile.

Sea en las noticias o en las conversaciones diarias, el “medio ambiente” suele ser un tema de conversación frecuente. Pero, ¿alguna vez te detuviste a pensar a qué nos referimos cuando hablamos de ese término?

Uno de los conceptos más comunes es tomarlo por “todo aquello que nos rodea”. En especial, nos referimos al entorno natural -aquel que permanece en su mayoría inalterado por la actividad humana-. En este sentido, usamos medio ambiente como sinónimo de naturaleza o hábitat

Esta idea tan extendida puede hacernos caer en la trampa de pensar que ese mundo natural está separado de las ciudades que habitamos, es decir, muy lejos nuestro. Sin embargo, esto no es cierto porque esta separación no existe. 

Basta saber que si levantamos las baldosas de las veredas y el asfalto de las calles, encontramos a la tierra, las rocas y los microorganismos latiendo y esperando volver a respirar. Incluso si se deja un terreno desocupado -sin construir nada- y se deja pasar el tiempo, la lluvia hará crecer la vegetación y las aves ayudarán a sembrar un nuevo ecosistema y volverá la biodiversidad.

Varios proyectos en Berlín trabajan en el aprovechamiento y almacenamiento del agua de lluvia para poder utilizarla de forma más respetuosa con el clima.
Hoy en día, más de la mitad de la población mundial (4.200 millones de habitantes) vive en ciudades.

Entonces, la ciudad es parte del ambiente aunque no nos demos cuenta y está bien decir que el medio ambiente es todo lo que nos rodea, y contiene a todos los seres vivos -sean las arañas, hormigas, sapos y árboles-, arroyos, ríos y también el mar, inclusive el clima que define una zona, etc. Por tanto, hay que cuidar la naturaleza en la ciudad, recuperarla y valorarla tanto dentro como fuera de ella.

5 de junio: el día que todo el mundo habla de medio ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente es una fecha impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y dirigida por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Se conmemora desde 1972 y cada año lo auspicia un país diferente: en este 2025 el anfitrión y organizador es la República de Corea.

A través de estos más de 50 años de vigencia, esta celebración ha llegado a convertirse en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales. 

De manera que cada 5 de junio, son millones de personas de todo el mundo las que participan de manera virtual y presencial en actividades, eventos y todo tipo de iniciativas para conversar, intercambiar ideas y accionar en pos de la protección del entorno en el que vivimos.

La contaminación plástica, una amenaza que no da tregua

El tema elegido para el Día Mundial del Medio Ambiente 2025 es los efectos de la contaminación plástica y pone el foco en la evidencia científica que alerta sobre cómo incide en la salud del medio ambiente y las personas

Los datos compartidos por la ONU son escalofriantes:

  • Más de 400 millones de toneladas de plástico se producen a nivel mundial por año. Se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso.
  • Menos del 10% se recicla.
  • 11 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Eso equivale al peso de alrededor de 1,089 Torre Eiffeles juntas.
  • Más de 50.000 partículas de plástico ingiere cada persona por año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. 
imagen en la arena con la leyenda “Lo que empezó en la ciudad termina en el mar”, como parte de la campaña Océanos Sin Plásticos.

También es importante mencionar que los plásticos de un solo uso, cuando se tiran o se queman, no solo hacen daño a la salud de las personas y a los animales, sino que además terminan contaminando todo tipo de lugares, desde las montañas más altas hasta el fondo del mar. En tanto, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) hacen lo suyo, invadiendo los alimentos, el agua e incluso el aire.

“El plástico nos está envenenando. Reduzcamos la producción ahora.”

Transformar nuestra relación con el plástico

Ante la marea contaminante, este 5 de junio es una invitación a transformar nuestra relación con el plástico y consideramos que el primer paso para lograrlo es apostar a la Educación Ambiental. Así que te proponemos llevar esta información a las aulas para concientizar sobre el problema y también llevar soluciones, como la de estas 4 Erres que se pueden poner en acción:

  • Rechazar: es decir NO al uso de plásticos de un solo uso como las bolsas de compras, los cubiertos, recipientes, envoltorios, botellas y sorbetes. Dejar de usarlas supone cambiarlas por bolsas de tela y opciones reutilizables.
  • Reducir: al rechazar, estarás reduciendo el consumo de esos objetos descartables, lo que es clave para no generar basura, evitar el uso de recursos naturales y la emisión de gases contaminantes.
  • Reutilizar: se trata de estirar la vida útil, dándoles a las cosas un uso distinto al original. Por ejemplo, cuando usas un frasco plástico como lapicero o creas un adorno usando materiales que de otra forma irían a la basura.
  • Reciclar: esta tarea implica transformar materiales usados -como el plástico- para que puedan ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos, en lugar de ser desechados como basura. Es una parte fundamental de la economía circular y la gestión sostenible de residuos. Para reciclar, el papel de cada ciudadano e institución es clave, puesto que debe separar en origen y sumarse al sistema de reciclaje local.
"La mejor oferta es salvar al planeta"
Niña sosteniendo un regalo realizado con materiales reutilizados.

En nuestra revista digital Semillas Andinas te contamos todo sobre el reciclaje y proponemos actividades concretas.

Difundir sobre esta problemática y sus posibles soluciones es algo que no debe agotarse en un solo día. Se necesita tomar acción ya porque sino los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Pero estas no serán las únicas consecuencias. Le seguirán muchas más.

Por todo esto, desde Greenpeace también seguiremos exigiendo que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas ya en todos los rincones del mundo.

La solución: el Tratado Global de Plásticos y lo qué está en juego

El Tratado Global de Plásticos es un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que está siendo negociado por los Estados miembros de la ONU con el objetivo de poner fin a la contaminación por plásticos en todo su ciclo de vida, desde la producción y diseño, hasta la gestión de residuos.

Fue aprobado como resolución en marzo de 2022 durante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y se prevé que esté listo para su firma en 2025 tras cinco rondas de negociación, conocidas como INC (Comité Intergubernamental de Negociación). La ronda INC-5.2 será clave para definir los puntos de consenso y se llevará a cabo en agosto 2025 en Ginebra, Suizo.

El tratado tiene el potencial de frenar la sobreproducción, lo que podría representar un punto de inflexión histórico para la crisis plástica. Pero si triunfa el lobby de las petroleras y grandes empresas, el acuerdo podría limitarse solo a aspectos de reciclaje y manejo, sin tocar la raíz del problema: la producción masiva. 

  • Greenpeace exige un Tratado Global sobre Plásticos que reduzca la producción de plástico en al menos un 75 % para 2040, en línea con el objetivo climático de 1,5 °C, y para proteger nuestra salud, nuestras comunidades y la naturaleza.
  • El Tratado Mundial sobre los Plásticos es una oportunidad única para resolver la crisis de los plásticos. Por el bien de nuestro futuro colectivo, no podemos desaprovechar este momento.

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Author: Meri Castro

Contaminación fuera de control: hay más plástico en los ecosistemas del que se creía

Se comprobó que la cantidad anual de plástico que termina en los ecosistemas del planeta es el doble de lo que se calculaba hasta ahora, según el más reciente inventario de vertidos publicado este en septiembre en la revista científica Nature. En concreto, son más de 52 millones de toneladas anuales las que contaminan campos, ríos y mares.

En el corazón del vertedero de Dandora, Kenia.

La investigación, realizada por las universidades de Leeds (Inglaterra) y Estocolmo (Suecia), actualizó así las cifras de la contaminación plástica en el mundo que son, una vez más, una señal de alerta.

El equipo de científicos denominó “emisiones de plástico” al material que pasa de cualquier sistema de gestión -donde está bajo cierto control- al ambiente -donde está fuera de control-. De entre esas emisiones, se centró en inventariar los fragmentos mayores a 5 mm (macroplásticos) vertidos en el medio natural en más de 50.000 municipios. 

Laras Nauna sostiene una botella de Dove desechada durante una limpieza de playa con la comunidad Sahabat Laut.
Playa de Lampuuk, Regencia de Aceh Besar, Indonesia.
Activistas de Greenpeace protestan frente a la junta general de accionistas de Unilever en Tangerang, Banten, Indonesia.

Tras su trabajo, encontraron que el abandono de basura una vez embolsada es la principal fuente en el Norte global mientras que los desechos sin recoger son la causa fundamental de contaminación plástica en el Sur global. En términos generales, las mayores emisiones de plástico se dan en el Sureste y Sur Asiático y en África subsahariana.

Datos que suman para articular el Tratado Global de Plásticos

Con estos hallazgos, el informe busca colaborar en la toma de decisiones que se iniciará una vez que el Tratado Global de Plásticos concluya su etapa de negociaciones y empiece a tomar forma. En este sentido, el análisis aporta varias observaciones a tener en cuenta.

Sofía Gómez, Influencer y Apneista en Colombia. “¡Tratado Global de plásticos ahora!”

Primero, sugiere que la mejor opción para combatir el problema es “Minimizar la contaminación plástica en su origen”. Consideran que evitar el evento de emisión desde el principio debe ser una prioridad del Tratado. “Nuestro análisis indica que abordar los residuos no recolectados tendría un mayor impacto que mitigar todas las demás fuentes terrestres de macroplásticos combinadas”, se lee en el reporte. 

Activistas en Ottawa, Canadá. “Los plásticos nos están envenenando. Corten la producción ahora.”

Agregan que esta sugerencia se basa en que “una vez que los macroplásticos han ingresado al medio ambiente, su eliminación resulta técnica y económicamente desafiante y, con el tiempo, se fragmentarán en innumerables microplásticos, lo que hace que los esfuerzos de limpieza sean aún más difíciles” 

El informe también resalta que “ya contamos con una gran fuerza laboral global de recicladores informales, emprendedores que, según nuestro modelo, recolectan casi 50 millones de toneladas métricas de residuos plásticos, gran parte de los cuales de otro modo serían mal gestionados”.

Esta información refuerza la idea de que “no podremos reciclarnos fuera de la crisis de la contaminación por plástico”, tal como dijo la Directora ejecutiva de ONU-Medio Ambiente, Inger Andesen. 

Dar solución a esta contaminación requiere medidas abarcativas y ambiciosas que se sostengan en el tiempo. Llegó el momento de exigirle a gobiernos y empresas que se comprometan para lograrlo.



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Author: Meri Castro

Contaminación por microplásticos: 3 cosas que tienes que saber 

Los microplásticos no dejan de ser noticia. Las pruebas de que son un verdadero problema para la salud de las personas, los animales y el ambiente son contundentes, lo cual es lógico cuando consideramos que vivimos en un mundo donde la contaminación por este material sintético es la regla y no la excepción. 

En conmemoración del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, Greenpeace insta a todos los colombianos a unirse en la lucha contra la contaminación plástica, adoptando alternativas sostenibles y comprendiendo la importancia de la nueva ley de plásticos que entró en vigor el 1 de julio de este año.

En este video Celeste Giardinelli muestra con claridad cómo se ve el flagelo de los microplásticos en un lugar tan delicado y lleno de vida silvestre como es la Isla de Pascua. 

Esta es una de las problemáticas más urgentes a las que nos enfrentamos como sociedad. Por suerte, siempre hay algo que podemos hacer para mejorar la situación. 

Hoy en particular te compartimos algunas ideas que ayudan a reducir la exposición a estos contaminantes ínfimos pero poderosos, que nos acechan en el agua, el aire y hasta en la comida.

¿Qué son los microplásticos?

Primero, convengamos que cuando hablamos de microplásticos nos referimos a diminutos fragmentos de plástico (de menos de 5 mm de diámetro) que se originan al degradarse productos más grandes, como botellas, bolsas, esponjas de melamina, etc.

Microplásticos vistos desde un microscopio, a partir de muestras de agua tomadas por Greenpeace en el río Rin.

Estos materiales, al ser descartados y quedar expuestos a la intemperie, se descomponen en partículas más pequeñas que se depositan en el suelo, viajan a ríos y mares y hasta son transportadas por el aire.

Millones de perdigones, pequeñas bolas de plástico de color blanco, han estado inundando las costas gallegas.

Es importante saber que los microplásticos no sólo se generan al terminar la vida útil de un objeto. El ejemplo más claro es el de las esponjas plásticas que se usan para lavar platos que, cada vez que se friccionan, liberan billones de partículas tóxicas que viajan cañerías abajo contaminando todo a su paso.

¿Cómo llegan a nosotros los microplásticos?

Los microplásticos también llegan a partir de los mismos recipientes que utilizamos a diario para transportar alimentos, que a diario desprenden fragmentos microscópicos que ingerimos sin darnos cuenta. 

Al mismo tiempo, diversos estudios científicos han encontrado que el agua embotellada contiene niveles significativamente más altos de microplásticos en comparación con el agua del grifo.

Es decir que todo el tiempo estamos en contacto con microplásticos que terminan ingresando en nuestro sistemas.

En esta nota puedes leer más detalles:

¿Cómo disminuir la exposición a los microplásticos? 

Es momento de poner acción estas ideas para reducir la exposición a este tipo de contaminación:

Sofía Gómez con un cartel que dice “Tratado Global de Plásticos ahora”.

En un plano más general, no olvidemos que podemos frenar esta marea si se crean y fomentan medidas que abarquen desde la producción hasta el consumo. Por eso, conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos continúa siendo la mejor estrategia. Seguiremos luchando para que se haga realidad ??.


Un grupo de activistas de Greenpeace se presentó en la Maratón de Santiago de Chile para denunciar el avance de la industria salmonera en la Reserva Nacional Kawésqar en la Patagonia chilena.

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Author: Meri Castro

Contaminación ambiental aumenta la cantidad de muertes por enfermedades respiratorias y cardiovasculares

Según un estudio realizado en alianza entre China e Inglaterra, llevado a cabo en 652 ciudades, incluidas 4 de Chile.

© Nathalia Angarita / Greenpeace

Junio 2024. Este jueves ocurrió el tercer episodio de preemergencia ambiental por la mala calidad del aire en Santiago y sus efectos repercuten directamente en la salud de quienes habitan bajo estas condiciones.

Según cifras de la OMS, obtenidas el año 2018, la contaminación ambiental afecta mortalmente a 7 millones de personas en el mundo, de modo intra y extra domiciliario. Y hay más cifras que avalan los efectos de esta problemática. “Un estudio realizado en alianza entre Inglaterra y China, que incluyó muestras de 652 ciudades, entre ellas 4 de Chile, encontró que un aumento sostenido de 2 días, de 10 microgramos por metro cúbico en el promedio móvil de la concentración de Material Particulado 10 (MP10), se asoció con aumentos diarios del 0.44% en la mortalidad total, 0,36% en la mortalidad cardiovascular y 0.47% en la mortalidad respiratoria en la población investigada”, detalla la doctora Carolina Herrera, especialista en salud broncopulmonar. 

Sobre las principales causas de muerte por contaminación ambiental, afirma la doctora, están las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Respecto de estas últimas, agrega, “modelos de riesgo ajustados para individuos, hogares y factores geográficos, sugieren que aumentos de 10 microgramos por metro cúbico de Material Particulado 2.5 (MP 2.5) se asocian con un mayor riesgo de padecer condiciones de salud que afecten al corazón y los vasos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares y mortalidad por enfermedad cardiovascular”, afirma.

Este exceso de riesgo, añade la doctora Herrera, es relevante en Chile dada la alta proporción de población expuesta a la contaminación del aire. “Concentraciones elevadas de MP 2.5 se asocian a largo plazo con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos de 35 a 70 años. La contaminación por MP10 y MP 2.5 determina un aumento en la frecuencia de infecciones virales infantiles, tales como influenza, virus respiratorio sincicial y resfríos en general; y en los escolares incrementa la tasa de hospitalización por influenza.

Estudios, además, han descrito disminución de la función pulmonar, tanto en volumen como en flujos pulmonares, en niños expuestos a la mala calidad del aire”, afirma. La mayor sensibilización a aeroalergenos también son elementos de contaminación ambiental y se estima que, globalmente, el 13% de los nuevos asmáticos puede ser atribuido a la exposición por dióxido de nitrógeno y sus derivados, “cifra que en Chile alcanzaría casi al 30% de los casos, en base a antecedentes de monitoreo de la calidad del aire en la ciudad de Santiago”, dice la especialista. 

Desde Greenpeace, Silvana Espinosa, vocera de la organización, añade que las condiciones geográficas de la capital, de valle angosto y rodeado por un cordón montañoso, propician que en la zona urbana se acumule la contaminación atmosférica, caracterizada por altos niveles de MP 10 y 2.5, considerados los más peligrosos para la salud, que derivan en los episodios de alerta, preemergencia y emergencia ambiental que estamos viviendo estos días. “La temporada de otoño invierno acarrea problemas de ventilación que se presentan por la inversión térmica: a menor temperatura, las masas de aire se enfrían y sobre todo, se comprimen en los valles. Esto dificulta su recambio y propicia la concentración de material particulado en las partes bajas de la ciudad”, explica.

 “La primera vez que Santiago fue declarada como zona saturada por MP fue en 1996, por lo que esta problemática nos acompaña desde hace 27 años y las principales fuentes de esta contaminación vienen de la quema de leña y del sector de transporte, además del aporte que realizan las industrias que operan en la zona urbana y colindante”, agrega la representante de la organización ambientalista. Por eso, dice, es importante tomar medidas como “priorizar el transporte público por sobre el uso del vehículo particular y que no se sigan aprobando proyectos mineros cerca de la ciudad, como pasó con Los Bronces Integrado en la comuna de Lo Barnechea”.

En este video puedes encontrar más información sobre este proyecto y su impacto en el aire: “Por Aquí NO Los Bronces Integrado: Capítulo Aire”.

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Author: Prensa Chile