Dolores de cabeza, náuseas y molestia generalizada fue el panorama de muchos valdivianos que estuvieron expuesto a las fuertes emanaciones de olor, a 50 kilómetros de la planta de Celco.
El pasado sábado 19 de mayo cerca de las 21:00 horas, la ciudad de Valdivia se vio afectada por una extraña nube que inundó de mal olor las calles en varios puntos.
A pesar de haber llovido a la misma hora del incidente, la atmósfera cargada de azufre no pareció disiparse provocando en algunas personas no sólo molestias, sino que consecuencias físicas que se manifestaron en dolores de cabeza, abdominales, y náuseas.
Mucha gente atribuía los olores a los camiones de basura que un poco antes de esa hora habían recogido los residuos del sector centro de nuestra ciudad.
En cambio para algunos el olor pasó desapercibido como también para otros que si pudieron notar el hedor, este fue asintomático y no provocó mayores molestias físicas.
A continuación, una serie de relatos breves sobre lo ocurrido aquel día, contado por los propios ciudadanos quienes fueron testigos de este hecho y quisieron señalar su opinion al respecto.
TESTIMONIOS
Miguel
Sector Villa del rey
“El sábado en la noche, salí de mi casa con mi hermano, apenas estuvimos afuera, él me dijo que sentía olor a gas, entonces, yo tambien sentí un fuerte olor parecido al del gas, que se sentía en el ambiente. Después de pasearnos un rato notamos que el olor no era exactamente como huele el gas, sino un olor más como a azufre pero no tan denso, sino como si fuese un residuo diluido en el aire. Aún así, para cerciorarnos de que no era una fuga de gas, recorrimos el pasaje donde vivimos, pero el olor seguía con la misma intensidad”.
Oscar
Sector Villa El Bosque
“A esa hora me encontraba en mi casa; estaban las ventanas cerradas y sentí un fuerte mal olor. Mi primera impresión fue que eso era gas pero luego abrí las ventanas para ventilar y me di cuenta que el olor venía de afuera. La gente salio a ver qué pasaba pero luego entraron algo desconcertados.
El olor tardó un poco en irse y recuerdo que su desagradable olor nos acompañó por bastante rato, aun dentro de la casa”.
Natalia
Sector Supermercado Líder
“Iba a pie con mi mamá camino al Supermercado Lider y de pronto llegó una ráfaga de mal olor que nos hizo mirar para todos lados y nos desconcertó bastante. Me acuerdo que me puse la mano en la nariz porque era realmente insoportable, mi mamá también se quejó, al tiro pensamos que era la Celulosa porque ya conocemos el olor de años anteriores, es como a podrido.
Es super desagradable dar un paseo nocturno o simplemente dirigirse a hacer las compras de rutina y encontrarse con esta contaminación tan desagradable, es peor que ver la basura tirada cuando los perros destrozan las bolsas, el aire es vital y no puede ser irrespirable”.
María de los Angeles
Sector Calle Aníbal Pinto
“No es primera vez que huelo algo parecido, el año que entré a la Universidad era cuestión de todos los días llegar en la mañana y sentir esa podredumbre. Lo del sábado pasado fue lo mismo, y eso que estaba lloviendo. Un olor asqueroso inundó la calle e incluso se metió dentro de las casas y la mayoria de la gente pensaba que era olor a gas, creo que ese día soplaba viento norte y eso favoreció a que llegaran los gases a la ciudad pero fue realmente molesto.
Mi mamá y yo sufrimos de dolores de cabeza muy fuertes mientras estuvo presente el olor, y también un poco de náuseas”.
Maricel
Sector Angel Muñoz
“Tipo 07.00 pm aproximadamente, cuando abrí mi ventana sentí el olor putrefacto, y creí que mi perro había defecado en mi pieza. Cuando me di cuenta que el olor venía de afuera y me acorde que ese olor lo había sentido antes pero no me imagine que era de la Celulosa cuando un par de horas después salí al centro y me di cuenta que el olor continuaba y por toda la ciudad, entonces me di cuenta que era el mismo olor de siempre a alcantarillado que venía desde la celulosa.. porque si no, no hubiera estado diseminado por todas las partes que pase esa misma noche (mi casa, centro, villa Europa)”.
Romy
Sector Centro
“El suceso del sábado trajo para mi un cúmulo de molestias que variaron desde el temor y la angustia hasta las náuseas. Yo vivo en el cuarto piso de un conocido edificio del centro de Valdivia, el cual aquella noche se encontraba íntegramente apoderado por un olor asqueroso. Mi abuela y yo teníamos muchas ganas de vomitar y un dolor de cabeza del que fueron testigos dos compañeros míos de universidad el cual no se me pasaba con ningún medicamento.
Aquella noche salí a esperar a una amiga a la entrada del edificio y el conserje de turno se encontraba muy molesto, me comentó que el camión de basura había dejado residuos otra vez en la calle, yo le dije que se fijara bien, que el olor era diferente y el mismo cruzó la calle y se percató que la fetidez estaba en todos lados.
Estuvimos largo rato hablando sobre la celulosa y los problemas que ésta ha traído a nuestra ciudad, y que era inaudito que habiendo estado cerrada para supuestas reparaciones y remodelaciones estén emanando gases y sustancias tóxicas que atentan contra el bienestar de la comunidad. Esa noche mucha gente notó lo mismo que los que hemos dado nuestro testimonio aquí, pero lamentablemente algunos temen alzar la voz y hacer valer sus derechos”.
Fuente: www.valdivianoticias.cl
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