Archive for Agroecología

Metano: todo lo que tienes que saber del gas que calienta nuestro planeta

Hablemos del metano. La mayoría lo conoce por las emisiones asociadas al ganado vacuno (por ejemplo, las que derivan de sus flatulencias y eructos). Es que, de hecho, gran parte de la contaminación de este gas tiene que ver con la producción ganadera, en especial con la digestión de los animales y el estiércol. 

Vacas en las instalaciones de ordeño de una granja lechera convencional en Baja Sajonia, Alemania.

Lo cierto es que la producción Industrial de carne y sus derivados lácteos está dejando una gran huella de destrucción en todo el planeta. Al mismo tiempo que contribuye en gran medida a la crisis climática debido a este tipo de emisiones. 

En este sentido, la leyenda de la música y ex Beatle, Paul McCartney, hace años que difunde sobre este tema como parte de su compromiso como activista ambiental.

Vacas encadenadas en diferentes granjas que abastecen a la lechería Bärenmarke Hochwald (Hesse) en Alemania.
Granja lechera convencional con sus propias instalaciones de elaboración de queso en Baja Sajonia, Alemania.

Bajar de manera drástica la producción y el consumo de este rubro, en especial en los países más ricos que son los que más consumen carne, y ponerle fin a las prácticas crueles y destructivas con el ambiente de esta industria es cada día más urgente. 

El metano es uno de los gases de efecto invernadero del que menos se habla y al que tendríamos que prestar mucha más atención 

El metano es uno de los gases de efecto invernadero más potentes. La concentración de este gas es casi 3 veces más alta hoy que lo que era en la etapa pre industrial, y su ritmo de emisión está creciendo como nunca antes.

“El metano cocina el clima” – Protesta en la lechería Müller en Aretsried, Alemania.

Se lo considera 80 veces más peligroso que el dióxido de carbono (CO2 ). Es que si se toma un  período de 20 años, calienta nuestro planeta más rápido que otros gases y genera más daño al clima.

A diferencia del dióxido de carbono que permanece en la atmósfera por siglos, la duración del metano es más corta. Esto significa que si dejamos de emitir este gas mañana, en 12 años desaparecerá del ambiente. Lamentablemente, estamos muy lejos de que eso ocurra. 

La producción de alimentos, principal fuente de gas metano 

El metano es producido durante la digestión de la vaca. Es decir, las plantas que son su alimento principal comienzan a desintegrarse en el estómago y es entonces cuando se genera este gas que luego sale en forma de eructos. Una vaca eructa cada 90 segundos, que es mucho.

También se genera metano donde hay mucha cantidad de excremento de cerdos, gallinas y vacas. Cuanto más animales se tiene en un lugar, más de estos desechos se acumulan. Basta pensar la escala de la industria de la carne a nivel global para deducir que su nivel de emisiones contaminantes es sustancial y que representa un gran problema para el clima.

Cisternas de purín en Dinamarca, esparciendo purines líquidos derivados de excrementos de cerdo.
Este método industrial de fertilización es responsable de la destrucción de las aguas subterráneas y del medio marino local.

Una victoria para los animales, las personas y el planeta 

La producción global de carne y lácteos sigue aumentando, liderada por un pequeño número de grandes compañías. Reducir el consumo de este tipo de alimentos es dar un paso crucial para mitigar las emisiones relacionadas a esta industria y así ayudar a limitar el calentamiento global. 

Sin dudas, la mejor manera de hacer recortar estas emisiones es bajar de manera significativa la cantidad de animales que son alimentados dentro de esta máquina industrial y transicionar hacia un mejor sistema para los animales, las personas y el planeta. 

Cerdos en establos abiertos en Baja Sajonia, Alemania.
Granja lechera orgánica en Baja Sajonia, Alemania.

Dar una solución a las emisiones de metano puede disminuir el calentamiento y combatir así el cambio climático y sus catastróficas consecuencias. Para eso, las grandes empresas de la carne, los lácteos y el petróleo deben tomar cartas en el asunto. 

No hay que olvidar que al bajar la generación de metano también se permite reducir progresivamente las emisiones de CO2, en particular las provenientes del uso de combustibles fósiles. De esta manera, se colabora en estabilizar el clima y hacer frente al caos climático.



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La nota fue escrita por Jonathan Findalen, Líder Creativo en Greenpeace Nórdico.

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Author: Meri Castro

Agroquímicos: ¿por qué la agricultura se volvió dependiente a ellos y qué consecuencias trae? 

“Hay un discurso dominante, que es que son las corporaciones las que nos dan alimento. ¡Pero hace 100 años no existían y comíamos! La primera cuestión es: ¿qué es la comida? Lo que nutre nuestro cuerpo. ¿Quién la proporciona? En primer lugar, la tierra, porque la industria se concentra en los productos químicos y en los ‘inputs’, pero se han olvidado del suelo y las plantas. Un complejo de 10.000 plantas diferentes es lo que produce la comida. La naturaleza. Las mujeres también nos alimentan. Los agricultores nos alimentan”.

Vandana Shiva, física, filósofa y escritora india. Activista en favor del ecofeminismo (en El Confidencial).

Es indiscutible que la producción de alimentos es una de las actividades centrales en toda sociedad. En base a ella no sólo se sostiene la vida sino que se transmiten saberes de generación en generación sobre cómo y cuándo cultivar, cómo cuidar las semillas y el suelo -tesoros invaluables de la humanidad-, etc. Además, es con esas cosechas que se cimenta la salud misma de las personas.

A lo largo de la historia, esta labor estuvo a cargo de los pequeños agricultores quienes producían en pequeñas y medianas parcelas. Hasta que, en un pasado muy reciente, los grandes poderes económicos comenzaron a ver con buenos ojos a esta área productiva porque entendieron que, si tomaban el control, podrían ampliar sus ganancias aún más. 

Así fue que, con la excusa de abastecer a una población mundial en crecimiento y pregonando que ponían a la ciencia al servicio de esta misión, comenzaron a vender su “revolución verde” al campo.

Herbicidas para combatir “malezas”; insecticidas para extinguir plagas y fungicidas para hacer lo propio con los hongos fueron promocionados como los mejores aliados para facilitar el cultivo y ampliar el rendimiento por hectárea (“rinde”). 

De a poco, el paquete tecnológico de agroquímicos y semillas transgénicas se impuso como la forma dominante de hacer agricultura desplazando a la forma tradicional. Sin embargo, lejos de ser la panacea que prometía, lo que trajo fue un costo ambiental muy alto que estamos pagando desde entonces. 

Activistas de Greenpeace en una protesta contra el uso de pesticidas, “Los pesticidas no son para la vida”, 1989.

Agroquímicos: un modelo que sólo beneficia a unos pocos

La primera sospecha de que los agroquímicos no son tan buenos como dicen debería haberse levantado al saber que está prohibido su uso en la mayoría de las naciones donde las compañías que los comercializan tienen su casa matriz.

Es decir, en los países desarrollados no está permitido su uso agrícola pero todavía se utilizan en los países en desarrollo, según reconoce la Organización Mundial de la Salud.

Por caso, en Sudamérica persisten las aplicaciones en cualquier momento del día y bajo cualquier condición climática, sin importar el uso de recursos hídricos ni las distancias mínimas con hogares y escuelas.

Sólo por tomar un ejemplo, cuatro de los diez productos más usados en Brasil no pueden comercializarse en el continente europeo. 

Por eso no extraña saber que mientras en Europa se usaron 468 mil toneladas de productos sintéticos en 2020 (una reducción del 0,2% respecto a 1999), en nuestra región fueron 770 mil, un incremento del 119%. (Datos Dialogue Earth)

El hecho de que no estén permitidos tiene que ver con que la mayoría de estos agroquímicos “deterioran la salud humana, la biodiversidad, el agua y el suelo”, según denuncia el Atlas de Pesticidas de 2022 publicado por Amigos de la Tierra de las sedes Europa y Alemania.

Greenpeace Brasil y Greenpeace Alemania llevaron a cabo una expedición a Chapada do Apodi, en el Valle de Jaguaribe, Ceará, Brasil, para retratar los impactos de la agroindustria y resaltar la lucha de la población local.

A esto hay que sumar que el avance de este tipo de agricultura extensiva lleva a que en los campos haya cada vez menos diversidad, menos vida, menos agricultores, menos tierras cultivables y menos familias.

Cuáles son los agroquímicos más vendidos y cuáles son sus efectos en la salud

Entre los agroquímicos más vendidos podemos mencionar:

Glifosato

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió  en 2015 que podría causar cáncer. Incluso, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo categorizó dentro del Grupo 2A- Probablemente cancerígeno para los seres humanos.

Paraquat

Altamente tóxico en humanos.

Atrazina

Disruptor hormonal.

Neonicotinoides

Tóxicos para las abejas.

Su uso no es inocuo, como se suele decir. Muy por el contrario, los primeros afectados son quienes trabajan con estos pesticidas y quienes habitan en la cercanía de los campos donde se los aplica. 

La cifra es enorme: 385 millones de personas del área de la agricultura enferman cada año de intoxicación aguda por pesticidas, según un reciente estudio científico publicado en la revista Public Health. 

Esto se siente más en Asia, África y en América Latina (donde los casos ascienden a 12,3 millones aprox). En Europa, un número significativamente menor de personas sufre intoxicación aguda por plaguicidas en la agricultura (1,6 millones en Europa occidental y meridional).

Si una persona queda expuesto a estas sustancias, los síntomas más leves son erupciones y ardor en los ojos, fatiga, dolores de cabeza y corporales, según datos de Dialogue Earth

“Cuando una persona entra en contacto con grandes cantidades de plaguicidas, el resultado puede ser una intoxicación aguda o efectos a largo plazo en la salud que pueden incluir cáncer y efectos adversos sobre la reproducción”, admite la propia OMS.

Los humanos no son los únicos perjudicados porque los ingredientes activos suelen derramarse en el suelo, el agua (algunos de los plaguicidas más antiguos y menos costosos pueden permanecer durante años) y trasladarse por el aire, también llegan a las comidas.

Por último, hay que entender que los desequilibrios en el avance de los monocultivos y de esta forma de producir dependiente de los agroquímicos también lleva a que surjan nuevas complicaciones, como pestes e insectos resistentes a herbicidas, lo que a su vez genera la necesidad de nuevas generaciones de semillas y un uso más intensivo de pesticidas. En conclusión, es un círculo vicioso en el que cada vez se usa más veneno. 

Al mismo tiempo, aves, anfibios, mariposas, abejas y otros polinizadores cruciales de los ecosistemas sufren las consecuencias de esta realidad.

Abejas muertas por pesticidas.

Ante esto, no se trata de eliminar por completo la producción a gran escala sino de limitar la capacidad de daño de los pesticidas, reforzando acciones de vigilancia y control, es solo una parte de la solución. Por otro lado, es tiempo de apostar por un modelo más sostenible, entre los que la agroecología asoma como una opción prometedora. 



Los Bronces

El proyecto minero Los Bronces Integrado pone en riesgo las reservas de agua de toda la Región. Dile ¡No!


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Author: Meri Castro

4 cosas que necesitas saber sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Se habla poco acerca de los transgénicos. Quizás sea por las cifras millonarias de dinero que derivan de su comercio y, también, porque es un tema que polariza las opiniones que lo hace difícil de abordar. 

Sin embargo, mientras muchos callan, la superficie cultivada avanza. A nivel mundial, ya en diciembre de 2023 se calculaba que una extensión equivalente a España, Francia, Italia, Alemania y Polonia juntos (202 millones de hectáreas) estaba destinada a producir transgénicos.

De ese total, más de la mitad está en América Latina. Este avance tiene consecuencias en la salud de las personas y el medio ambiente. Como si fuera poco, implica serios riesgos para la conservación de la diversidad de semillas de nuestra región (y de toda la herencia que atesoran).

Activistas de Greenpeace se unen a miembros de la comunidad maya para formar una pancarta humana en un campo de agricultura industrial para exigir ‘NO GMO’ (en maya: ‘MA OGM’ – No a organismos genéticamente modificados).

Los datos por sí solos llevan a nuevos interrogantes. Por citar apenas un ejemplo, hoy en la Unión Europea sólo está autorizado un cultivo transgénico, el maíz insecticida de Monsanto conocido como MON810. En tanto, sólo tomando en Argentina hay casi 80 transgénicos aprobados. ¿Por qué será esto?

Se llama transgénico (Organismo Genéticamente Modificado y OGM, por sus siglas) a un organismo al que se le modifican sus genes en un laboratorio. Por ejemplo, se puede querer alterar la genética de una planta como el maíz con una bacteria con el fin de lograr que sea más resistente ante una situación de sequía, de inundación e incluso del uso de herbicidas

Con esta intervención científica se obtiene un organismo vivo completamente nuevo. Para conseguirlo, se saltea la selección natural al intercambiar genes entre especies, e incluso reinos, que naturalmente no podrían cruzarse.

En este contexto, no es beneficioso porque si bien esta técnica en sí puede permitir añadir más nutrientes a lo que ingerimos, lo que sería algo positivo para las personas, el foco no está puesto en mejorar la nutrición de la humanidad.

Por el contrario, se utiliza para controlar la producción de alimentos para que grandes empresas, como Bayer-Monsanto, Syngenta, DuPont-Pioneer y Dow AgroSciences, tengan mayores ganancias

De hecho, en los casi 30 años de historia de la biotecnología alimentaria, más del 98% de mejoras en alimentos están relacionadas con la resistencia a los herbicidas e insecticidas que venden esas mismas corporaciones.

Así, los cultivos transgénicos se convirtieron en el exponente máximo del modelo de agricultura industrial. Lejos quedaron de dar solución al hambre mundial -como prometieron en un principio- al privilegiar el abastecimiento de granos para agrocombustibles y engorde de animales que luego se faenan para ser consumidos por los países más ricos.

Para peor, como decíamos, los granos modificados han desarrollado una resistencia a herbicidas como el glifosato lo que derivó en que se necesiten más aplicaciones de agroquímicos.

Por todo esto ya desde 2015, más de 300 investigadores independientes firmaron un posicionamiento conjunto en el que determinaron que no existía un consenso científico sobre la seguridad de los cultivos transgénicos y pedían que, por seguridad, se evaluara caso por caso.   

El combo de semillas transgénicas y agroquímicos (como el glifosato) fue impuesto desde hace varias décadas por las corporaciones como la “revolución verde” que permitiría producir más cantidad de alimentos de manera más rápida.

Se vendió como una solución posible pero terminó siendo la forma de los gigantes de ir avasallando la libertad de los productores a trabajar con sus propios bancos de semillas. Así, en la actualidad, todos los países de América Latina tienen leyes que fomentan el comercio de las semillas certificadas y otras normas de bioseguridad que promueven la siembra de las transgénicas y el uso de agrotóxicos. 

Fumigación con fungicidas de viñedos convencionales desde un helicóptero.
Un trabajador sin ropa protectora y sólo con una protección respiratoria de papel rocía pesticidas sobre verduras en un invernadero.

Esto significa que para que se puedan comercializar, hace falta que la autoridad sanitaria certifique cuáles pasan al filtro, según varios criterios que abogan por la bioseguridad. Así hemos llegado a que desde 2019 seamos la región que más transgénicos produce del mundo

Esto derivó a que en el último siglo se hayan perdido el 75% de las variedades de cultivos, según la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De seguir así, se estima que en otros 100 años sólo habrá cosechas que hayan pasado por un laboratorio. Es decir, adiós a la biodiversidad agrícola.

Día Mundial de la Alimentación de 2023 en Kenia. En la imagen se observa un cartel “Ley de semillas = Neocolonialismo”.

Llama la atención que en la Unión Europea ya sólo España y Portugal utilizan transgénicos. Es más,17 países han prohibido el cultivo al tiempo que la superficie cultivada en España sigue disminuyendo hasta llegar, en 2020, a los niveles de 2011.

Activistas de Greenpeace, vestidos con ropa protectora y máscaras, exhiben una pancarta frente a la Comisión Europea que dice “Basta de Glifosato”.

Uno de los motivos para erradicar su utilización es la evidencia de que la coexistencia entre cultivos transgénicos y cultivos convencionales y ecológicos es imposible pues la contaminación genética es inevitable. 

Pese a que el cultivo de transgénicos está autorizado desde 1998 en la UE, sólo en dos países se cultiva este maíz (España y Portugal) y sólo en España a una escala importante. Incluso el principal productor europeo de maíz, Francia, ha prohibido su cultivo, lo mismo que otros 17 países y cuatro regiones de otros dos países: Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Polonia, Valonia (Bélgica) y Gales, Escocia e Irlanda del Norte (Reino Unido).



Conoce tus opciones

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Author: Meri Castro

La música de nuestra eco heroína Lina te acompaña este invierno

Lina, la eco- heroína protagonista de la serie animada de Greenpeace, sigue sumando propuestas que combinan diversión y educación ambiental para niños y niñas ?.  

Por eso, traemos una recomendación especial para que cantar, bailar y seguir aprendiendo a cuidar al medio ambiente en familia ?

Tu próximo favorito:  los videoclips de Lina y los guerreros del arcoíris

A Lina la conocimos a través de su serie animada, la misma que se puede ver a través de nuestro canal de YouTube. Capítulo a capítulo, la acompañamos a ella y a sus amigos del arcoíris en geniales aventuras para proteger a nuestro planeta, a los mares y a los animales de distintas amenazas que los acechan. 

Vuelve a ver todos los episodios de la serie animada de Lina aquí:

Ahora bien, Lina es una heroína de 9 años con muchos talentos. Así que muy pronto fuimos conociendo su faceta como cantante ?. Al parecer, ella sabe que los mensajes de amor y cuidado de nuestro planeta siempre se transmiten mejor a través de una bella melodía ?

Hoy tiene 7 temas originales y son uno es más lindo que el otro. En conjunto, son la banda de sonido perfecta para acompañar los ratos de juego de las niñeces en estas vacaciones de invierno (y el resto del año también).

Te invitamos a reproducir ? la Playlist de Lina Music y sumarla a las actividades favoritas de los más pequeños:

También puedes encontrarla en Spotify ?:

Con estas poderosas melodías, Greenpeace espera sembrar la semilla del cambio y empoderar a las futuras generaciones para construir un mundo más sostenible.

Sigue a Lina en sus redes sociales

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Author: Meri Castro

Día de la conservación del suelo: 5 acciones para devolverle su salud

? “Voy pisando fósiles, no me dejarán caer. Un mundo microscópico me sostiene” 
Fuerza Natural – Gustavo Cerati ? 

Así, con frases precisas y sutiles, el cantante emblema de Soda Stereo y prolífico solista, hizo visible un aspecto de la naturaleza que solemos dar por sentado: el suelo.

Habrá quienes piensen que nuestro sostén es sólo polvo inerte. Pero se equivocan. El suelo es un sistema ‘vivo’ que da vida directa e indirectamente a todas las especies. De él dependemos y por eso,también, debemos aprender a cuidarlo.

Una fecha para crear conciencia sobre su conservación

Desde el año de 1963, cada 7 de julio se celebra el Día de la Conservación del Suelo, en memoria del científico estadounidense, Dr. Hugh Hammond Bennet. Sus investigaciones respecto a la relación entre la calidad de la tierra y su capacidad productiva llevó a considerarlo pionero en el tema. Es así que, en su memoria, esta efeméride se utiliza para hablar sobre cuáles acciones son las más adecuadas para mantener la riqueza de los terrenos de nuestro planeta. 

Lo cierto es que las tierras sustentan la vida en el mundo. Espacios naturales como bosques, tierras de cultivo, sabanas, turberas y montañas proporcionan a la humanidad los alimentos, el agua y las materias primas que necesita para sobrevivir, puntualizan desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Sin embargo, más de 2.000 millones de hectáreas de la tierra mundial están degradadas. Lo que afecta a más de 3.000 millones de personas.

Aclaración: el suelo es tan importante que para concientizar sobre su cuidado también existe su Día Mundial que se conmemora cada 5 de diciembre. 

Estas son 5 formas de restaurar el suelo

Los diferentes usos que la sociedad ha venido haciendo del suelo (como por ejemplo, la agricultura, forestales, el uso residencial, etc.), sumado a los efectos del cambio climático, han hecho un daño evidente. 

Ante la degradación que avanza sin pausa, agravando la desertificación y la sequía, el único camino posible es encarar tareas que le devuelvan la salud al suelo. 

Este trabajo urgente de recuperación tiene que hacerse desde diferentes frentes. Sólo así se podrá restablecer el equilibrio original (o al menos mitigar el impacto) y tener una cobertura saludable y diversa que sea cultivable otra vez y que vuelva a colaborar en el ciclo virtuoso del agua (capturar, almacenar, filtrar y generar nuevos reservorios). 

Algunas de las formas de recuperar la riqueza del suelo que podemos hacer desde la ciudadanía son:

1. Revitalizar los suelos

Cuando el suelo está saludable se convierte en algo invaluable porque proporciona el carbono necesario y vital para cultivar 95% de nuestros alimentos. Es por esto que si podemos apoyar con nuestra compra la agricultura orgánica, es la mejor manera de colaborar con la preservación de las tierras productivas y fértiles.

2. Defender a los polinizadores

Los polinizadores, como las abejas y los murciélagos, desempeñan un rol decisivo en los cultivos alimentarios y son indicadores de la salud de nuestros entornos. Es crucial reducir la contaminación y conservar los hábitats para asegurar su supervivencia.

Y dentro de las medidas que podemos exigir a gobierno y empresas están:

3. Transformar a la agricultura en sostenible

Las inversiones en agricultura regenerativa tienen el potencial de incrementar la producción de alimentos y al mismo tiempo resguardar los ecosistemas, brindando una senda sostenible para la agricultura.

4. Revitalizar la naturaleza en las ciudades

Las áreas urbanas tienen el poder de fusionar la naturaleza para elevar la calidad de vida. Las inversiones en bosques urbanos, techos verdes y la preservación de cuerpos de agua pueden recuperar algo de los sistemas naturales que habitan bajo el asfalto.

5. Crear financiamiento para la restauración

Se requiere duplicar las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza para lograr los objetivos ambientales. La sostenibilidad en todos los sectores es fundamental para la salud ecológica.



Los Bronces

El proyecto minero Los Bronces Integrado pone en riesgo las reservas de agua de toda la Región. Dile ¡No!


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Fuente: INSTAGRAM Unep_es

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Author: Meri Castro