La gran mayoría señala que los cobros deben suspenderse hasta que el servicio funcione a la perfección
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Los últimos cuatro años, los habitantes de Calama y del sector poniente en especial, han debido soportar un gran problema: los malos olores que emana la Planta de Tratamientos de Aguas Servidas. Lo cierto es que bastantes gestiones se han llevado a cabo y el inconveniente sigue. Lamentablemente los más afectados han sido justamente los vecinos que viven cerca de ese lugar, por lo que esta vez la pregunta de la semana en el foro de Internet de nuestro diario fue precisamente si es justo o no que se pague por el tratamiento de las aguas servidas.
Opiniones
Antonio Zurita de Calama, dice que “además de injusto, es uno de tantos abusos que se cometen contra esta comuna que sustenta al país. Lo peor es que el Estado tiene mucha parte involucrada al respecto. Mi familia vive en el Sector Poniente (Población Alemania), y estas vacaciones sinceramente me dio más gusto sentir olor a neumático quemado y lacrimógenas que el olor a alcantarilla y deposiciones que se ha sentido todas las tardes, en mayor o menor forma. Aclaro: creo que existen formas mucho más inteligentes y eficientes que la violencia física e infraestructural para protestar, pero el ver que por primera vez la población manifestara su descontento de forma drástica me alivió, pues significa que Calama ya no es la misma gente de antes que criticaba el abuso del Gobierno y las empresas y se quedaba solo en la queja. Los calameños ya no aguantamos más, y eso ya es patente. Pero son muchas las demandas, y pocos los caudillos”.
Williams Iriarte, también de esta ciudad, brevemente indica que “es una verguenza que Calama siempre haga noticia por tonteras. Los perros vagos, la pileta que es para la risa y aparte de ser fea ya la están reparando y más encima un servicio como la planta de tratamiento que nunca ha funcionado. No se puede cobrar. Las empresas no se pueden llenar los bolsillos de plata sin entregar una solución concreta”.
“Estoy segura que nuestras autoridades tanto a nivel local, regional, como nacional, tienen muy claro y están al tanto en detalle de la situación de Calama, pero por lo que se puede apreciar, al igual la empresa Aguas Antofagasta, sólo les importa que Calama siga siendo la comuna que más aporta al presupuesto de la nación y poco o nada les interesa solucionar efectivamente los problemas aquí existentes, porque de otra manera no me explico la inoperancia y burocrática gestión de quienes tienen la responsabilidad de hacer las cosas y “hacerlas bien”, son las palabras de Ada Ramírez de Calama.
Cecilia, dice escuetamente “no deberiamos pagar, sólo las mineras deberían pagar y usar ellos esas aguas”.
“Creo que la empresa ya ha ganado mucho dinero a costa de nuestra dignidad y no ha dado respuesta. Se debería suspender el pago y además indemnizarnos por el tiempo que hemos soportado el mal olor , los dolores de cabeza y la baja calidad de vida en ese sector. Ojalá las autoridades se pongan las pilas por nosotros y hagan algo”, señala Sergio Barboza.
Mary Castro, de Calama, “mientras el tratamiento de agua no funcione como corresponde, no tendría que cobrarse. Además se pasan muy malos ratos con los olores. Vivo en el centro y así me afectan los olores que emanan desde ese lugar. Me imagino cómo se siente la gente que vive y trabaja en ese sector”.
Jonathan Araya dice muy molesto que “hace dos meses vivía en la población Gustavo Le Paige, y resulta que ni siquiera me podía comer un asadito al aire libre porque el olor a caca era insoportable. Qué mejor remedio que encerrarte en tu casa y no abrir ninguna puerta”.
Finalmente una calameña dice que “no es justo. Para nada, porque aunque vivo a kilómetros de la planta, el olor hasta mi casa se siente, sobre todo después de las 7 de la tarde. Las autoridades debieran poner mano dura y obligar a suspender el cobro, tal como lo hicieron hace una año atrás, aunque fue sólo por un mes”.
 Fuente: www.mercuriocalama.cl
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