La celebración del Día de la Tierra se inició como una protesta ciudadana en 1970, y dio lugar al nacimiento de un movimiento planetario por la protección de la naturaleza y el medio ambiente. El Día de la Tierra se celebra en todo el mundo como expresión de la gente de crear sociedades más respetuosas de su entorno: sirve para educar y movilizar a personas en todo el mundo por la protección del medio ambiente, inspirando actos a nivel personal, comunitario, nacional e internacional.
Este compromiso debe ser de cada uno de nosotros, pensando cómo podemos contribuir a mejorar nuestro “hogar”, a conservar las especies vegetales, a proteger los animales domésticos y sus derechos, a los que están en vías de extinción, ayudar con posibles soluciones para disminuir la basura en el mundo, para hacer de este planeta un buen lugar para vivir.
Para celebrar el Día de la Tierra, a nivel internacional se ha propuesto como tema “Un ambiente más sano para nuestros niños” para proteger la tierra y nuestro futuro. En todo el mundo, grupos ambientalistas, educativos, vecinales, etc. celebrarán este 22 de Abril, llevando a cabo eventos para atraer la atención a problemas tales como “la desertificación”, “la deforestación”, “la contaminación”, “los problemas de agua”, y “la falta conciencia ambiental”, problemas que están enfrentando casi todas las comunidades del mundo.
Por eso comprometámonos con nuestra tierra permanentemente, hagamos de todos los días del año el día de la Tierra y organicemos actos para confirmar nuestro compromiso.
Realiza campañas y actividades en tu escuela relacionados con el cuidado de la tierra, piensa que es el día de nuestra madre tierra y merece ser celebrado en grande. Realiza una actividad entretenida invitando a tus compañeros a hacer un árbol de propósitos y compromisos de la siguiente manera:
¿Cómo podemos celebrar el día de la tierra?
Recorten en cartulina café un tronco de árbol de aproximadamente 1.5 metros y péguenlo en la sala.
Recorten en cartulina verde hojas de aproximadamente 20 cm.
Que cada alumno escriba un compromiso personal con la tierra y lo pegue en al árbol.
Consejos prácticos para cuidar todo el año la Tierra
Cuidemos y mantengamos limpio el aire, el suelo, las aguas, y la preocupémonos por la conservación de la flora y la fauna.
Mantengamos limpio el lugar en que vivimos, reduzcamos la basura que producimos, usemos elementos reciclables y biodegradables.
Conservemos los ecosistemas y los hábitats. Esta acción significa querernos a nosotros mismos y a los demás seres humanos.
Evitemos el uso de agroquímicos, pesticidas, insecticidas y muchos elementos químicos perjudiciales para los seres vivos.
Tenemos que luchar contra la deforestación, los bosques representan los pulmones de la tierra.
El Día del Sobregiro de la Tierra, una fecha que visibiliza que, como sociedad global, nuestra forma de consumir está fuera de control y esto genera una presión extra sobre el planeta. Este 2024 se adelanta en relación a 2023 siendo el 1 de agosto la fecha en la que la demanda de recursos ecológicos por parte de la humanidad supera los recursos que la Tierra puede regenerar en ese año.
Estamos demandando los recursos de 1.7 planetas Tierra para cubrir nuestras necesidades. Así lo calcula la Red Global de la Huella Ecológica(Global Footprint Network), organización internacional especializada en temas de sustentabilidad.
Esto quiere decir que para producir todo lo que consumimos en un año a nivel mundial, lo que genera la naturaleza a su ritmo natural no nos alcanza. Por ende, a partir de hoy estamos pidiendo prestados recursos de nuestro futuro cercano.
El sobregiro ecológico, explicado en ejemplos
La sobreexplotación de los sistemas naturales es posible porque la humanidad aún puede tomar más de lo que se está renovando a paso lento en las plantaciones, los cursos de agua, las selvas, etc.
Pero, ¿cuándo estamos usando más de lo que debemos? Por ejemplo, cuando con determinadas prácticas intensivas de producción de granos y cría de ganado no se cuida la capa fértil del suelo. Entonces, cuando no se piensa en regenerar eso que se utilizó, se terminan desertificando miles de hectáreas de campos que quedan inutilizados para siempre.
Otro caso es el de la pesca indiscriminada, que se practica a gran escala, y que altera el equilibrio de los ecosistemas marinos afectando a las poblaciones de peces y poniendo en peligro la fuente de alimento de millones de personas.
Alex Hofford / Greenpeace
Este abuso también ocurre con la tala de árboles para producir papel o madera virgen en zonas donde no está autorizado hacerlo. Así, se aniquilan bosques enteros (pulmones del mundo), dejando sin hogar a la fauna y flora que lo habita y rompiendo el equilibrio natural que sostienen.
Estas prácticas tan poco éticas suelen basarse en la idea de que los recursos que la naturaleza nos brinda son infinitos. Pero esto no es así y las pruebas están a la vista.
Es indudable que desde que el mundo natural fue sometido al ritmo acelerado de la economía de mercado (consumo irreflexivo y descarte rápido) el resultado ha sido ganancias colosales para pocos y triple crisis planetaria para todos (cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.)
El Día del Sobregiro de la Tierra es el momento perfecto para entender que este accionar no podrá sostenerse por mucho tiempo más. No debemos esperar a que los sistemas naturales ya no puedan regenerarse, para preguntarnos ¿y ahora qué?
Este año la Organización de las Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Medio Ambiente bajo el lema «Nuestras tierras. Nuestro futuro”, enfatizando en la necesidad de restaurar estos espacios, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía.
En este contexto, desde Greenpeace lanzaron el quinto capítulo de su documental “Por Aquí, No” que rescata los testimonios de las comunidades afectadas por la minería en la cordillera de Los Andes.
5 de junio de 2024. Este año, la Organización Mundial de Naciones Unidas decidió conmemorar el día del Medio Ambiente bajo el lema “Nuestras Tierras. Nuestro Futuro”, con el objetivo de restaurar este espacio de la degradación ambiental, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía, para asegurar la preservación del planeta. Y parte de este llamado ya lo han tomado las comunidades.
“En un país como el nuestro, donde la base económica está puesta en la extracción de recursos-minería, agricultura, sector forestal, salmonicultura, etc., el crecimiento económico ha implicado, históricamente, la degradación de los territorios y la creación de zonas de sacrificio. Esto profundiza problemas graves, como la inequidad social y la desigual distribución de cargas y beneficios ambientales. Dentro de ese contexto, el aporte de las comunidades en la defensa ambiental es fundamental”, explica la vocera de Greenpeace, Silvana Espinosa.
En este escenario, desde la organización destacan cuatro casos donde las comunidades hacen un llamado para restaurar sus territorios.
Desde la década de los 60 se comenzó a levantar en esta zona un complejo industrial enfocado en energía, químicos y combustibles, lo que a lo largo del tiempo ha generado contaminación del aire e intoxicaciones masivas, sumado a derrames de petróleo y carbón.
Esto derivó en la creación de la organización Mujeres de Zonas de Sacrificio en Resistencia de las comunas de Quintero y Puchuncaví, en la región de Valparaíso, que trabaja para promover el derecho a vivir en un ambiente sin contaminación, derecho a la salud y el patrimonio ambiental.
“Los habitantes de la zona padecen las consecuencias de estas industrias situadas en el borde costero. La instalación del parque industrial Ventanas devastó la agricultura, la bahía y el turismo, además de generar enfermedades y un entorno tóxico. Muchas personas sufren problemas respiratorios y lesiones cutáneas, mientras que otras experimentan mareos, asfixia, neumonía e incluso cáncer” detalla la vocera de Greenpeace, Silvana Espinosa.
Y agrega: “Fueron las mujeres del lugar quienes, motivadas por la defensa de sus familias, lograron instalar esta realidad en la opinión pública y conseguir el cierre de esta fundición”.
“Cada vez vemos como los casos de intoxicaciones son más elevados, sin ir más lejos, durante mayo, según la Municipalidad de Quintero, se reportaron 340 personas con problemas de salud, pertenecientes a diferentes colegios de la zona. El Estado nos abandona cuando más lo necesitamos, donde es urgente que se realicen fiscalizaciones que sancionen a la industria en vez de indicarle medidas paliativas sin sentido a las escuelas, como la instalación de purificadores de aire, además de estudiar los contaminantes y conocer qué nos intoxica. La gente que vive en Quintero y Puchuncaví merece vivir en un medioambiente sano, sobre todo los infantes que están en proceso de desarrollo”, indicó Katta Alonso fundadora de Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia.
2. Proyecto minero Los Bronces en la Cordillera de los Andes
El Proyecto Los Bronces Integrado busca expandir la mina Los Bronces, dedicada a la extracción de cobre y molibdeno, con una trayectoria que abarca más de un siglo. Esta mina está situada en la zona cordillerana del nororiente de la Región Metropolitana, en las comunas de Lo Barnechea y Colina, dentro de la cuenca del río Maipo, y abarca una extensión que supera las 270 hectáreas. Su expansión, además, supone riesgos y profundiza problemáticas en las comunidades que habitan en su cercanía.
“La minera genera una importante contaminación de aire, agua y suelo sobre el área que nosotros habitamos. Nosotros tenemos que tomar el agua que viene de la alta cordillera, incluida la que viene desde la minera. Y tenemos que respirar el aire de las tronaduras, que se ha ido generando con las chimeneas, y con el black carbon que genera el petróleo de esta mini central termoeléctrica que está en Los Bronces”, explica Claudio Rojas de la Corporación Camino a Farellones.
“También afecta al medio ambiente en su conjunto, flora, fauna y especies protegidas que están invisibilizadas, entre ellas, el gato andino. Para la minera esta especie no existe, pero sí se han encontrado y se han visto ejemplares en esta zona”, agrega Rojas.
Sobre este tema trata el último episodio del documental “Por Aquí No”, de Greenpeace, que se estrena este Día del Medio Ambiente, disponible en el canal de Youtube de la organización
Desde finales de la década de los noventa, las salmoneras se transformaron en un rubro industrial que se instaló en nuestro país a un ritmo muy acelerado, esto ha generado numerosos impactos ambientales que han devastado nuestro mar patagónico, sumado a diversas consecuencias sociales.
“En la actualidad, tanto empresas chilenas como extranjeras mantienen gran parte de la zona austral de Chile industrializada con instalaciones de salmones, que suman más de 1.300 concesiones otorgadas entre las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, causando gran daño al territorio ancestral que ahí existe. Esto derivó en una fractura de la organización cultural y social, además de generar impactos en nuestra soberanía alimentaria”, indica Leticia Caro, de la comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómades del Mar.
Desde este escenario viene todo el trabajo que realizan las comunidades, para proteger su historia y territorio para las generaciones futuras.
4. Proyectos inmobiliarios y contaminación de las aguas en el Humedal de Los Molles.
Como una forma de proteger este importante ecosistema amenazado principalmente por el desarrollo de áreas residenciales y la contaminación de las aguas, un grupo de vecinos de la localidad, agrupados en el movimiento Cabildo Ciudadano Los Molles, realizaron acciones legales contra la declaratoria del Ministerio de Medio Ambiente del año 2021, que definió al Humedal Urbano “Estuario Los Molles”, excluyendo una superficie relevante del perímetro del humedal, además de dividirlo en dos.
“En relación a este caso, existe una medida cautelar de paralización de toda actividad de construcción dentro del polígono del humedal. El Tribunal determinó mantenerla mientras no finalice el nuevo procedimiento de declaratoria del humedal urbano Los Molles. Sin embargo, la compañía RD Constructora S.A, intentó revertir esta situación en la Corte Suprema, lo que fue rechazado”, explica Espinosa, de Greenpeace.
“Hay que proteger en toda su extensión el único humedal que tiene nacientes en el bosque relicto del santuario de Santa Inés. Entre el Choapa y el Aconcagua no hay caudales que vengan de nieves de Los Andes, son todos arroyos y esteros pluviales. Cuando hay sequía, no traen agua, pero en la viña del Santa Inés llueve más de 200 días al año. Este humedal no solo debe declararse y protegerse, sino que por sus características únicas, debería ser sitio prioritario. Es un reservorio precioso de agua dulce en una zona afectada por la catástrofe hídrica”, indica Marjorie Apel, integrante del Cabildo Ciudadano.
Comenzando el año 2023, el Segundo Tribunal Ambiental le ordena al MMA delimitar nuevamente el área del humedal, para lo cual deberá tomar en consideración las observaciones planteadas por los reclamantes. “Los humedales son espacios fundamentales para el cuidado del medio ambiente. Son ecosistemas donde habitan múltiples especies de aves, además de ser reservorios de agua, tan importantes en el contexto de crisis climática y ecológica que vivimos a nivel mundial. Por eso es importante protegerlos y destacar los hitos que han logrado los vecinos y vecinas del cabildo”, añade Silvana Espinosa.
Finalmente, Silvana Espinosa sentencia que: “Como sociedad nos urge una visión país que nos muestre la posibilidad de mejorar la calidad de vida de las personas y los territorios, pero sumando la comprensión de la naturaleza. No es posible concebirla como mero depositario de recursos a explotar para el beneficio de unos pocos. Debemos recordar que es la economía la que debe estar al servicio de las personas, y no al revés”.
Hoy es el Día del Sobregiro de la Tierra. Esto significa que estamos consumiendo de manera insostenible y que si como humanidad tuviéramos que vivir exclusivamente de lo que el planeta puede generar a su ritmo natural, en este 2 de agosto se nos acabarían los recursos.
Vista de ropas descartadas en el medio del Desierto de Atacama, provenientes de Europa y Estados Unidos.
Estamos pidiéndole al suelo, al mar, a los acuíferos, a los bosques y selvas, etc., más de lo que pueden darnos en 365 días. Los estamos sobre exigiendo, presionando y quedando en deuda.
Antes de que alguien quiera achacar esta situación al solo hecho de que somos cada vez más personas en el mundo, que quede claro que no es por eso nada más. Es el sistema lo que está mal, citando a la siempre justa y contestaria Lisa Simpson.
Se produce suficiente, lo que está mal es la distribución desigual y el derroche que nadie frena. También el querer sostener un ritmo de consumo acelerado (comprar – tirar – comprar) que no tiene que ver con necesidades reales sino con alimentar las ganancias de los grupos económicos.
En definitiva, como sociedad global estamos demandando los recursos de 1.7 planetas Tierra para cubrir nuestras necesidades, según lo reporta la Red Global de la Huella Ecológica (GFN, por sus siglas en inglés). A partir de hoy estamos tomando de prestado al futuro cercano.
Así luce un campo a medio deforestar en Finlandia.
Asimismo, en particular cada país tiene su propia fecha según el consumo de recursos y servicios que hace. Por ejemplo, Chile entró en sobregiro el pasado 15 de mayo, siendo por cuarto año consecutivo el primer país latinoamericano en entrar en sobregiro ecológico. Argentina se excedió el 24 de junio y Colombia lo hará el 8 de noviembre.
¿Qué podemos hacer para frenar el sobregiro ecológico?
Jornada de intercambio de ropa en el día del sobregiro en Alemania.
Para cambiar esta tendencia de tener las cuentas en rojo con nuestro planeta hay que frenar la creciente presión sobre los ecosistemas y dejar de sobreexplotar los recursos naturales.
Así dicho puede parecer una tarea inabarcable pero en la práctica se trata de:
Consumo responsable: a nivel de la ciudadanía, comprar menos y hacerlo durar, elegir productos y servicios que sean ecológicamente sostenibles y producidos de manera ética. Comer más plantas y menos animales.
Eficiencia energética: reducir el consumo de energía en nuestros hogares y lugares de trabajo. Un dato interesante: si a nivel global aumentáramos el uso de fuentes de electricidad bajas en carbono de 39% a 75%, se atrasaría el sobregiro en 26 días.
Reducir el desperdicio de alimentos en el sistema retrasaría en 13 días el día del sobregiro.
Movilidad sostenible: crear ciudades con transporte eficiente y accesible, más caminables y seguras para los ciclistas.
Acción climática: exigir a los gobiernos y empresas que lideren acciones para reducir las emisiones, restaurar bosques y mejorar la prevención de incendios forestales, y logrando una conservación efectiva en nuestras Áreas Protegidas.
Cada esfuerzo cuenta y puede marcar la diferencia en la búsqueda de un futuro más equitativo y sostenible para todos y todas.
Hoy celebramos el Día de la Tierra, nuestro hogar .
Desde hace 53 años esta fecha se conmemora para recordar -al menos una vez al año- que la vida humana -nuestra vida- no es posiblesin la Madre Tierra y todo lo que nos provee.
Esta vez el lema elegido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es “Invertir en nuestro planeta”. La propuesta es motivar a cada persona a comprometersey apoyar soluciones y acciones que hagan frente al cambio climático y a otros problemas ambientales en todos los niveles (empresarial, finanzas, gobiernos locales y nacionales).
Es sabido que no se cuida aquello que no se ama. Por eso, para que más ciudadanos y ciudadanas quieran “invertir en el planeta”, creemos que lo primero es ayudar a reparar la relación con la Madre Tierra.
Esta relación se rompió porque en la sociedad de mercado nos enseñaron que la naturaleza es algo separado de las personas. Apenas un reservorio de recursos naturales infinitos de los que podemos tomar todo sin dar nada a cambio.
Claro que esto no es cierto. Muy por el contrario, somos uno con la Tierra y sólo reconociéndolo podemos empezar a crear una sociedad sustentable que asegure un futuro vivible. ¿Y qué mejor día para empezar que hoy?
Volver a ser sensibles al mundo natural
Podemos decir que si cada persona es un integrante más del elenco estable de la naturaleza, cuidar de nuestro entorno es cuidarnos a nosotros mismos. Entonces resulta evidente que mantener esa premisa en olvido permitió usar al mundo natural sin reparos, como si estuviera sólo a nuestro servicio.
En busca del supuesto “progreso”, talamos bosques enteros, explotamos montañas, sacamos petróleo de lo más profundo del suelo, tiramos basura en cualquier lugar y cultivamos regando con veneno.
Tanto exigimos al planeta, que hace varios años venimos consumiendo por encima de su capacidad de regeneración. A lo que hay que sumar el gran daño que todas las actividades humanas ocasionaron (léase calentamiento global y crisis climática.)
A esto le sigue la triste historia que ya conoces: ecosistemas en jaque, extinción de especies animales y vegetales, contaminación del aire, agua y suelo, etc. Nada parece frenar nuestra carrera, ni siquiera el hecho de que es la propia supervivencia de nuestra especie la que está también en peligro.
Pero aún podemos cambiar el final de esta historia. ¿Cómo? Volviendo a sentir la conexión con la Pachamama. Basta con acercarnos a un espacio natural (puede ser la plaza más cercana o el patio de tu casa) y observar lo que ocurre alrededor: las hormigas que van en busca de comida, los pájaros, los árboles mecidos por el viento, las nubes en el cielo.
Valorar lo natural nos llevará a cuidar y preservar lo que tenemos. De lo individual a lo grupal, la progresión se irá dando. Encontrarás a más hombres y mujeres con tus mismos intereses, apoyarás causas, comprarás de manera consciente, reciclarás…
Sin darte cuenta, conformarás parte de esa masa crítica para que, como sociedad, nos despeguemosde la lógica del mercado (que necesita de consumidores siempre insatisfechos y trabajadores incansables). De esta forma, podremos buscar un ritmo que se acerque más a los de la naturaleza. Sólo así podremos darnos a la tarea de restaurar y regenerar la Tierra.
Estamos seguros de queejercitar la sensibilidad nos llevará a imaginar juntos otras formas de vivir y organizarnos.
Ritual para agradecer
Antes de seguir, creemos que es importante empezar por agradecer a la Tierra por ser nuestro sostén, por brindarnos alimento, agua y aire.
Dar gracias es una buena forma de reconocer todo lo que sí tenemos. Y nos permite entender que la abundancia no está dada por los objetos ni la productividad, sino por los afectos, los momentos y la armonía que tengamos en nuestra vida.
Por eso, puedes decir en voz alta o repetir para adentro:
Gracias Tierra querida por ser hogar de toda clase de seres maravillosos y por seguir dándonos todo a pesar de los tratos que recibes .
Si quieres, enumera todas aquellas cosas por las que hoy das las gracias y llénate de gratitud.
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