Chile, Canadá y Argentina poseen las mayores reservas de agua dulce depositada en glaciares de todo el planeta. Asimismo, Campos de Hielo (Sur y Norte) es la tercera reserva de agua más importante del planeta, la más significativa del hemisferio sur y la mayor de Latinoamérica. No obstante, el país no cuenta con un registro nacional de hielos y menos con una política institucionalizada de protección de los hielos milenarios en territorio nacional.
Tras su llegada como ministro de Obras Públicas que Sergio Bitar decidió poner el tema de las reservas de agua como uno de los ejes de su gestión. Así, junto al director nacional de Aguas, Rodrigo Weisner, dispusieron, en enero del año pasado, un aumento significativo del presupuesto ministerial dedicado a la exploración y medición de los glaciares que en Chile abarcan desde el norte grande hasta la zona austral.
Así, se aumentó de sólo $ 10 millones el presupuesto anual de la unidad de glaciología a más de US$ 1,5 millones de dólares. Así, también, la cartera suscribió un convenio con el Centro de Estudios Científico (Cecs) de Valdivia para iniciar un gran catastro general de hielos y crear las bases científicas para el gran estudio de glaciares que este año realizarán expertos de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) en Chile.
Pese a que las indagaciones científicas tomarán varios meses para que los chilenos conozcan los reales alcances de las reservas de agua dulce contenidas en las cumbres nacionales, los expertos ya entregaron al MOP los primeros antecedentes de la situación.
Los números
Las primeras indagaciones de los científicos revelan que el país cuenta con 1.720 glaciares que han sido catastrados desde la III Región hasta Puerto Williams, pero aún falta verificar los hielos cubiertos de roca.
De ellos, se ha estudiado un centenar de glaciares que, en total suman una superficie total de 16.860 kilómetros cuadrados, siendo el sector más prolífico la zona central del país con unas 1.500 concentraciones de hielo. Pero según estas mismas mediciones, el 92% de ellos está en retroceso, el 7% del total se mantiene y sólo el 1% del total nacional ha avanzado.
Lo anterior, a juicio de Weisner, es un fenómeno que ya se había previsto como efecto del calentamiento global y a estas alturas es prácticamente inevitable. No obstante, añadió, “sí se pueden tomar decisiones que nos permitan conocer el ritmo del derretimiento, estudiar su comportamiento y prevenir sus efectos”.
Weisner agregó que será de gran ayuda para esta labor saber cuánta agua hay depositada en estos hielos y para cuánto tiempo alcanza como reserva.
Según el ministro Bitar, “el estudio de los glaciares nos permitirá contar con una proyección respecto de las reservas con que cuenta Chile y una materia muy relevante para el futuro que no se ha explorado: los glaciares fundidos con roca”.
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